Lunes, 01-06-09
PARA no perder la costumbre, siguen engañándonos. Esta vez, enriquecido por la pompa gubernamental y la ejecutiva de Estado, del que tanto provecho sacan para viajes y prebendas familiares. Habrán visto ustedes el ceremonial con que se recibió en Madrid al Secretario de Transportes norteamericano, Ray LaHood. Habrán escuchado las solemnes declaraciones por ambas partes. Habrán contemplado las sonrisas, los saludos, los gestos satisfechos. Pues bien, todo eso era puro teatro. Me han bastado un par de llamadas telefónicas a los representantes de las empresas españolas que desarrollan proyectos de infraestructura en Estados Unidos para comprobarlo. Pues hay empresas españolas que realizan aquí proyectos, especialmente de autopistas, en Tejas, Minnesota, Wisconsin, Dakota del Sur e Iowa, aparte del mobiliario urbano de Nueva York, Miami, San Antonio y Boston. Sin la menor ayuda estatal. Es verdad también que la Administración Obama está interesada en el ferrocarril como medio de transporte alternativo al coche y a la contaminación que produce. El AVE se ofrece como medio ideal para distancias medias, ya que entre costa y costa, difícilmente compite con el avión. Pero para los corredores Washington-Boston y St. Louis-Chicago, por los que circulan diariamente millones de personas, parece el más indicado. El problema, me dicen, es que ese ferrocarril tendría que atravesar no ya varios estados, sino docenas de «counties», condados, cada uno con una legislación medio ambiental distinta, lo que complica hasta el infinito las cosas. No crean que no se ha tanteado, que se ha hecho. Pero las posibilidades son infinitesimales, sin que Washington pueda hacer nada, aunque anima a las empresas españolas a invertir aquí y seguir intentándolo.
Otra cosa: técnicamente, como saben, el AVE no es español. Las patentes de locomotoras, vagones y tendidos son de franceses y alemanes, que suministran los equipos básicos. Y si por uno de esos milagros que de tanto en tanto ocurren lograra implantarse en Estados Unidos, quienes se llevarían la parte de león serían ellos.
Y esto es, señores, lo que hay respecto al despliegue que han visto en los telediarios del fín de semana: un enorme montaje en la que han intervenido los más distintos personajes, con las frases más huecas, para que ustedes crean, por lo menos hasta el próximo domingo, que el Gobierno trabaja a fondo para resolver la crisis. O sea, que la visita de Mr. LaHood ha sido una combinación de Bienvenido Mr. Marshall y un mitin socialista en las elecciones europeas.
Luego, cuando se haya votado y se compruebe que no había nada de lo dicho, ya se inventarán otra cosa. Es en lo único que muestran capacidad e inventiva: en engañarnos. (José Maria Carrascal/ABC)
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¡Déjese engañar! ¡Sea progresista!
Luego, cuando se haya votado y se compruebe que no había nada de lo dicho, ya se inventarán otra cosa. Es en lo único que muestran capacidad e inventiva: en engañarnos. (José Maria Carrascal/ABC)
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