(Aprovecho para promocionar mi último libro, 'El fracaso autonómico. Y otras reflexiones'. No se trata de un problema coyuntural sino estructural.
Esta estructura autonómica no tiene remedio. Tal vez, en unas circunstancias muy diferentes, en las que
la gran mayoría de la sociedad se sintiera patriota española, no tendríamos lo carísimos y disolventes Reinos de Taifas.
O sea, si tuviésemos potentes fuerzas centrípetas que dominaran a unas débiles fuerzas centrífugas, el Estado Autonómico podría funcionar.
Pero como existe en la realidad, con unas potentes fuerzas centrífugas, apoyadas por muchos políticos y por la mayoría de los medios de comunicación, no. Además, con un sistema de enseñanza al que el patriotismo español le parece fascismo, no hay nada que hacer.
¡Un gran fracaso!)
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