domingo, 19 de abril de 2009

GOLPE ANTITERRORISTA.



GOLPE ANTITERRORISTA.
(PD).- Una cita en un municipio cercano a Perpiñán, en el sureste de Francia, ha acabado con el reinado de Jurdan Martitegi Lizaso, Arlas, al frente del aparato militar de la organización terrorista ETA, puesto donde le situaban hasta ahora los servicios antiterroristas españoles.

La Policía Judicial francesa, en colaboración con agentes del Cuerpo Nacional de Policía que seguían desde España la pista a uno de los terroristas neutralizados, ha detenido este sábado al jefe de ETA cuando iba a mantener un encuentro junto al liberado (a sueldo de la organización terrorista) Mikel Oroz, natural de Burlada (Navarra) y que hacía labores de chófer del jefe etarra.

Los otros dos también fueron detenidos.

Revela Aitor Guenaga en El País que la cita era con el miembro legal (no fichado) Alex Uriarte Cuadrado, sobrino del histórico de ETA Eloy Uriarte Díaz de Gereñu, conocido como Señor Robles.

Uriarte llegó a la cita en un automóvil procedente de España, que estaba siendo controlado por agentes del Cuerpo Nacional de Policía, mientras que Martitegi y su acompañante llegaron en otro coche robado y que llevaba placas de matrícula falsificadas.

El encuentro había sido fijado en la localidad de Perpiñán entre el jefe etarra, también conocido como el gigante del comando Vizcaya -debido a la estatura de casi dos metros de altura- y Alex Uriarte. Martitegi llegó al punto de encuentro acompañado de Oroz.

Los tres fueron capturados sin ofrecer resistencia, a pesar de que los liberados portaban pistolas.

Tres detenidos en Álava

En paralelo, la policía abría en España otra operación policial, en concreto en la provincia de Álava. Por la tarde han sido arrestadas dos personas en la provincia de Álava, y una tercera en Otxandio (Vizcaya). Los arrestos estarían vinculados con la operación llevada a cabo en Francia, según fuentes policiales. La operación sigue abierta y fuentes policiales no descartan nuevos arrestos a este lado de la frontera.

El puesto de jefe militar de ETA, básico en el organigrama de la banda terrorista, quedó vacante el 17 de noviembre de 2008.

Ese día, Garikoitz Aspiazu Rubina, Txeroki , fue apeado de la dirección de los comandos etarras al ser detenido en la estación de esquí francesa de Cauterets. Una corona del terror que su sucesor en el cargo, Aitzol Yarza, alias Gurbitz, no pudo retener más que 21 días, al ser arrestado tres semanas después que Txeroki en la localidad de Gerde, en el sur de Francia.

Tres golpes al aparato militar

En cinco meses y menos de un día, ETA ha sufrido tres golpes clave en su aparato militar, que han supuesto el descabezamiento del nervio militar de la banda. Un debilitamiento tan fuerte que ha mermado la capacidad operativa de la banda en España.

Su fotografía figuraba en los carteles de los terroristas más buscados en España y Francia, y su nombre estaba también en la lista terrorista de la Unión Europea (UE). Desde este sábado, su cara será tachada con una equis como las que ya tienen sus predecesores, Txeroki y Gurbitz, en esos mismos carteles.

La engrasada colaboración hispano-francesa ha funcionado de nuevo. Los ministros del Interior español y francés, Alfredo Pérez Rubalcaba, y su colega francesa, estuvieron en contacto ayer durante el dispositivo.

La policía española, en una operación dirigida por el juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón, siguió desde España a los terroristas que se iban a entrevistar con el supuesto jefe de los comandos de ETA, según precisaron fuentes de la lucha antiterrorista.

Se da la circunstancia de que este golpe a ETA se produce pocos días después de que el fiscal general del Estado, Cándido Conde-Pumpido, pusiera en solfa la colaboración de la policía a la hora de perseguir al mundo político de ETA y precisamente le acusara de hacer caso únicamente a las peticiones de informes sobre los partidos y candidatura sucesoras de la ilegalizada Batasuna que llegaban desde el juzgado que dirige el magistrado Baltasar Garzón.

Orden de búsqueda y captura

Martitegi tenía pendiente una orden de búsqueda y captura dictada precisamente por el juez Baltasar Garzón tras la desarticulación el pasado mes de julio del comando Vizcaya, constituido en febrero de 2007. La Guardia Civil arrestó ese verano de 2008 al jefe del comando y compañero liberado, Arkaitz Goikoetxea Basabe.

Ambos habían dirigido, junto a una red de activistas legales, el grupo más activo de la organización terrorista ETA tras el final de la tregua tras la voladura de la T-4 de Barajas, el 30 de diciembre de 2006.

Martitegi estuvo en esa célula terrorista hasta el mes de mayo del pasado año en el que regresó a Francia ya que había sido reclamado por Garikoitz Aspiazu, Txeroki, para trabajar con él en el aparato militar de ETA.

El comando Vizcaya fue el grupo de ETA que mayor número de atentados cometió tras el anuncio de ETA de la ruptura de la tregua. Jurdan y su compañero Goikoetxea llegaron a Vizcaya como liberados en el mes de febrero de 2007 y comenzaron a captar colaboradores y a preparar la infraestructura de la célula para empezar a atentar.

En el verano de ese mismo año, ambos se trasladaron a Portugal, donde permanecieron varias semanas. Los servicios antiterroristas no han podido aún descubrir cuál fue el motivo de su desplazamiento a ese país vecino.

Martitegi, nacido en Durango en 1980, figuraba desde diciembre del pasado año en la conocida como lista terrorista europea. Jurdan Martitegi ha llegado a ser uno de los dirigentes de ETA tras una intensa actividad de violencia callejera, que le llevó a huir a Francia para tratar de eludir una posible condena de 22 años de cárcel.

La primera acusación contra él se remonta al 12 de febrero de 1998, cuando se presentó en la Audiencia Nacional, ante el juez Baltasar Garzón, ya que estaba siendo buscado por la Ertzaintza por su presunta participación en actos de kale borroka.

En aquella ocasión quedó en libertad. Ese mismo año fue acusado de tomar parte en un ataque con cócteles molotov contra la comisaría de la Ertzaintza en Amorebieta cometido el 18 de julio de 1998. El caso fue juzgado en la Audiencia Nacional que el 20 de mayo de 2004 lo absolvió al considerar que tenía coartada con "cierta base documental".

El 5 de marzo de 2001 fue detenido nuevamente por agentes de la Ertzaintza acusado de formar parte de un grupo de violencia callejera.

El miembro de ETA, que tenía entonces veinte años, fue acusado de la colocación de un artefacto en los juzgados de Durango, de atacar una oficina bancaria de Legazpi y de otros actos violentos registrados en Galdakao. A raíz de este arresto ingresó en prisión y permaneció durante un tiempo en las cárceles de Alcalá Meco y de Daroca.

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