EL OASIS.
Montilla llama anticatalán a Rajoy justo antes de recibirle por Sant Jordi
El presidente de la Generalidad, José Montilla, ha advertido justo antes de la recepción oficial en el Palau de Pedralbes de Barcelona por la Diada de Sant Jordi al presidente del PP, Mariano Rajoy, de que con políticas "tan anticatalanas" como el recurso ante el TC del Estatuto catalán, "difícilmente podrán ganar espacio político en Cataluña".
El líder del PP, Mariano Rajoy, y el presidente catalán, José Montilla, se han reunido este jueves por espacio de media hora, antes de la recepción oficial en el Palau de Pedralbes de Barcelona, en un encuentro que ha sido "cordial" y "distendido" y en el que han analizado la situación política.
Rajoy ha viajado a Cataluña por primera vez para celebrar Sant Jordi, una jornada que ha empezado en los jardines del Palau de Padralbes, en el tradicional desayuno con las máximas autoridades civiles, políticas, culturales y económicas del país. Antes de dejarse fotografiar junto a su gobierno, en el tradicional brindis con cava, Montilla se ha reunido a solas con Rajoy en una de las salas del Palau de Pedralbes.
En una conversación informal con periodistas, Montilla ha explicado que la reunión, que se ha celebrado por iniciativa suya, ha sido "distendida" y "cordial", en la que han hecho un repaso de diferentes cosas e incluso ha habido tiempo para hablar del buen partido de anoche del Barça, que ganó 4-0 al Sevilla en el Camp Nou.
Montilla no ha querido dar detalles de la conversación y se ha limitado a explicar que han analizado la situación política de Cataluña y del resto de España. Una hora antes de verse con el líder del PP, Montilla había advertido a Rajoy, de que con políticas "tan anticatalanas", como la presentación del recurso al TC por el Estatuto catalán, "difícilmente podrán ganar espacio político en Cataluña, ni obtener apoyos para gobernar en España".
Por su parte, el presidente del PP no ha querido tampoco dar detalles de la reunión privada con Montilla y se ha limitado a señalar que ha sido "muy cordial". De esta fora, Rajoy se ha convertido en el protagonista de la recepción de la Generalitat con motivo del patrón de Cataluña y ha quitado el protagonismo al presidente catalán y al consejero de Economía, Antoni Castells, que esta tarde celebra una importante reunión en Madrid para seguir negociando el nuevo sistema de financiación autonómica.
El presidente del PP y Montilla se han dado la mano durante cerca de tres minutos ante las cámaras y flashes de los reporteros, delante de las cuales también se ha situado la presidenta del PPC, Alicia Sánchez-Camacho, que ha sido quien tuvo la idea de que Rajoy acudiese a Barcelona, en un gesto de normalidad del PP en Cataluña. (ElImparcial)
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Este sectarismo enfermizo es muy preocupante. Los franquistas llamaban 'antiespañol' a todo el que se oponía a las tesis oficiales. Como ahora los lamentables politicos catalanistas. En cuanto a los radicales, rama bestia del entramado nacionalista, no saben ni lo que significa el lenguaje que utilizan. ¿Tendrán algún diccionario para enterarse de lo que significa 'fascista'? Ni les interesa ni lo entienden.
Radicales increpan a Rajoy en los actos de Sant Jordi en Barcelona
La visita de Rajoy a Barcelona para participar en el acto institucional de la Generalidad por Sant Jordi, ha vuelto a supone al líder popular verse increpado por los gritos de un reducido grupo de radicales que le han llamado "fascista".
XXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXUN PROVINCIANO EN BARCELONA.(Emilio Campmany)
Rajoy se ha ido a Cataluña a celebrar con el Tripartito el día de Sant Jordi. Quizá el hombre esperaba que, tras haberse caído del caballo y convertido al federalismo más o menos asimétrico, sería recibido con algo más de cariño del que suelen ser allí recibidos los líderes populares. Nada de eso. En un alarde de imaginación le han llamado "fascista", que es el insulto de ordenanza que se gastan los radicales catalanes contra los populares, propios y foráneos. Joan Ridao sí ha estado verdaderamente imaginativo y lo ha llamado "provinciano".
Tiene guasa que un nacionalista de la Esquerra, que representa el aldeanismo quintaesenciado, insulte a nadie llamándole provinciano. ¿Sabrá Ridao lo que significa en castellano ser un "provinciano"? A lo mejor se cree que provinciano es aquel que visita un país extranjero en la convicción de que no es más que una provincia del propio. Ocurre, sin embargo, que "provinciano" no significa eso, sino que se dice de aquél que muestra apego excesivo a la mentalidad o costumbres particulares de una provincia o sociedad cualquiera, con exclusión de las demás. O sea, justo lo que es Ridao y que no es Rajoy.
Más gracia, y también más educación, ha tenido lo de Artur Mas, que ha dicho que hubiera sido un bonito gesto de Rajoy ir a Cataluña el día de Sant Jordi a anunciar la retirada del recurso contra el Estatuto catalán. Tiene gracia porque Mas identifica su Estatuto con Cataluña, como si todos tuviéramos que pasar por él por ser el que los catalanes quieren para sí. Sin embargo, ocurre que a la mayoría de los catalanes les trae al pairo este Estatuto, como demuestra el hecho de que la mayoría no lo votó. Y ocurre igualmente que el Estatuto no sólo es inconstitucional, sino que es precisamente cuando establece un sistema que dinamita la solidaridad entre todos los españoles cuando más inconstitucional es. Recuerdo con vergüenza el día que Mas, en Telemadrid, trató de convencer a los madrileños de cuánto nos convendría tener un sistema de financiación como el que Cataluña acababa de darse. Y veo con orgullo el poco caso que los madrileños le hemos hecho.
Rajoy creía, quizá convencido por Alicia Sánchez Camacho, que por dulcificar sus posturas, por plegarse en lo que fuera posible a las exigencias del nacionalismo catalán, lograría, si no el afecto, al menos el respeto de los líderes y electores nacionalistas. Rajoy ya ha visto que no. Cuando le espetó a Zapatero que en Cataluña no se podía estudiar en castellano, le llamaban "fascista". Y ahora que ya no lo hace, siguen llamándole "fascista".
Por lo menos, el viaje le ha servido para comprar un libro y que le regalen otro. Rajoy ha adquirido El hombre más buscado, de John le Carré, un alegato contra la política antiterrorista de Bush, que ya sabemos que el PP es muy anti Bush y muy pro Obama. Y Alicia Sánchez Camacho le ha regalado Anatomía de un instante, de Javier Cercas. Yo, si fuera él, empezaría por el de Cercas, deteniéndome especialmente en los pasajes en que el escritor relata como el Rey, según parece sin querer, animó a otros a hacer cosas que luego desautorizó. Y luego, reflexionaría sobre lo ocurrido en México después de las elecciones. Quizá pueda entonces este gallego acusado de ser un provinciano extraer alguna ilustrativa lección acerca de cuánto se puede confiar en según qué personajes.
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