Luis María ANSON
Se lo expuse a Rubalcaba en una carta abierta publicada en el diario “El Mundo”, el pasado 7 de octubre de 2008. El paro dispararía los actos delictivos. El Gobierno lleva meses maquillando las cifras. Pero Carmen Morodo ha revelado en “La Razón” la realidad. En 2008, con relación a 2007, la criminalidad ha crecido en casi un 9%.
A pesar de las torticeras cifras gubernamentales, la inseguridad ciudadana se ha incrementado de forma muy considerable. El español medio lo sabe. Es difícil encontrar a un ciudadano que en su propia familia o en la de sus amigos cercanos no haya experimentado un robo.
El problema ahora no es lo que ha ocurrido en el año 2008, sino lo que va a ocurrir, lo que está ocurriendo, en 2009. La crecida fulgurante del paro encontrará repuesta en el incremento de la criminalidad. Es así en toda Europa y en España de forma más acentuada. Inútil tender maquillajes sobre la realidad social. La operación que hay que hacer es justo la contraria. Se deberían declarar las cifras reales, alertar a la población y robustecer la acción policial.
No tener en cuenta lo que, en su día, denunció el Gobierno laborista británico es un error que acarreará graves consecuencias. La crisis económica provoca males muy diversos. Entre ellos, el aumento de la criminalidad. Resulta fácil predecir, por ejemplo, que al regreso de las vacaciones veraniegas, muchos españoles, demasiados, se encontrarán con sus casas desvalijadas. A menos que, desde el Ministerio del Interior, se estimule a las fuerzas policiales para que impidan, para que debiliten tanto atropello.
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