Tras la pirueta de reunir al Gobierno de 1996, la frase más repetida en los mentideros del PP era ésta: “Que vuelva Aznar”. El ex-presidente heredó una Seguridad Social en quiebra, una deuda atosigante, un déficit público de caballo, un porcentaje de parados que asustaba, y en unos años saneó la economía española, se instaló en el superávit, disminuyó la deuda, redujo el paro y dejó boyante la caja de la Seguridad Social.
Se trata de hechos objetivos, no de especulaciones. Aznar disponía de autoridad real en el partido que actuaba como una piña en torno a él. Rajoy, que fue un ministro 10, es un mediocre candidato, no ha podido dominar el partido y se muestra incapaz para conseguir alianzas, incluso con los grupos ideológicamente afines. Ningún jefe de la oposición ha tenido las cosas tan fáciles como Rajoy. Los errores de Zapatero han sido tan descomunales que la opinión pública está pidiendo el cambio a gritos. Incluso Rajoy puede ganarle a Zapatero.
Está claro, sin embargo, que el partido recobraría su unidad si José María Aznar se decidiera a recuperar la presidencia, al margen de que se presentara o no como candidato a las elecciones generales.
El tenaz navajeo, los golpes bajos, las descalificaciones públicas, los insultos a caño abierto, las subterráneas insidias, todo eso conduce a disminuir la eficacia de un partido que tendría muy fácil la vuelta al poder si actuara de otra forma.
Basta leer, escuchar o ver la agresividad contra Aznar de los medios de comunicación adictos para comprender que la máxima preocupación de la izquierda es que Aznar se decida a regresar. (ElImparcial)
3 comentarios:
Sería lo mejor que le pudiera pasar a esta pobre España.
¡Qué situación la nuestra!
¿Cuándo tocaremos fondo?
Afortunadamente no lo sabemos. Pero la opinión de muchos expertos en economía (no sumisos al gobierno socialista)es de una muy difícil, moderada y larga recuperación. Las medidas que se toman son las contrarias a las que podrían acelerar la recuperación. O sea, más deuda pública y no modificar el mercado de trabajo, entre otras cosas. Por no hablar de la educación.
Y el contexto de crisis internacional que hay ahora, ¿no hay que tenerlo en cuenta a la hora de valorar las responsabilidades del gobierno actual? ¿Y en el 96,cuando Aznar accedió al gobierno, acaso había crisis internacional?
Jimi.
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