- Pese a que se ha vuelto a instalar el secráfono entre la Moncloa y la Casa Blanca, la interlocución con EEUU arrastra todavía el mal momento vivido en la última legislatura. El viaje de Bernardino León y el general Sanz Roldán a Washington fue para reunirse con el Consejero de Seguridad, James L. Jones, ya que no fueron recibidos ni por la Secretaria de Estado, Hillary Clinton, ni por ningún alto funcionario del gabinete de la Casa Blanca. La visita al general Jones se explica, además, por la amistad personal que el general mantiene con Sanz Roldán, uno de sus amigos íntimos españoles junto a Ana Palacio.
- La visita a Jones, además, fue para negociar el minutaje de un primer encuentro Obama-Zapatero: unos minutos en los cuatro encuentros en los que iban a coincidir en la primera semana de abril. Hubo que hacer la gestión para dotar de “contenido político” a la entrevista.
- En Moncloa han causado emociones negativas varios puntos: en primer lugar, el presidente Obama dejó la llamada a Zapatero para una segunda ronda de contactos telefónicos. En la primera ronda de contactos, Obama había contactado con mandatarios de países como Corea del Sur o Australia.
- En segundo lugar, y más gravemente, las declaraciones del portavoz de la Secretaría de Estado y mano derecha de Hillary Clinton, Robert Wood, a la salida de las tropas españolas de Kosovo, han sido las más duras hasta el momento de entre las pronunciadas por un alto funcionario de la Administración Obama. Las palabras de Wood, que repitió por cuatro veces que los norteamericanos estaban “profundamente decepcionados” –algo inusitado en lenguaje diplomático- causaron un profundo disgusto en la Moncloa.
- En Ferraz cunde la sensación de que el “efecto Obama” puede tener efectos negativos para Zapatero: en primer lugar, el presidente parece descubrir la política exterior cuando tiene la crisis económica en casa, igual que otros presidentes del Gobierno; en segundo lugar, se teme que, entre el electorado socialista, cale una percepción que ya empieza a haber: un excesivo seguidismo del presidente norteamericano. Zapatero no parece haber calibrado que el antiamericanismo como corriente de opinión en la sociedad española va más allá de los rostros de los presidentes.
- En este sentido, se ha criticado mucho el viaje –antes no previsto- de Zapatero a la cumbre de “think tanks” progresistas habida días atrás en Santiago de Chile. Moncloa llamó a la prensa a toda prisa y los periodistas padecieron veinte horas de vuelo por seis de estancia, todo por la foto con el vicepresidente Joe Biden.
- Ni Obama ni Hillary Clinton han visitado España en sus primeras visitas respectivas a Europa.
- En Moncloa se ha lamentado profundamente la oportunidad desaprovechada por la mala estrategia de comunicación empleada con la oferta de tropas para Afganistán. En primer lugar, hemos quedado mal porque ya no ha sido considerada como la aportación de un aliado sino como la compensación del error de las malas formas empleadas en la salida de Kosovo. En segundo lugar, la gestión del mensaje por parte del Gobierno, con filtraciones contradictorias a diversos medios y un anuncio oficial por parte de Moratinos velado y sin especificar cantidad de efectivos, tan sólo para salir al paso de la desinformación creada.
- Pese a la propaganda de Moncloa de la admiración de Obama por España en materia energética, lo cierto es que Obama apuesta por la energía nuclear y el carbón, siendo la opción nuclear asunto de planteamiento prohibido en el Gobierno español. El secretario de Energía del gabinete Obama, Steven Chu, apuesta también por las centrales nucleares.
- También contra la supuesta admiración de Obama por la energía verde española en la práctica, está el hecho de que la administración norteamericana no nos ha invitado a la cumbre sobre clima y energía que reunirá a EEUU junto a casi veinte países.
- Aun así, según se ha señalado en el diario La Vanguardia, el principal escollo bilateral es el tema de Oriente Medio. “Existía en medios diplomáticos la convicción de que España buscaría el acercamiento a Estados Unidos mejorando las relaciones con Israel y adoptando una posición más equilibrada en el conflicto de Oriente Medio, pero nada de eso ha ocurrido”.
- Precisamente, Zapatero y Moratinos tendrán que exponer el problema de Oriente Próximo en la próxima cumbre de Praga, en la que Zapatero y Obama se verán a solas.
- Aunque a otros países les pasa lo mismo, la Admón. Obama no ha designado aún embajador en Madrid.
- Otro desencuentro España-EEUU tiene que ver con la próxima cumbre contra el racismo que la ONU ha de celebrar en Ginebra, tachada por la ministra de Exteriores de Israel, Tzipi Livni, como “descaradamente antisemita y antiisraelí”. EEUU, Alemania, Francia, Italia, Holanda, Reino Unido, Dinamarca y República Checa, entre otros, han anunciado su retirada. España, sin embargo, participará, obviando las presiones de la diplomacia israelí y norteamericana.
- Según han comunicado fuentes de Exteriores a ECD, “en Moncloa no existe la percepción de que la Administración estadounidense sigue siendo en esencia la misma”. El encargado de relaciones con Europa, Daniel Fried, no ha cambiado de Bush a Obama, aunque se espera su sustitución, sonando para el puesto el nombre de Phil Gordon.
- Con todo, lo que más desilusión ha causado en la Moncloa es el anuncio de la no participación de Obama en el II Foro de la Alianza de Civilizaciones, que ha de celebrarse en breves días en Estambul. La asistencia de Obama estaba prevista, con un discurso al auditorio.(ElConfidencialDigital)
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ElSemanalDigital.
EL ENCUENTRO DE PRAGA |
Un inteligente Obama elogia a Zapatero y marca líneas rojas |
Fue el primer encuentro formal del jefe del Gobierno español con un presidente de EEUU desde que llegó a La Moncloa en 2004 y retiró las tropas de Irak en una decisión muy contestada. |
Barack Obama, de forma inteligente, y con el sentido común y seriedad que aplica a todas sus decisiones desde que pisó el Despacho Oval, demostró que sabía perfectamente quien era su interlocutor, el jefe de Gobierno socialista, así como el peso e influencia del jefe de Estado de España, Don Juan Carlos, en América Latina. De ahí que se aceptara una breve declaración antes del encuentro que suponía para José Luis Rodríguez Zapatero su primer encuentro con un presidente de Estados Unidos desde que llegó a La Moncloa. Algo que no se producía desde que decidió retirar las tropas españolas de Irak, algo que en público y privado le reprochó Felipe González -como señaló en su momento El Semanal Digital- como un error que pagaría no él sino España. Como así sucedió. Obama, muy satisfecho de cómo fue su compleja gira europea -Londres, Estrasburgo y Praga- no dudó en señalar, con ese magnetismo personal que tiene, que "disfrutó mucho" trabajando con él. Según Obama, Zapatero "es alguien que no sólo entiende claramente la extraordinaria influencia de España en el mundo, sino que también se toma muy en serio esas responsabilidades". Dijo que espera mentener una "sólida relación", que sea "aún más fuerte", y que se alegra de "poder llamarle amigo", es decir un sólido aliado de Estados Unidos en la OTAN. Zapatero a la vez dijo que espera "un nuevo tiempo" entre Madrid y Washington y que "el propósito de mi Gobierno y mi país es colaborar con el presidente Obama por un orden mundial de paz, por un orden mundial más justo, en la lucha contra la pobreza y por dar a las futuras generaciones un tiempo mejor". Al encuentro entre ambos fue interesante observar quién estuvo junto a Zapatero en unos momentos en que se habla de una crisis de Gobierno muy importante e inminente, situándola en la Semana de Pascua y cuyo pistoletazo sería el Consejo de Ministros de este miércoles que podría significar fin y vísperas de una nueva etapa. Durante la entrevista estuvieron presentes, además del ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, Miguel Ángel Moratinos, el jefe de gabinete del presidente, José Enrique Serrano. También acompañaron a Zapatero el secretario general de la Presidencia, Bernardino León, y el director de la oficina económica de Moncloa, Javier Vallés. En la entrevista, breve, Zapatero desgranó lo que serán las prioridades de la política exterior europea en calidad de próximo jefe de la Unión insistiendo en avanzar en las conversaciones entre Israel y la Autoridad Palestina, un sudoku que será aún más complejo con la caída de Ehud Olmert y la compleja coalición formada en Israel, muy lejos del centrismo de Kadima que encarnó Tzipi Livni. Quienes quieran hacer análisis partidistas de este encuentro se alejaran de las verdaderas claves. Obama, quizas uno de los presidentes de EEUU más cultos, ejemplo de culturas diferentes, inmerso en las redes sociales, usuario activo de Internet, y excelente lector de biografías y libros de historia, siempre pensó en el error de Bush de no separar la relación con Don Juan Carlos de las discrepancias con los gobiernos de turno, de derechas o izquierdas, en España. Obviamente Zapatero estuvo muy satisfecho pese a la espina del plantón de Obama a su Alianza de Civilizaciones y de no contar con él para otras iniciativas de Medio Ambiente. Pero constató estos días, al igual que otros líderes europeos, la firmeza de Obama y sus posiciones así como sus exigencias a Europa. El resumen de todo ello es la otra cara del cambio en Washington que Hugo Chávez aún ignora. Fue más fácil vivir contra Bush. Con Obama hay líneas rojas que no se pueden traspasar como el respeto a los Estados Unidos de América, la lealtad con los aliados y los compromisos con el gobierno global. |
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