domingo, 5 de abril de 2009

HISTORIA DE ESPAÑA.







Me han hecho unas preguntas, durante una conferencia en Milán, días pasados:

1) La interpretación más generalizada en Italia, quizás en el mundo, de la Guerra Civil Española es que ésta fue la consecuencia de una sangrienta sublevación desencadenada por una alianza de fascistas y reaccionarios en contra de una república legítima, democrática y progresista que intentaba implementar la justicia social. En el Meeting de Rimini de 2005, Vd. definió dichas ideas “Una de las victorias propagandistas más destacadas del siglo XX”. En cambio Vd. mantiene que la guerra estalló justo porqué la República había destruido la democracia y pone en tela de juicio sus logros en el ámbito de la justicia social. Explíquenos su postura.

Las ideas y posturas que siguen predominando aún hoy sobre la guerra civil española se basan, por una parte, en la ignorancia, y por otra en la propaganda, en particular la propaganda comunista. No fue propiamente la república la que destruyó la democracia, sino las izquierdas españolas, aliadas en el Frente Popular, quienes destruyeron la legalidad republicana, que era democrática en gran medida, pero no totalmente (Doy por supuesto que el lector de esta blog conoce bien el proceso de destrucción de la legalidad republicana, que llevó a la guerra civil, por lo que omitiré esta parte)


Por lo tanto, cuando los generales, es decir, una minoría de los generales, dan el golpe, ya no existe en España legalidad republicana, ni gobierno legítimo ni democracia, sino un proceso revolucionario abierto, y es contra este contra el que actúan los sublevados. Además, la intención del golpe, al principio, no era antirrepublicano, pero la dinámica del enfrentamiento hizo que las izquierdas se llamasen republicanas, aunque habían destruido la república, y que los sublevados descartasen la esta, por considerar que ella, y no la izquierda, habían traído el caos y la revolución, y que la democracia era imposible en un país bastante pobre y radicalizado como España. Una idea que estaba en boga en toda Europa, por la tensión entre comunistas y fascistas y la impresión muy extendida de que la democracia liberal pertenecía al pasado.


Aparte de la ignorancia de los hechos está la propaganda. La propaganda ha intentado hacernos creer que el bando del Frente Popular defendía la libertad. Pero basta examinar a los partidos componente de ese Frente para comprender que ello es imposible. Sus fuerzas principales fueron los marxistas revolucionarios del Partido Socialista, los stalinistas del Partido Comunista, y los anarquistas. Alrededor de ellos giraron los golpistas republicanos de izquierda y los nacionalistas catalanes, claramente golpistas en 1933 y 1934, y también los nacionalistas vascos, un partido extremadamente racista que en ello no se alejaba mucho de los nazis. Es imposible identificar a este conjunto con nada que se parezca a la libertad. Máxime cuando Stalin hizo más que ayudarles: los tuteló. Es asombroso que una patraña tan tosca y en el fondo estúpida haya convencido a millones de personas, pero la propaganda hace milagros, como vemos.


La guerra civil despertó en su tiempo pasiones por toda Europa, también por América y hasta en Filipinas. El mismo Mao Tse-tung recomendaba, muy equivocadamente, que los comunistas chinos libraran varias batallas como la de Madrid. Pero en nuestro tiempo podríamos preguntarnos qué interés puede tener volver sobre este pasado. En España, desde luego, tiene un interés muy actual, porque una gran parte del actual discurso político se apoya en la falsificación sistemática del pasado. En cuanto a Italia, aparte de que muchos italianos participaron en los dos bandos de la guerra española, tengo la impresión de que también tiene algunas cuentas que saldar con el pasado. Según me han dicho, se ha construido una especie de cerco en torno a los estudios de Renzo de Felice, y eso no revela buena salud intelectual, para empezar.


(Nota: Al considerar al fascismo una ideología de “clase media”, no originada en el temor a la “revolución proletaria”, sino reflejo de aspiraciones de clase propias, De Felice cae sin quererlo en la mentalidad marxista, tan inmensamente influyente todavía hoy. Nunca existió nada parecido a una “revolución proletaria” ni ideologías “de clase media”). (Pío Moa).

5 comentarios:

Anónimo dijo...

¿La propaganda??? ¿y en 40 años de dictadura franquista no fueron capaces de hacer creer que el frente popular eran tan criminales como ud. dice?

Jimi.

Sebastián Urbina dijo...

Primero.
Me gustaría haber sido yo el autor de este libro tan bien escrito y tan bien documentado.
Segundo.
Se ve que la dictadura franquista no era tan inteligente en materia de propaganda. Aquí hay un tema de investigación ¿cómo es que la dictadura franquista no fue capaz de hacer creer....?
Claro que el fondo del asunto no es 'hacer creer'. De lo que se trata es de aportar las pruebas documentales que avalan una explicación histórica u otra.

nika dijo...

Durante la dictadura franquista se quiso pasar página, reconciliar a las dos Españas y no hacer 'demasiado' escarnio del bando vencido.
En vista de los actuales acontecimientos, fue un tremendo error. Error repetido años más tarde, y en circunstancias completamente distintas, por Aznar, quien también quiso pasar página y no hacer 'demasiada' sangre con los errores y horrores del Psoe durante sus legislaturas anteriores. La izquierda nunca es tan compasiva...

saludos

Sebastián Urbina dijo...

La izquierda nunca es tan compasiva. Así es. Nunca quiere pasar página. De los errores o de las maldades de los demás. De las suyas, por supuesto. Si es que tiene algún error o maldad. Algo casi imposible de imaginar.

Manuel García Gargallo dijo...

"Durante la dictadura franquista se quiso pasar página, reconciliar a las dos Españas y no hacer 'demasiado' escarnio del bando vencido."

Nunca pensé que se pudiera dar una visión de la realidad del franquismo tan torticera y manipulada. ¡Por lo visto, la dictadura aún fue demasiado blanda e indulgente con los derrotados! ¡Cuanta compasion inmerecida con el rojerío, que tuvo que conformarse con unas "pocas" decenas de miles de fusilados o encarcelados, y centenares de miles de exiliados!

En nombre de unas ideas se pueden decir grandes animaladas. Pero esto ya es demasiado. Criticar al PSOE no otorga bula para mentir de esta manera tan gruesa. Qué penoso.