miércoles, 2 de octubre de 2024

SEXO: HOMBRE/MUJER

 

Sexo: hombre/mujer

Por Sebastián Urbina
miércoles 02 de octubre de 2024

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Japón se ve afectado por lo que se conoce como «sekkusu shinai shokogun», es decir, el «síndrome del celibato». Los datos afirman que uno de cada dos estudiantes sigue manteniendo la virginidad, mientras que el 60 por ciento de los jóvenes se niega a mantener relaciones íntimas. Prefieren las relaciones virtuales y creen que el amor es un obstáculo para sus carreras.

Una investigación de la Universidad de Tokio dice que los hombres de 25 a 39 años culpan de su virginidad al desempleo, a la inestabilidad laboral y a los bajos ingresos. Es un problema, aceptado como tal, por los gobiernos de Japón.

Parece ser que esta tendencia- con mayor o menor intensidad- también se da en Estados Unidos, Alemania o el Reino Unido. Al menos.

Entremos en harina. La mujer robot Sophia obtiene la nacionalidad de Arabia Saudita y se convierte en la primera ciudadana robot de un país. El 25 de octubre de 2017 sucedió un acontecimiento que pasó a la historia, y es que se le concedió al robot humanoide Sophia la ciudadanía saudí.

¿Quién es Sophia?

Sophia es capaz de sostener conversaciones, demostrar a través de su rostro gestos similares a los de las personas. La apariencia de Sophia es humanoide, es decir, tiene rostro, brazos, manos y, lo más atractivo, son sus gestos, los cuales le agregan un elemento diferenciador a la interacción.

La evolución de la robótica es espectacular. Y sigue avanzando. David Levy, doctor en robótica social, dice que los robots dotados de inteligencia artificial se integrarán por completo en la vida social y sexual de los humanos en las próximas décadas.

Destaquemos dos aspectos. Que hay una tendencia de los jóvenes- por lo menos en algunos países importantes- a no tener relaciones sexuales, por diferentes motivos. Aunque no alcanza a todos, el tanto por ciento es importante. Tan es así que, en el Japón, como dije, los gobiernos se lo toman como un problema.

El otro aspecto se refiere a la espectacular evolución de la robótica, que cambiará la sociedad, tal como la conocemos hoy.

Finalmente, me refiero a este problema- o nueva realidad- aplicado a España.

Como sabe cualquier persona mínimamente informada, gracias al gobierno de progreso que sufrimos (socialistas/comunistas/golpistas/separatistas y brazo político de ETA), una mujer puede acudir a un policía y decirle ‘este tío’ (al que llamaremos X) me ha violado, me ha acosado, o me ha tocado el culo. El policía, siguiendo los protocolos establecidos, detiene a X, lo esposa, y se lo lleva detenido a comisaría.

¿Cuál es el problema? Que la mujer (a la que llamaremos Y), no aporta ninguna prueba de lo que dice. Basta su palabra (como en la Edad Media, los nobles respecto de los siervos) para detener y llevarse esposado a X a comisaría.

En una sociedad democrática decente, se es inocente hasta que se demuestre lo contrario. En la España de progreso indecente, no es así. Un hombre es culpable, si lo dice una mujer. No se necesitan pruebas. ¡Yo sí te creo, bonita!

Si se demuestra- repito ‘demuestra’- que se ha producido la violación, abusos, etcétera, X debe pagar lo que establece la ley. Es lo que sucede en las democracias de verdad.

Lo grave- en España- es que hay denuncias por violación, agresión sexual, acoso sexual, etcétera, que son falsas. Su falsedad se prueba posteriormente. No queda otra. Sin embargo, el hombre X ya ha sufrido el trauma de ser detenido, esposado y llevado detenido a comisaría. Siendo inocente. Por la sola palabra de una mujer. Por algo son seres de luz.

Con estas injustas condiciones (además de las mencionadas al inicio), es previsible que muchos hombres prefieran tener relaciones sexuales con una mujer robótica. No les acusará de violación, ni de acoso sexual, ni se hará la víctima, y dará satisfacciones sexuales similares a las mujeres reales.

También habrá robots masculinos, pero creo que menos. Las mujeres saben que, relacionándose sexualmente con hombres, no serán detenidas y esposadas por la policía, debido a una denuncia por violación, abuso, o acoso sexual. La palabra de un hombre no vale tanto como la de una mujer. Lo de la igualdad ante la ley, es de derechas.

La guerra de sexos y la criminalización de los hombres, iniciada por la izquierda feminista y memos de progreso, adquiere una nueva dimensión.

¿Qué nueva vileza inventará la izquierda y tragarán los borricos de siempre? O sea, los supremacistas de izquierda y los acomplejados de derecha.

PD: Aclaro. En series y películas salen- frecuentemente- los ‘supremacistas blancos’, gente mala que se cree superior. Es la misma enfermedad de los socialistas y sus amigos separatistas. Se creen superiores. Lo peor es que hay borregos que tragan esta idiotez. Incluso en la derecha centro centrada.

Sebastián Urbina.



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