miércoles, 10 de febrero de 2016

ESPAÑA, PAÍS DE ANALFABETOS POLÍTICOS.

 (El bipartidismo PP/PSOE ha sido nefasto. Pero mucha gente cree que cambiar supone ir a mejor. Están profundamente equivocados.

De momento, lo menos malo parece Ciudadanos. Dado que se necesita un gobierno estable, desearía que Ciudadanos, PP y Psoe, con las cesiones oportunas, formaran gobierno. 


Y se comprometieran a promulgar unas normas anticorrupción claras y rotundas. Con severos controles. 


El resto- Podemos y separatistas- me parece un drama.)









ESPAÑA, PAÍS DE ANALFABETOS POLÍTICOS.

 
España se acerca a Portugal y se aleja de los grandes países de la Eurozona, como Francia y Alemania. El Wall Street Journal compara a Pedro Sánchez con Antonio Costa, el líder de los socialistas portugueses, que ha alcanzado un acuerdo con la izquierda para para desbancar a los conservadores, pese a perder las elecciones.

El diario económico define a Podemos como un partido "radical" cuya "única experiencia en política es asesorar a los Gobiernos venezolanos de Hugo Chávez y Nicolás Maduro". A juicio del prestigioso rotativo, "la posición de Sánchez es más débil que la de los socialistas portugueses", ya que tienen solo 90 escaños de los 350 que componen el Congreso de los Diputados.  Asimismo, recuerda que es el peor resultado de la historia del PSOE.
En Portugal, Costa fue capaz de formar gobierno con el apoyo de los tres partidos más pequeños. Asimismo, señala que solo tiene 21 escaños más que Podemos, por lo que tendrá que tratar a Podemos en una relación de "casi iguales".

"Incluso entonces, es probable que necesite el respaldo parlamentario de media docena de partidos más pequeños, incluyendo catalán y los partidos separatistas vascos", ha señalado. "Sánchez también tendrá que superar la resistencia profunda dentro de su partido a Podemos, cuyo liderazgo no tiene experiencia de gobierno que no sea como asesores de Venezuela, Hugo Chávez y Nicolás Maduro", ha considerado el rotativo.
"Pese a ello -continúa- Sánchez hará todo lo posible para lograr un acuerdo aunque sólo sea para sobrevivir en política". "Si fracasa, la alternativa sería una gran coalición con el Partido Popular, lo que sería un anatema para muchos socialistas, dada la larga enemistad entre las dos partes, o nuevas elecciones".


En caso de que los inversores estén preocupados los  funcionarios socialistas hacen hincapié en la larga trayectoria de su partido como un partido de centro-izquierda responsables del Gobierno e insisten en que no haría nada para poner en peligro la recuperación. Así afirma que se respetarán las normas de la zona euro y cumplir con los términos del rescate bancario de la zona euro con fondos de España: que no interfiera en la gestión de los bancos controlados por el Estado y que se compromete a su última privatización. No obstante, el documento ya apunta a una renegociación del déficit con Bruselas, como ya hizo el Podemos griego con Alexis Tsipras al frente.

Para el WSJ hay al menos "tres riesgos": La primera es que una coalición de izquierdas se ejecutará rápidamente en un grave enfrentamiento con Bruselas sobre la política presupuestaria. España ya está faltando a su metas fiscales por un amplio margen.

A pesar de una recuperación robusta, la Comisión Europea estima que el déficit presupuestario de España fue del 4,8% el año pasado, en comparación con un objetivo del 4,2%, y es probable que se mantenga en el 3,6% este año, en comparación con un objetivo de debajo del 3%. La comisión estima que el presupuesto de España para este año dejaría un déficit estructural subyacente, excluyendo los efectos cíclicos, de alrededor del 2,5%, un déficit de 1,4 puntos porcentuales bajo las reglas de la zona euro. Eso sugiere que se requerirá un ajuste fiscal sustancial para restaurar el cumplimiento. Los socialistas dicen que van a renegociar los objetivos.

Un enfrentamiento serio con Bruselas podría dar lugar a un aumento de los intereses de los préstamos, sobre todo si había cualquier riesgo que el Banco Central Europeo podría dejar de comprar bonos del gobierno español. Sin embargo, parece poco probable este escenario. Esto es en parte porque el aumento de rendimiento de los bonos podría ejercer una presión que obligaría al PSOE a dar marcha atrás.

Moscovici ayuda a los socialistas

Bruselas está mostrando cada vez mayor flexibilidad en su interpretación de las normas. La semana pasada, evitó una confrontación políticamente explosiva con Lisboa, al sancionar un presupuesto que por su propio análisis entregado sólo un 0,1% de ajuste fiscal estructural, en comparación con un objetivo del 0,6%. De hecho, los conservadores en España y en otras partes creen que Pierre Moscovici, comisario de la Unión Europea para asuntos económicos y financieros y un ex ministro de Finanzas de Francia, está haciendo lo que puede para ayudar a sus compañeros socialistas, sobre todo en Lisboa y Madrid.

El segundo riesgo que identifica WSJ se basa en un menor ritmo de implementación de las reformas favorables y revertir las medidas existentes. De esta forma, tanto PSOE como Podemos quieren deshacer las reformas recientes del mercado de trabajo, aumentar el salario mínimo e introducir políticas de bienestar y fiscales que los temores de Bruselas podrían socavar los recientes avances en materia de competitividad y "disuadir la inversión".


Estas consecuencias afectarán negativamente al crecimiento potencial a largo plazo, lo que a su vez podría plantear nuevas dudas sobre la sostenibilidad a largo plazo de la deuda pública, que ya se sitúa en más del 100% del PIB. Aún así, estos riesgos se materializarán sólo lentamente, y no mientras que el BCE sigue comprando bonos soberanos.

Una coalición de izquierda sería probable que también lucha por encontrar soluciones para el drama constitucional de España. El nuevo gobierno de Cataluña se propuso el mes pasado un calendario de 18 meses para desconectarse de España, un resultado que sumiría a España y Europa en el caos. "Madrid claramente necesita para atajar este riesgo a través de un nuevo acuerdo constitucional", defiende el rotativo. "Eso sería bastante difícil para Sánchez si él lleva un Gobierno que cuenta con el apoyo de los partidos separatistas. Pero sería imposible sin la cooperación del Partido Popular, que controla el Senado".

 Para la reforma constitucional se necesita 3/5 del Congreso y del Senado, convocar elecciones y que el nuevo Gobierno ratifique la reforma.

Así, cree que la mejor solución pasa por una coalición entre PP y PSOE.

(La Gaceta)

No hay comentarios: