El correo enviado por una asesora de Moncloa en el que solicita a una de las empresas patrocinadoras de la cátedra de Begoña Gómez en la Complutense que la siguiera financiando constituye una prueba flagrante de que la mujer de Pedro Sánchez se valió de un cargo público para sus negocios particulares.
Es la prueba del nueve de que Begoña Gómez utilizó la estructura de la Presidencia del Gobierno para su estricto interés personal, algo que encajaría en la tipificación de los delitos por los que está imputada.
La prueba documental no sólo complica el horizonte penal de Begoña Gómez, sino que coloca en una compleja situación al jefe del Ejecutivo, obligado a explicar si sabía que su mujer utilizaba a asesores nombrados por su Gobierno para impulsar sus actividades profesionales.
Si así fuera, Pedro Sánchez también entraría peligrosamente en un escenario procesal de imprevisibles consecuencias.
(OkDiario/15/11/2024.)
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