SÁNCHEZ LE HABLÓ AL VACÍO EN DAVOS.
La imagen era patética. Sánchez intentando hilvanar las cuatro consignas que él cree que son su tabla de salvación frente a una sala en la que sólo le escuchaba su séquito más cuatro gatos despistados.
Setecientos cuatro asientos vacíos, más o menos la mitad de la sala, se quedaron vacíos según informamos en este diario. Asientos que, con la paciencia que caracteriza a esos objetos, no tan solo han de soportar según que posaderas sino que, además, han de tragarse las paparruchadas que se digan.
En este caso fue más de lo mismo, porque Sánchez tiene un repertorio poco variado: freno a la extrema derecha, resiliencia, perspectiva de género, la insoportable y acientífica cantinela del cambio climático e insistir en que es el más mejor del mundo mundial.
(Miguel Giménez/VozPopuli/24/1/2025.)
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