Por lo tanto solo cinco comunidades lo hacen bien y en cambio otras 11 no consiguen que sus ciudadanos logren recuperar su nivel de riqueza.
Las tres peores son Castilla La Mancha, que pierde un 1,74 %, Cataluña que pierde un 2,01 % y Extremadura que pierde un 2,24 %. Dos comunidades lideradas por el socialismo en aquella época y la Cataluña independentista gobernada por Junts y Esquerra, que demostraron su total y absoluta nula capacidad de gestionar.
Aquí está la pura realidad. Por un lado, la Comunidad de Madrid, dirigida por una mujer, Isabel Díaz Ayuso, que se enfrentó al socialismo, bajó los impuestos y apoyó al comercio y a la restauración que hace que la economía de los madrileños sea la mejor de este período.
Por el otro tenemos a la Generalitat de Cataluña, con 15 impuestos autonómicos y la cerrazón de sus dirigentes, que colocó a los ciudadanos de Cataluña en la penúltima posición en la recuperación de su riqueza.
Dos modelos de gestión completamente diferentes, con dos resultados totalmente opuestos.
(José Ramón Riera/El Debate/26/12/2024.)
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