En Nueva Orleans, un ex militar llamado Shamsuddin Jabbar sembró el caos al atropellar a una multitud y abrir fuego indiscriminadamente, mientras en Las Vegas una explosión junto al Trump Hotel dejó un rastro de preguntas sin respuesta.
A pesar de esto, el FBI, con una prisa burocrática difícil de entender, declaró rápidamente que «no se trata de un ataque terrorista». ¿Cómo explicarlo? ¿Exceso de corrección política o simple incompetencia?
El FBI puede insistir en que esto no es terrorismo, pero el sentido común dice lo contrario.
Por desgracia, vivimos en una era en la que los hechos son menos importantes que las narrativas, y la narrativa progresista dicta que todo es culpa de “problemas sistémicos” que mágicamente desaparecen con políticas inclusivas y discursos vacíos.
El
enemigo, al mismo tiempo, sigue afinando sus métodos, porque saben que
la debilidad siempre es una oportunidad.
(Jorge Mestre/OkDiario/3/3/2025.)
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