Pedro Sánchez se sacó de la chistera el conejo ese del muro para aislar a la derecha extrema y la extrema derecha e impedir que volviera a gobernar.
Y los tontos y tontas del bote le compraron la idea aplaudiendo con las orejas. Lo que no deja de ser ein Eiserner Vorhang, en palabras de Goebbels; es decir, una cortina de hierro (traducción del alemán), en este caso con idea de impedir que el centroderecha volviese a gobernar y le funcionó bien el 23 de julio de 2023 gritándonos ¡que viene la extrema derecha, que viene el fascismo!
El resultado, destaparse una corrupción nauseabunda, pero como dirían los tontos y las tontas del bote, al menos no gobierna la derecha.
Sin reparar –por eso son tontos y tontas del bote, o sea sumamente tontos- que en realidad solamente era el intento de anular la credibilidad y la fiabilidad del discrepante y mantenerse en el poder. Solo eso, tontos y tontas del bote.
(Fernando Merino/OkBaleares/16/1/2025.)
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