VANCE Y PEDRO SÁNCHEZ.
El vicepresidente de EE. UU, JD Vance, con motivo de la Conferencia de Seguridad, en Múnich, en la que se abordan posibles soluciones para terminar con la guerra en Ucrania, atacó duramente a las democracias europeas. ¿En qué sentido?
Dijo que el mayor peligro de Europa no viene de fuera, de Rusia o de China sino de dentro de la propia Europa. ¿Por qué? Porque hay gobiernos europeos que, no solamente se alejan de sus valores tradicionales, sino que ignoran las preocupaciones de sus ciudadanos. Como, por ejemplo, la inmigración y la libertad de expresión.
Puso algunos ejemplos para justificar sus palabras.
"Ningún votante de este continente acudió a las urnas para abrir las compuertas a millones de inmigrantes sin controles".
El ejemplo de un veterano del ejército británico que oraba en silencio frente a una clínica de abortos. Fue condenado por traspasar una zona de seguridad de 150 metros alrededor del centro. Vance argumentó que "las libertades básicas de los británicos religiosos" están amenazadas.
Se refirió a las elecciones presidenciales en Rumania, que fueron anuladas después de que documentos desclasificados sugirieran que habían sido objeto de interferencia estatal rusa.
Recordemos que los partidos alemanes del establishment (incluidos CDU y SPD, los dos ‘grandes’), han anunciado públicamente que boicotearán al partido AFD, segundo en intención de voto. Anuncian ‘cordón sanitario’ porque AFD sería ‘ultraderecha’. A pocos días de las elecciones generales alemanas, el 23 febrero 2025.
El líder socialdemócrata alemán (Olaf Scholz) instó a los partidos a boicotear a la extrema derecha tras su victoria electoral. Centenares de personas se movilizaron en distintos estados para manifestarse contra el incremento de la extrema derecha y sus resultados positivos en las elecciones regionales. (The Washington Post)
En resumen, los partidos del establishment deciden que hay ciudadanos que votan mal. ¿Por qué? Porque son de ultraderecha. Un grave peligro para la democracia.
El partido de Geert Wilders (Partido por la Libertad), la extrema derecha holandesa, llega al poder explotando el desencanto. (El Salto/mayo 2024.)
En Francia, en las pasadas elecciones generales- Junio/julio 2024-, en la primera vuelta, Marine Le Pen (ultraderecha) consiguió doce millones de votos. La que más.
Pasa algo parecido (FPO/29% de votos) en Austria. En Italia, gobierna Meloni, que fue considerada fascista por la gran mayoría de medios de comunicación europeos.
Todos estos casos y más, serían ejemplos de ultraderecha/extrema derecha, que deberían ser expulsados del juego democrático por ser un peligro para la democracia.
En España sucede algo parecido. Recientemente, declaraciones del presidente de gobierno Pedro Sánchez, en el Congreso del PSE-EE. ‘Sánchez pide a Feijóo romper con Vox y alejarse de la "internacional ultraderechista’. (Onda Cero/febrero 2025.)
Veamos hasta dónde llega la caradura progresista de los políticos del establishment. Pedro Sánchez, gobierna con socios comunistas. El Parlamento europeo declaró en 2019 que Comunismo y Nazismo fueron las dos doctrinas más criminales del siglo XX.
También con separatistas antiespañoles, públicos y notorios, con golpistas catalanistas que anuncian que repetirán el golpe de Estado, y con Bildu, los herederos políticos de la banda terrorista ETA.
Pero el peligro para la democracia es Vox, según el ‘Caudillo Sánchez’, su tropa de sectarios votantes y criadas mediáticas subvencionadas. Veamos los estatutos de Vox:
Artículo 3.2. FINES.
La defensa de la libertad individual, el Estado de Derecho, el imperio de la ley, la independencia de la Justicia y el sistema democrático.
Afirmar que Vox es ultraderecha/extrema derecha, queriendo decir que es antidemocrático, es de burros de dos patas, o gentuza que miente a conciencia.
No hay que perder el tiempo con personas que no quieren razonar. Recordemos que Pedro Sánchez divide el mundo en ‘buenos’ (ellos) y ‘malos’, (la fachosfera). De momento, Vox. Pero…
Sánchez vincula a Feijóo con la "multinacional ultraderechista" de Trump y le exige que rompa "todos sus pactos" con Vox. El presidente del Gobierno realimenta su estrategia frentista contra la oposición en España y sitúa a la "socialdemocracia" como la salvación de Europa. (El Mundo)
¿Por qué Sánchez y sus colegas europeos (defensores del establishment socialdemócrata), criminalizan a los discrepantes llamándoles ‘ultraderecha’?
Temen que los electores despierten y se den cuenta de que esta tropa socialdemócrata/progresista, los lleva a la ruina (económica, política y moral), y dejen de votarles. Adiós al sillón. Vuestro tiempo ha terminado.
Sebastián Urbina.
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