martes, 15 de noviembre de 2005

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Leo (LibertadDigital/14-11-2005) las declaraciones de FERNANDO SAVATER:
'La manifestación del 12-N fue una de las cosas más bochornosas que han pasado en este país en el último tiempo. dice que lo visto fue 'el siglo XVI revelándose contra el XXI' y que la manifestación 'estaba basada en mentiras, en abusos y en gente que ha querido defender sus privilegios, de manipulación y oscurantismo a toda costa, inventando historias innecesarias'. En definitiva, 'un espectáculo sotanesco'.

No esperaba estas declaraciones, estúpidas e injustas, de Fernando Savater. Trataré de justificar mi crítica.

PRIMERO.
El artículo 16 de nuestra Constitución dice: 'Se garantiza la libertad ideológica, religiosa y de culto de los individuos y las comunidades sin más limitación, en sus manifestaciones, que la necesaria para el mantenimiento del orden público protegido por la ley'.

La manifestación del 12-N fue un ejemplo en este sentido, a diferencia de otras 'muy progres' que no lo fueron. Todo lo contrario. De modo que el 'espectáculo sotanesco' mostró un civismo que el 'espectáculo progre' fue incapaz de mostrar.

SEGUNDO.
El artículo 27.3 de nuestra Constitución dice: 'Los poderes públicos garantizan del derecho que asiste a los padres para que sus hijos reciban la formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones'.

Según Savater, los dos millones de personas que se manifestaron lo hacían basadas en abusos y mentiras. Esta es una acusación muy fuerte que debe probarse. En primer lugar, si los manifestantes se hubieran manifestado (y además cívicamente, no como otros) en apoyo de la enseñanza religiosa, estaban en su pleno derecho. Un derecho reconocido a ciudadanos del siglo XXI por una Constitución democrática de 1978. Pero es que no fue así. El que miente es el lenguaraz Savater, como se verá a continuación.

TERCERO.
La manifestación no sólo protestaba por la precariedad de la enseñanza de la religión católica sino ADEMÁS porque la LOE (seguidora lamentable de la LOGSE) no valora el esfuerzo y el mérito personal, tiende a la igualación en resultados más que en oportunidades, facilita el debilitamiento de un modelo educativo común para toda España, muestra desconfianza ( u hostilidad) hacia la escuela concertada, y no apoya suficientemente la necesaria autoridad de los maestros en el proceso educativo. De ahí la patraña (típica de la izquierdona) de denunciar a los manifestantes de oponerse a reformas 'progresistas'(?) y defender 'privilegios del siglo XVI', o cualquier otra chorrada.

CUARTO.
El Consejo de Estado (en su informe del mes de Julio) dijo, entre otras cosas, que no había ningún informe del Gobierno socialista que explicara la necesidad la Ley Orgánica de la Calidad de la Enseñanza (LOCE) aprobada por el PP. Es decir, el PSOE propone una reforma educativa sin haber podido evaluar los resultados de la ley educativa anterior. A esto se le llama 'progresismo' Es cierto que el PP modificó la LOGSE, pero ya llevaba doce años en vigor.

La segunda crítica del Consejo de Estado se refiere a la devaluación de la enseñanza como transmisión de conocimientos y una clara restricción de la libertad de elección de centros por parte de los padres.

Una tercera crítica es que la ley no enfatiza que el estudio, la disciplina y el esfuerzo para adquirir conocimientos, son elementos clave para que los jóvenes lleguen a ser buenos ciudadanos.

Finalmente, que la sociedad ya tiene datos para valorar un sistema educativo tan poco exigente con los alumnos, tan desconfiado con los centros concertados y tan poco respetuosos con los profesores.

Todo lo anterior me permite afirmar que las declaraciones FERNANDO SAVATER son 'gilipollescas' o 'progresotanescas'. Ya metió la pata con el apoyo al talante dialogante del Presidente Rodriguez con 'el entorno etarra', lo que motivó las críticas de Mikel Buesa, entre otros. Lo lamento porque siempre he tenido gran simpatía por la actitud y la obra (en general) de Savater. Pero repetiré lo que dijo Aristóteles (aunque no le llegue a los calcetines) cuando, después de criticar a Platón, le preguntaron si era amigo suyo: 'Amicus Plato sed maius amico veritas' (Soy amigo de Platón pero mayor amigo de la verdad).

Sebastián Urbina.

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