martes, 7 de febrero de 2006

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Veo y oigo por televisión española las declaraciones del socialista Josep Borrell, diciendo que en Europa defendemos la libertad de expresión pero los derechos tienen un límite. La libertad de expresión tiene el límite del respeto a los demás'. (7-1-2006)

Título: SIGUE LA HIPOCRESÍA GENUFLEXA DE LA IZQUIERDONA.


Hace tiempo, tal vez un año, en una cadena española de televisión, los encargados de un programa metieron la efigie de un Cristo en un microondas. Se rieron mucho. Ya no se trata de hacer caricaturas de Jesucristo sino meterlo en un microondas. Las críticas que se hicieron a esta falta de respeto, fueron consideradas por la prensa progre, reacciones fachas. Católicos reaccionarios. Derecha pura y dura y otras profundas reflexiones de la ideología izquierdista. No corrieron a gorrazos a ninguno de estos progres de salón, ni quemaron sus coches, ni sus casas, ni el edificio en que estaba la cadena de televisión en cuestión.

Sin embargo, ahora se trata de 'OTRA' religión. Hay que resptarla. La desfachatez y estupidez genuflexa del rojerío es inaudita. Es, además, miserable cobardía. Se atreven a insultar al Papa, a Jesucristo y a quien haga falta porque saben que no les van a correr a gorrazos. Pero los muy cobardes rechazan caricaturas a Mahoma porque podría pasarles algo. Estas son las varas de medir de la izquierdona.

Una vez más. Lo grave no son estos sectarios con aires de superioridad moral, sino que haya ciudadanos que les voten.

Por cierto, la reacción ESPONTÁNEA (????) de los radicales islamistas se ha producido CUATRO MESES DESPUÉS de que se hicieran las caricaturas.

Sebastián Urbina.

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