viernes, 24 de noviembre de 2006

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Leo (ElMundo/24/11/2006)


RUBALCABA DESTACA QUE LA COMUNIDAD ISLÁMICA EN ESPAÑA ES TOLERANTE, LIBERAL Y OCCIDENTALIZADA ...
estudio pionero realizado por el catedrático de Sociología, José Juan Toharia sobre la cultura cívica musulmana ...
Es cierto que según el sondeo, hay también un 4% de islámicos a favor de utilizar la violencia con fines religiosos pero, tranquilos, no se preocupen porque, según explicó Toharia, en todas las sociedades existe un 4% de ciudadanos radicales ...
Toharia llegó a afirmar: 'Los musulmanes son una comunidad indistinguible de los españoles'.




Título de la noticia: ALICIA EN EL PAIS DE LAS MARAVILLAS.



¡Ojalá sea cierto! Por si no lo fuera, ahí van algunas consideraciones.


PRIMERO.

Dice Serafín Fanjul, catedrático de literatura árabe en la Universidad Autónoma de Madrid:

Pregunta: ¿Ve viable la propuesta de Zapatero que presentó en la ONU?

Respuesta: La alianza de civilizaciones de Zapatero, aparte de una frase bastante cursi, no tiene ni pies ni cabeza. ¿Qué vamos a aliar? ¿El aceptar que se pueda decapitar a los apóstatas o lapidar a las adúlteras? ¿O es que realmente piensa que, a base de poner la otra mejilla, va a convencerles para que sean de otra forma? España debe tener una política firme, saber que es un país occidental, de cultura latina, de base social histórica y cristiana sin la más minima discusión ... Añade Serafín Fanjul que 'desde que decidió desmitificar la feliz convivencia de religiones en la España islámica se encontró con una muralla de gente atemorizada, y la recomendación de muchos colegas de que no siguiera por esta línea'.


Si la comunidad islámica en España es liberal, tolerante y occidentalizada, como dice Rubalcaba ¿POR QUÉ HAY TANTOS ESPAÑOLES ACOJONADOS?


SEGUNDO.

Dice Anthony Giddens, director de la London School of Economics:

'El fundamentalismo no es sólo la antítesis de la modernidad globalizadora, sino que le plantea interrogantes. El más importante es éste: ¿podemos vivir en un mundo en el que nada es sagrado? Debo decir, en definitiva, que no creo que sea posible. Los cosmopolitas, entre los que me cuento, deben dejar claro que la tolerancia y el diálogo pueden estar guiados por valores de alcance universal ... La moralidad cosmopolita tiene que estar guiada por la pasión. Ninguno de nosotros tendría algo por lo que vivir si no tuviéramos algo por lo que merece la pena morir'.

Creo que mis admirados lectores entienden mis sentimientos de disgusto y hastío hacia los 'progres'. Una sociedad que no tiene valores que defender es una sociedad muerta. Es un cadáver viviente. El estúpido 'buenismo' no arregla, ni arreglará nada. Las mentiras tampoco. Hay que afrontar los problemas. Hay que ofrecer respeto a cambio de respeto. No hay que arrodillarse salvo que se carezca de dignidad o el miedo haya ensuciado ya los pantalones. Humillarse no sirve de nada. Si no tenemos valor para defender nada, salvo ir de copas, que nos arrollen cuanto antes. ¡Cuánto desprecio deben sentir nuestros enemigos (si los hay, malvado de mí) al ver que llevamos los dodotis puestos!

¿Cuántas manifestaciones de repulsa ha hecho ( a la masacre islamista del 11-M) la comunidad islámica en España, que es liberal, tolerante y occidentalizada?


TERCERO.


Ayaan Hirsi Ali, una etíope de 23 años, huyó a Holanda cuando su padre le dijo que tenía que casarse con un pariente lejano, que no conocía, en Canadá. Una vez en Holanda, militó en el Partido Socialdemócrata pero se enfrentó a sus compañeros porque criticaba la política de inmigración multiculturalista. Los progres holandeses le acusaban de 'avivar el fuego de la extrema derecha'. Como ven, igual de idiotas que aquí. Ayaan decía que si los socialistas respetan ciertas costumbres tradicionales, ayudan a mantener sojuzgadas a las mujeres. Su enfrentamiento le llevó a abandonar el partido socialista y alistarse en el liberal, en el que los derechos de las mujeres están por encima de las costumbres colectivas, si éstas chocan con los derechos humanos.

¿Y luego dicen que los liberales son carcas? Los progres son lo más carca que hay. Por cierto, Ali tuvo que huir de Holanda ya que el asesino del cineasta Theo van Gogh (que mostró el sometimiento de la mujer en el islam en un corto) dejó un papel en el que estaba el nombre de la mujer etíope.

El multiculturalismo que reivindican los 'progresistas', 'la izquierda', es una apuesta y una exigencia de secesión cultural que termina en getos culturales. Como si en España no bastara con los pequeños reinos de taifas. Ahora habría que añadir la tribalización de la cultura. Esto es lo que tiene que ofrecer 'la izquierda'. ¡Y se creen moralmente superiores!

El gobierno australiano ya ha avisado a las comunidades islámicas que viven en su país, que si aceptan y respetan los valores básicos que Australia se ha dado, son bienvenidos. En otro caso, tienen que irse. O sea, los extranjeros no pueden venir y mantenerse como 'extraños'. Tienen que respetar, al menos, nuestros valores básicos. El pluralismo acepta las culturas, siempre que sean tolerantes. El multiculturalismo no.

Pero si no tenemos valores que defender porque somos una sociedad superficial y relativista ¿Cómo afrontaremos los retos que vengan? No se preocupen, los pseudosocialistas tienen la solución: la LOGSE y ahora Educación para la Ciudadanía. ¡Se lo creerán todo y lo respetarán todo, incluso que les despellejen! En nombre de la tolerancia, claro.





Sebastián Urbina.

PD-1. El que 'en toda sociedad hay un 4% de radicales' es una chorrada. Lo que aquí interesa es si este cuatro por ciento cree, o no, en la guerra santa. Si, por ejemplo, hay un millón de musulmanes en España, quiere decir, según el informe, que hay unos 40.000 radicales, y radicales islamistas quiere decir partidarios de la guerra santa contra el infiel. Dicen Rubalcaba y su amigo que esto no supone un peligro. ¡Mejor para nosotros! Pero ¿es cierto? Esto es otra cosa.

PD-2. Concretemos lo que han dicho los políticos australianos. El primer Ministro John Howard, el tesorero Peter Costello y el Ministro de Educación Brendan Nelson, han dicho, públicamente, a un grupo de líderes musulmanes:

'Si ustedes no son felices aquí, entonces, márchense. No les forzamos a venir aquí. Ustedes pidieron estar aquí. Entonces acepten el pais que eligieron'.

Como ven, estos políticos australianos son una cuadrilla de fachas sin escrúpulos. Además, estoy seguro de que lo dijeron sin sonreir. ¡Lo que tienen que aprender de nuestro Presi Rodriguez!

1 comentario:

Esperit Lliure dijo...

Totalmente de acuerdo.
Es evidente que en las sociedades o países islámicos no se ha producido una “separación” práctica de poder político y poder religioso, comunidad política y comunidad de creyentes, y su consecuencia directa de plena libertad religiosa y política, y abandono de la teocracia, conquista obtenida en occidente tras largos siglos de luchas encarnizadas, de persecuciones fraticidas, de sangre, sudor y lágrimas. Solo con esta conquista pudo por fin ponerse fin al horror y se pusieron las bases del florecimiento económico y cultural de occidente.
Bien es cierto que incluso en occidente esta conquista de la libertad religiosa y política y de la separación radical de ambos ámbtos no está garantizada de una vez y para siempre: Ha habido gravísimos retrocesos, y sigue habiéndolos.
Así, el comunismo y el nazi-fascismo fueron en su momento verdaderas “religiones” de Estado, de vocación totalitaria, que suprimieron libertad política y religiosa, “Teocracias” sin Dios, en las que el lugar de este fue ocupado por abstracciones criminales como “la emancipación del proletariado” o “la patria”, verdaderas armas de destrucción masiva en cuyo nombre se asesinó por millones.
El holocausto del pueblo judío, los crímenes y purgas estalinianas fueron los crímenes o guerras de religión del S. XX.
La amenaza actual más grave a la libertad religiosa y política, (que son inseparables) y a la separación de las cosas de Dios y las cosas del César propia de occidente, el nuevo intento criminal de mezclar el ámbito de lo sagrado y de lo político lo constituyen, dentro de occidente, el nacionalismo etnicista, (con los mismos rasgos de tendencia a la sacralización y mitificación del poder, concentración en las mismas manos del poder político y de un poder “religioso”, (en el que el lugar de Dios o en simbiosis con éste esta la nación vasca, o catalana, o la que sea…), progresiva supresión de libertades individuales, represión y persecución del distinto, limpieza étnica, uso de la violencia al servicio de la sagrada causa, irracionalismo, sentimentalismo desbocado…), y llegando desde fuera, pero cada vez más presente dentro, el fundamentalismo islámico.
La lectura del Corán resulta demoledora: La violencia contra el infiel parece atravesarlo de parte a parte.
No obstante, lo mismo, (en mayor o menor medida) ocurre con las demás religiones del libro: Sansón mató a 10.000 filisteos con una quijada de asno, y la tierra prometida fue ocupada con la masacre de sus antiguos ocupantes, hombres, mujeres y niños, con la bendición de las alturas.
Sin embargo, ello no ha impedido que judíos y cristianos hayan sabido reinterpretar sus textos sagrados, y hayan aceptado integrarse en Estados con separación de poder político y religioso y libertad de cultos.
¿Por qué no habrían de poder hacerlo los musulmanes? No solo pueden, sino que deben hacerlo, en sus propios países y en los países occidentales que los acogen, y en estos últimos debe serles exigido, y si no lo hacen deben marcharse o ser expulsados por razones de orden público.
Más vale ponerse una vez rojo que ciento amarillo, y si no que le pregunten a los franceses cuyos coches se queman o a los ingleses que pagaron con sus impuestos pisos de protección oficial a uno de los fanáticos que hizo estallar el metro de Londres el 7-M.
En que se parecen los arquetipos de nacionalista e islamista, los Arzalluz y los Bin Laden ? Se parecen bastante: En que ambos usan lo sagrado, lo mágico, lo religioso (“la nación vasca”, “Alá”) para intentar hacerse con el poder (con ayuda de mamporreros o siendo mamporrero él mismo), y en caso de lograrlo, perpetuarse en él “ad calendas graecas”.