domingo, 8 de abril de 2007

NOTICIAS COMENTADAS (256)


Leo (ABC-Cultural/8/4/2007)


'PCE (Partido Comunista de España): Clandestinidad, transición y decadencia ... Tuvo un papel esencial en la Transición, pero ni antes ni después supieron desprenderse de sus dogmas y prejuicios ... El partido que se emocionaba al ver a la Pasionaria y a Alberti sentados en el Congreso fue durante décadas uno de los grandes enemigos de la democracia liberal ... El Partido Comunista de Francia fue la fuerza dominante entre 1945 y 1978, en que descendió hasta el 20% de los votos. Ahora, la intención de voto está entre el 2 y el 4%. En Italia, los dos partidos comunistas (PCI y Refundación Comunista) son partidos anacrónicos, pero recogen entre el 8 y el 9% de los votos. Son valientes en la lucha contra la mafia y aceptan las reglas del juego ... En Portugal, ni siquiera la caída de la URSS les hizo moverse un dedo de la ortodoxia. Actualmente están con el 7'5% de los votos'.



Título de la noticia: La utopía perfecta y la realidad imperfecta.




Lo digo sin presumir ni arrepentirme, porque no hice daño a nadie. Al menos de forma consciente. He participado en las dos iglesias más influyentes de mi tiempo, aunque no pretendo equipararlas. Una, la católica sigue su camino, con mayor o menor fortuna. La otra, la comunista, está en el desván de los recuerdos. Malos.


¿Enseña algo la decadencia del comunismo? Yo creo que sí. Otra cosa es que muchos quieran aprenderla. La lección es que las utopías fuertes (y el comunismo es un ejemplo) son dañinas para los individuos y las sociedades. Sólo deberíamos aceptar utopías débiles. ¿En qué consiste la diferencia? Las utopías fuertes pretenden dar la vuelta al calcetín. Pretenden reconstruir la sociedad desde sus cimientos. Pretenden crear el ''hombre nuevo'', como si los seres humanos fuéramos de plastilina. Para ulteriores precisiones pueden ver mi libro '
La tentación de la ignorancia' que sale al mercado el próximo Mayo.


En cambio las utopías débiles se plantean retos que podemos alcanzar. Con grandes esfuerzos pero alcanzables. Por ejemplo, un sistema de enseñanza mejor, que nos saque de las últimas posiciones de Europa en calidad educativa. Es difícil, pero posible.



¿Tienen algo que aportar los comunistas actuales? En mi opinión, lo único que pueden hacer está en el ámbito del comportamiento personal. Por ejemplo, los comunistas italianos son valientes contra la mafia. Por supuesto, los comunistas deben aceptar las reglas del juego. En otro caso serían un peligro antidemocrático. No meterse dinero público en el bolsillo, no dar mal ejemplo como ciudadanos, funcionarios o políticos. No construir chalets en terrenos prohibidos y un largo etcétera. Sus grandes ideas son grandes fracasos, acompañados de gran sufrimiento.



Alguien podría decir que la iglesia católica también representa una utopía fuerte. En primer lugar, no me corresponde a mí defenderla. Pero no es lo mismo prometer el paraíso en la tierra que en el cielo. El paraíso en la tierra ha traído enormes sufrimientos. Mientras la iglesia, católica o no, predique el amor, la concordia y la paz (no al precio de la indignidad), está haciendo un buen servicio a la sociedad. Al margen de la necesidad espiritual/religiosa que los individuos concretos puedan tener. Por otra parte, el cristianismo es uno de los pilares de la construcción de Europa. Derechos individuales incluidos. Guste o no.



Por cierto, al menos los comunistas italianos son valientes frente a la mafia. ¡Ojalá los socialistas españoles lo fueran con la mafia vasca! Ya no hablo de Madrazo. Prefiero no decir palabras malsonantes. O sea, los socialistas vascos que mandan, se han rendido a la mafia. El penúltimo episodio repulsivo lo han escenificado en Ermua.



Y si el comunismo es una antigualla (cuyos horrores y sufrimiento no debemos olvidar), la progresía española, bien representada por nuestro querido Presidente Rodriguez, toma derroteros parecidos.



Nos dice J.P. Quiñonero:


'El Times de Londres comenta un estudio sobre los nuevos equilibrios de poder e influencia en Europa ... con melancólicas conclusiones: ESPAÑA ES NADA O POCO VISIBLE, INFLUYENTE O DETERMINANTE'.


¿Está buena parte de la sociedad española a la altura del Presidente que nos hace, nada o poco visibles? ¿Está la progresía española a la altura de un Presidente superficial y dogmático, capaz de enfrentarse a la mitad de la ciudadanía, innecesariamente?



Si no morimos en el intento, y espero que no, creo que la progresía española irá (ya va, poco a poco) enterrándose políticamente, gracias a la levedad y estupidez de sus simplonas consignas. Recordemos que el informe al que me refiero añade que ''lo esencial son las ideas, fuente primera de autoridad. Son invisibles (si es que existen) las ideas españolas sobre Europa'.



¿A qué espera nuestro querido Presidente, su amigo Pepiño y su cohorte de progretas? ¿O es que el mundo es tan mezquino que no ha comprendido la profundidad de las ''ansias infinitas de pazzz'? ¿No se han enterado de su ''Memoria Histórica''? ¿Y de la maravillosa jugada democrática consistente en excluir de las instituciones al principal partido de la oposición? Europa no parece estar a la altura de tanta grandeza progreta. ¡Vóteles, son majos y progres!



Sebastián Urbina.

No hay comentarios: