Pero sí protesta en Madrid
CCOO y UGT silencian que la Junta empeoró la situación de los profesores en 2010
La situación es peor que en Madrid, pero en Andalucía no hay protestas. Sólo en Madrid y donde gobierne el PP. (ld).
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MIGUEL OLIVER / MADRID
Día 22/09/2011. (ABC)
Los sindicatos ya sabían desde hace un año que el sector de la Educación iba a entrar en una fase de recortes durante 2011... pero no en la Comunidad de Madrid, sino a nivel nacional. Un estudio de UGT —elaborado en octubre de 2010— en el que analiza los últimos Presupuestos Generales del Gobierno de Zapatero ya advierte de la caída de la inversión en materia educativa. El título lo dice todo: «Informe de los recortes en Educación del proyecto de ley de Presupuestos Generales del Estado para 2011».
En este documento, UGT advierte de la «drástica reducción» del 38% en las inversiones para el presente ejercicio. A pesar de ello, esta organización sindical decidió no hacer públicos estos datos ni convocar un solo acto de protesta contra el Ejecutivo socialista, todo lo contrario a lo que le ha ocurrido al Gobierno de Aguirre por el hecho de pedir «dos horas más de clase» en Secundaria.
En el informe, se avanza que el Ministerio «no procederá a la contratación de personal temporal, ni al nombramiento de personal estatutario temporal o de funcionarios interinos salvo en casos excepcionales y para cubrir necesidades urgentes e inaplazables». Además, advierte del recorte en las retribuciones de los funcionarios docentes.
El sindicato denuncia también los «recortes» en la enseñanza concertada, con una caída del 5% en los salarios de los profesores y un 1,67% en los gastos de funcionamiento, además del recorte de un 8% en la partida dedicada al Ministerio de Educación. Por todo ello, UGT concluye que estas «medidas restrictivas van a tener consecuencias en el propio sistema educativo, pues repercutirá en las ofertas de empleo público y no se reducirá la interinidad»; lamenta «que los centros se verán condicionados por los recortes presupuestarios».
A pesar de ello, las organizaciones sindicales no levantaron la voz contra el Gobierno socialista, lo que alimenta la teoría del Ejecutivo madrileño que apunta que las movilizaciones de los últimos días sólo tienen una intencionalidad política.
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