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jueves, 22 de septiembre de 2011
EL FAISÁN Y LA AUDIENCIA
En el auto de procesamiento revocado ayer por el Pleno, el juez Pablo Ruz enumeraba hasta doce indicios que, según él, eran suficientes para llevar a juicio a los tres mandos policiales de Rubalcaba. La mayoría de ellos se basaban en el tráfico de llamadas entre los implicados y en las imágenes recogidas en el entorno del bar Faisán.
1. La baliza en el vehículo privado de Elosúa
Con ese sistema de escucha se captó la conversación mantenida por Joseba Elosúa, propietario del bar «El Faisán» de Irún en el que operaba la red de extorsión de ETA, con su yerno. Le comentó que le acababan de advertir de su inminente detención.
2. Declaraciones de Elosúa ante el juez
El juez Ruz señala que Elosúa es su principal testigo pues es la única persona que vio físicamente a José María Ballesteros, inspector de Vitoria al que se atribuye la entrega física del móvil a través del que Elosúa recibió el aviso. El jefe de la red de extorsión aportó la descripción de Ballesteros.
3. Tráfico de llamadas antes y después del soplo
Sólo una de las 1.932 llamadas que se realizaron entre las 11.10 y las 12.00 del 4 de mayo de 2006 se produjo entre dos policías: Enrique Pamiés y Ballesteros. Eran las 11.23 y la conversación duró ocho minutos.
4. Llamadas telefónicas de Ballesteros
El juez Ruz considera relevante la «cadena de llamadas» efectuadas por Ballesteros a sus superiores. No se ha podido acceder a las redes de telefonía francesas.
5. Grabaciones a las puertas del Faisán
El inspector Ballesteros aparece tres veces en las grabaciones efectuadas en las inmediaciones del bar Faisán. Es uno de los indicios que, según Ruz, «refuerzan la implicación de los imputados».
6. Momento clave: la llamada
Ballesteros estaba en el Faisán «en los minutos previos a producirse la llamada», sin que haya una explicación lógica de su presencia allí.
7. La coartada de la cita con un confidente etarra
El jefe superior de Policía, Enrique Pamiés, explica que Ballesteros se encontraba en Irún porque le iba a hacer la «cobertura» de una cita con un confidente de ETA en Francia. El juez Ruz no dio credibilidad a esta versión y quiso que identificara al confidente, a lo que Pamiés se negó.
8. Información secreta y reservada
Según el juez, la información facilitada por teléfono a Elosúa sobre su inminente detención sólo podía ser conocida por la Policía dado el carácter reservado y secreto de la operación.
9. Las consecuencias del «chivatazo»
El «soplo» se tradujo en la suspensión de la operación policial contra una red de extorsión etarra. Las detenciones se llevaron a cabo un mes y medio después.
10. Se rompe la cadena de mando
El instructor resalta que en el cruce de llamadas hubo una «clara disfunción en el normal y habitual funcionamiento de la cadena jerárquica».
11. Cortes en la grabación
Los peritos no han podido explicar a qué se deben dos cortes que aparecen en las cintas con grabaciones del Faisán. Para el juez son irrelevantes.
12. Reconocimiento fotográfico
Aunque le describió físicamente hace cinco años, Elosúa no identificó a Ballesteros en su última declaración. El juez lo justifica por el tiempo transcurrido. (ABC).
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PIRUETA JUDICIAL EN FAVOR DE RUBALCABA.
Los jueces de la Audiencia Nacional, convocados en un insólito pleno, han decidido no interferir en la campaña electoral, lo que favorece al candidato Rubalcaba. No sé si la decisión es acertada. Sí me parece prudente.
El presunto delito de colaboración con banda armada, que hoy afecta a tres imputados, puede extenderse no solo al exministro y al ministro del Interior sino también al presidente del Gobierno. Y no solo por el caso Faisán. También por la negociación política, de tú a tú, entre Zapatero y la banda terrorista. La lectura de las actas que conocemos parece a muchos inequívoca. No solo se negoció con Eta, lo cual era una indignidad nacional, pero no un delito. Hay pasajes en la negociación que podrían ser tipificados como colaboración con banda armada.
Y eso es lo que tiene en ascuas a Zapatero y en permanente zozobra a su entorno, el cual ha presionado hasta la extenuación para que la Audiencia Nacional sustrajera el procedimiento al juez Ruz y lo enviara a Irún. No se ha conseguido semejante propósito. Los jueces de la Audiencia Nacional se han limitado a aplazar de hecho la instrucción hasta que se celebren las elecciones generales. Después ya se verá.
Zapatero no se retiró definitivamente en abril pasado, entre otras cosas porque quería borrar todas la huellas de su presunta colaboración con banda armada. Seguro que lo ha conseguido, al menos en parte considerable. Pero ha fracasado en sustraer al juez Ruz el procedimiento, aparte de que Eta tiene custodiadas las actas para utilizarlas cuando le convenga como amenaza o chantaje.
(El Imparcial/Luis María Ansón)
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País aromático. Un Presidente de Gobierno al que una banda terrorista puede chantajear. ¿Habrá gente capaz de votarles?
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