viernes, 31 de agosto de 2012

LOS ENCHUFES DE LA IZQUIERDA






 






EL COLOCADERO DEL PACTE.

No salgo de mi asombro. Según fuentes de la CAIB, el Govern del Pacte de Progrés contrató a casi 6.000 personas desde 2008 hasta julio de 2011.

 El 1 de enero de 2008 la plantilla de nuestra comunidad autónoma era de 24.026 empleados, en julio de 2011 ascendía ya a 29.999, lo que representa un aumento de casi un 25%. ¡En menos de cuatro años! El personal fijo aumentó nada menos que un 37% al pasar de 14.997 trabajadores en 2008 a 20.552 en julio de 2011.

 Como de costumbre, el sector sanitario fue el más beneficiado: sus efectivos aumentaron en un 52,18% pasando de los 9.051 empleados en 2008 a los 13.774 de julio de 2011. Y para coronar el despropósito, los mayores aumentos tuvieron lugar antes de las elecciones de 2011. Entre enero de 2011 y julio del mismo año la plantilla se incrementó en 3.675 personas, en su mayoría personal fijo. Hay que destacar dos cosas: 1) estos incrementos de personal no incluyen los de las empresas públicas, consejos insulares ni ayuntamientos; 2) esta hiperinflación de personal se produjo en plena crisis, cuando los socialistas, los de aquende y los de allende, se habían puesto, al menos eso decían, el mono de la austeridad.

La principal misión del Pacte en cuatro años fue la de empleador mayor del reino. Una agencia de colocación. En esto consistió su lucha contra el paro. El hexapartito aspiraba a fundar un régimen que se perpetuara durante lustros, como el andaluz, con miles de familias viviendo de la mamandurria autonómica. Dada la escasa implantación territorial del PSIB, PSM, UM, EU ó ERC, no es descabellado pensar que prácticamente todos los militantes significados de estos partidos encontraron trabajo durante estos años de vinos y rosas. El enchufismo clientelar se multiplicó por seis, tantas como fuerzas conformaban el Govern. Comparemos. Con las transferencias menos consolidadas y sin crisis mediante, el Govern de Matas “sólo” incrementó en 1.116 la plantilla autonómica entre 2003 y 2007, apenas la sexta parte.

Estos datos arrojan luz sobre la verdadera naturaleza de la gestión del Pacte. Sin apenas inversiones ni infraestructuras con que justificar su gestión, salvo las silenciosas que Carles Manera aún debe estar buscando, el gasto corriente e improductivo se disparó hasta niveles sonrojantes; todo fue a parar al pago de nóminas, a aumentar las retribuciones de altos cargos, a subvencionar masivamente a los colectivos afines, a la creación de puestos y organismos inútiles para colocar a los suyos. Mientras el gasto en personal alcanzaba los 1.531 millones de euros, un 31% más que en 2007, o lo que es lo mismo 295 millones más al año, la deuda a los bancos no dejaba de aumentar y la inversión pública –contrariamente a lo que sostiene Manera– no hacía más que descender. 

 

El cuadro que legaron no puede ser más siniestro. Aquí tienen las cifras del descalabro. En 2007 el déficit (gastos menos ingresos liquidados) fue de 546 millones, en 2008 de 877 millones, en 2009 de 824 millones, en 2010 de 937 millones, en 2011 de 921 millones. La deuda financiera, que a finales de 2007 era sólo de 1.068 millones, se disparó hasta los 4.561 millones (16.9% del PIB) al final del segundo trimestre de 2011. Cuando las bancos dejaron de prestarle dinero, el Pacte, lejos de reducir drásticamente un gasto desbocado, dejó de pagar a los proveedores, arruinando a muchas pequeñas empresas y enviando a miles de trabajadores al paro. El Govern del PP se encontró con más de mil millones de euros en facturas pendientes. 245 mil de estas facturas, que suman 842,5 millones, se liquidaron hace unos meses. Quedan por pagar otros 320 millones en miles de facturas sin cobertura presupuestaria que los de Bauzá encontraron en los cajones, la mayor parte de proveedores sanitarios. Por no hablar de los centenares de millones que el Govern todavía adeuda a consejos insulares y ayuntamientos.

Todo este desafuero se producía mientras circulaban de un lado para otro órdenes, directrices y recomendaciones de no seguir engordando las plantillas. Los socialistas decían una cosa y hacían la contraria. Mientras Zapatero exigía la reducción del déficit a las autonomías y minimizaba las tasas de reposición para los funcionarios jubilados, el entonces consejero de Educación, Bartomeu Llinàs, ofertaba más plazas de docentes que las permitidas, lo que obligó al Estado, en una acción sin precedentes, a denunciar la convocatoria de plazas de 2011. Mientras Manera, a poco de las elecciones de 2011, reconocía en DM que nuestra autonomía debía amortizar entre 600 y 700 empleos públicos anuales, el Pacte incrementaba exponencialmente la plantilla autonómica. 

Mientras Manera prohibía al resto del Govern que no se ofertaran más plazas públicas, SFM, en manos de sus socios del PSM, convocaba un concurso-oposición de 94 plazas para personal laboral fijo. Todos estaban de acuerdo en que tenían que recortar, pero sólo si afectaba a los demás partidos del Pacte. Conscientes de que la suerte estaba echada y que el destino que les esperaba era la expulsión del poder, el Pacte apuró hasta el último minuto para colocar a sus afines y adjudicarles contratos para empezar a preparar la dura travesía en el desierto a la que estaban abocados sus correligionarios tras los comicios. La mejor forma de resistir esta travesía y lanzarse a un nuevo asalto al poder en 2015 era colonizar la Administración, lo que te simplifica la labor de oposición al contar con información privilegiada y te asegura la movilización en tu favor de todos aquellos que de algún modo te deben la plaza.

La herencia del Pacte no sólo se circunscribe a la ruina de las cuentas públicas, sino a la conflictividad social y laboral que lleva aparejada cualquier tentativa de poner coto a este gasto desbocado y a racionalizar la frondosa plantilla de la CAIB. Esta es la bomba de relojería que nos dejaron.

Y a todo esto, Manera dando lecciones de economía.

(Joan Font/El Mundo/Baleares).

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Lo dicho, los del Partido Popular son malos, pero los socialistas (y compañeros de viaje) son peores. Este es uno de los dramas de España.

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