miércoles, 25 de mayo de 2016

BIEN POR ALBERT RIVERA










 BIEN POR ALBERT RIVERA.

ALBERT RIVERA, POR VENEZUELA Y POR ESPAÑA.


Con un "¡Viva España y Viva Venezuela!" ha concluido Albert Rivera su lúcida y emotiva intervención en la Asamblea de Venezuela en la que el presidente de Ciudadanos ha denunciado la falta de libertad y la crisis humanitaria que padece aquel país por culpa de uno de los gobiernos más totalitarios y empobrecedores que padece América Latina.

Desde el respeto a la soberanía del pueblo venezolano, y teniendo en la mano en todo momento un ejemplar de la constitución de aquel país, Rivera ha sido muy crítico con "el modelo económico y político del gobierno actual de Venezuela" que está "en contra del sino de los tiempos que piden libertad, competencia, bienestar social e igualdad social". 

El político español, que ha pedido en repetidas ocasiones una “reconciliación nacional” en Venezuela, ha dejado bien claro que dicha reconciliación, así como la futura libertad y prosperidad de este país actualmente tiranizado y empobrecido, pasa por que las autoridades chavistas permitan la recogida de firmas para el revocatorio: Como bien ha afirmado Rivera: “¿Quién teme a las urnas del pueblo venezolano? Si tan seguros están algunos de que se han hecho bien las cosas, de que tan bien va la economía y de que no hay crisis humanitaria, que no teman a las urnas".

Si abogar por la libertad política y económica en cualquier lugar del mundo es un deber que debe atender cualquier demócrata, Rivera lo ha cumplido en favor de un país hispanoamericano al que nos une numerosos lazos históricos, culturales y afectivos. Es más: Teniendo presente el preocupante auge que en España ha tenido un partido político como Podemos, que tiene como escasamente disimulado modelo a seguir el que empobrece y cercena las libertades en Venezuela, podríamos decir que Rivera con su viaje a Caracas ha rendido también un servicio a España.

Precisamente hoy se cumple un año de la llegada de los podemitas al gobierno municipal de Madrid y de muchas otras ciudades de España, aniversario que arroja un desastroso balance pero que sólo es un tímido anticipo de lo que supondría para España la llegada de los comunistas al gobierno de la nación.

La visita de Rivera a Venezuela, a diferencia de la que protagonizaba hace escasos días el ex presidente Zapatero y de la aun más bochornosa visita de Margallo y Pastor a la dictadura cubana, no se ubica en una acomodaticia y nihilista equidistancia, sino que es de parte; de parte de los presos políticos y de una inmensa mayoría de venezolanos que quieren pasar página a una de los regimenes más tiránicos y empobrecedores que haya conocido el continente americano.

El viaje de Albert Rivera a Venezuela, en definitiva, debe llenar de orgullo a todos los españoles y ser fuente de esperanza para todos los venezolanos.


 (edit.ld.)

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