viernes, 8 de febrero de 2019

¡A MANIFESTARSE!




¡A MANIFESTARSE!

Hace tiempo que el palabro relato -la manida «batalla por el relato»- disgusta a cualquier ciudadano con un mínimo de sensibilidad. Se pretende que relato sustituya a una especie de verdad consensuada, imposible cuando las partes son víctima y delincuente, salvo arrepentimiento, reconocimiento de la culpa y expiación. 

No contento con dar la batalla por el relato, el Gobierno de Sánchez se dispone ahora a perder la batalla por el relator. Ayer decía Albiac que si se buscaba relator en Google lo primero que aparecía era el informe que la ONU hizo del Genocidio de Ruanda de 1994 en el que se exterminaron alrededor de un millón de tutsis. Esa es la comparación (Ruanda) que por aceptar al mediador internacional que requerían los nacionalistas, ya ha admitido el Gobierno de Sanchez.

 Así que imaginen que también es de suponer que aceptarán (o al menos negociarán) el resto de los 21 puntos del documento de Torra y Artadi. 

Cuando dicen «No se puede gobernar contra Cataluña» acusan a España de anticatalana. (En fin, no vamos a repetir el privilegio catalán suficientemente glosado por los historiadores económicos). 

Cuando piden «derecho de autodeterminación» se llaman a sí mismos colonia (aunque hay algo que huele mal en el nacionalismo) y a nosotros colonizadores. Españoles, explotadores. El ens roba.

Cuando dicen que hay que investigar los abusos policiales y económicos que ha sufrido Cataluña vuelven a lo mismo. A llamarnos violentos, ladrones e incompetentes.

Cuando hablan de «compromiso por la ética política» acusan a España de corrupta. 

Cuando dicen que hay «garantizar la separación de poderes» y acabar con la limitación de los «derechos fundamentales» están calificando a España de antidemocrática. 

Cuando se llama a «reconocer al franquismo», a «desfranquizar», nos están diciendo que España es una dictadura. 

Y así, resumidamente, punto por punto los Nacionalistas y Sánchez van calificando a España de anormalidad, de fracaso histórico cuando es precisamente lo contrario. 

Por eso el domingo los españoles (los partidos ya saben que luego nos decepcionan) saldrán reivindicar nuestra democracia y a contestar las mentiras e insultos con los que la alianza entre el racismo nacionalista y la superioridad moral de cierta parte de la izquierda pretenden acabar con España. 

Y no, no son las derechas las que se manifiestan [ojalá se evite lo de «presidente okupa»]. Son los españoles.

(Emilia Landaluce/ElMundo/8/2/2019.)

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