miércoles, 8 de enero de 2025

ASESINATOS ACEPTABLES

 

Sociedad enferma

ASESINATOS ACEPTABLES

Aquí podríamos introducir el factor cantidad

ASESINATOS ACEPTABLES

 

El pasado 4 de diciembre, un joven de familia adinerada, Luigi Mangione, mató a tiros en Nueva York al CEO de la aseguradora médica United Healthcare, Brian Thompson, un asesinato a sangre fría que para el 41% de los votantes en edad universitaria resulta «aceptable», según una reciente encuesta.

El portal informativo Axios se hace eco de una inquietante encuesta de Emerson Polling sobre 1.000 votantes registrados entre el 11 y el 13 de diciembre, en la que un 41% de los consultados entre 18 y 29 años considera el asesinato de Thomas como «aceptable» o «algo aceptable»

 (La Gaceta/27/12/2024.)

 

Supondremos que esta encuesta representa el sentir real del 41% de los jóvenes entre 18 y 29 años. Parece ser que, en Estados Unidos, hay muchas quejas por las largas esperas de los consumidores para que las aseguradoras paguen las facturas médicas, además de las disputas legales por las reclamaciones.

También se dice que la industria de seguros de salud, con frecuencia, no ha cubierto grandes facturas médicas y ha dificultado la atención necesaria.

Estas quejas- suponemos que fundadas- se han trasladado a las redes sociales. Y éstas han trasladado odio hacia las aseguradoras, y los consumidores de redes sociales han ido creando un ambiente crispado.

Supongamos que es así. Supongamos que el comportamiento de las aseguradoras médicas, es abusivo. De manera habitual. Y es considerado inaceptable por los consumidores de estas aseguradoras.

El problema que esto plantea es si algunos tipos de asesinato, son aceptables moralmente. Lo que significa que no merecen reproche social.

El siguiente paso sería concretar los tipos de situaciones injustas que justifican el asesinato. A menos que se crea que solamente el comportamiento de las aseguradoras médicas merece el asesinato aceptable.

Dado que, al menos en principio, no parece que haya motivos para suponer que solamente las aseguradoras médicas puedan cometer graves injusticias, la coherencia exigiría que actuásemos de igual o parecida forma, en otros casos en los que se cometieran graves injusticias.

Por ejemplo ¿es una grave injusticia que una persona sea asesinada por un ladrón, por no querer entregarle su dinero?

Aquí podríamos introducir el factor cantidad. ¿Por qué no sería lo mismo que en el caso de las aseguradoras médicas? Porque en este último caso, las personas que sufren una grave injusticia son muchas. No sabemos cuántas, pero sería fácil conocer el número de asegurados que se quejan por sufrir graves injusticias.

En el caso de que una sola persona sufriera una grave injusticia, (como el caso del ladrón asesino) no sería aceptable asesinar al ladrón.

Algo parecido sucedería con una mujer que ha sufrido una violación y posterior asesinato. Dado que es una sola mujer, el violador y asesino, no podría ser asesinado de manera aceptable.

Sin embargo, podríamos contar los casos- en todo Estados Unidos, en un año- de ladrones que asesinan a sus víctimas porque éstas no han querido entregar su dinero.

De la misma manera, se podrían contar a todas las mujeres violadas y asesinadas, (en Estados Unidos, en un año), y- en tal caso- se podría asesinar (si hubiera un número suficiente de casos, lo que debería concretarse) a los violadores y asesinos. Con asesinatos aceptables.

Podemos preguntarnos qué pintan los jueces en todo esto. ¿Podrían hacer algo los jueces? ¿Deberíamos esperar a que la legislación permitiera los asesinatos ‘aceptables’, en ciertas circunstancias?

Recapitulemos. Cuando en una sociedad- máxime en una sociedad democrática- un 41% de jóvenes, entre 18 y 29 años, cree aceptable el asesinato de capitalistas malvados, (todos lo son), es que la sociedad en cuestión está moralmente enferma.

Aunque sea indignante que las aseguradoras médicas abusen de su posición de poder. En todo caso, se deberían controlar y sancionar más severamente las conductas abusivas.

Pero aceptar que está justificado asesinar a capitalistas adinerados por supuestos abusos de poder, es volver a los linchamientos y ahorcamientos protagonizados por la masa enfurecida.

Es un grave fracaso del sistema educativo, de la legislación, instituciones democráticas y parte de la prensa y familias. Han hecho creer a los jóvenes que el capitalismo (la peste bubónica) se combate- justificadamente- con asesinatos. Recuerden al terrorista y matemático Unabomber. Y los políticos mediocres- como Alberto- no dan la ‘batalla cultural’, tan importante y necesaria. Sigamos a rebufo de esta infame izquierda.

O esta sociedad cambia, o se convierte en una sociedad regida por ley del más fuerte. No con abusos de aseguradoras, sino con cárcel arbitraria, muerte civil y constante manipulación.

Afortunadamente, quedan los paraísos comunistas. Ahí no pasan estas cosas horribles y todo es del Estado. Gracias, Pedro, por conducirnos a una República Bananera Socialista. Siempre a tus órdenes, ‘puto amo’. ¡Somos la izquierda!

 

Sebastián Urbina

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