Diferencias
TRUMP Y PEDRO SÁNCHEZ
Sánchez vende su patria, España, a sus enemigos públicos y notorios

Me enteré por la prensa de que Trump había ganado las elecciones democráticas norteamericanas, con 75 millones de votos.
También me enteré por la prensa de que Cuca Gamarra, la portavoz del Partido Popular era una fan de Kamala Harris, la candidata izquierdista del Partido demócrata norteamericano.
También me enteré de que González Pons, eurodiputado del Partido Popular había dicho, refiriéndose a Trump. ‘Es un gorila. Un peligro para la democracia’.
Luego me enteré de las opiniones de los socialistas. Eran, todavía, más duras contra Trump. Las cadenas televisivas del régimen no paraban de ridiculizar y menospreciar al nuevo presidente. A pesar de que Sánchez y demás políticos europeos, compran gas ruso, por miles de millones.
Leí que la gente más valiosa del Partido Popular equiparaba a Trump con Pedro Sánchez. Al fin. No sólo Trump es malo, también el socialista. No se empieza aplaudiendo a Kamala, o llamando ‘gorila’ a Trump, a pesar de que sus ‘manners’ (modales) son manifiestamente mejorables. Cayetana está a otro nivel. Equipara nuestra desgracia antiespañola- Sánchez-, con el presidente Trump. Me refiero a la inteligente, culta y valiente Cayetana Álvarez de Toledo.
¿Qué dice?
Uno. Trump insiste en que ganó las elecciones de 2020. Sánchez, que ganó las elecciones de 2023. Dos. ¿El asalto al Capitolio les escandaliza? Y mucho menos que haya indultado a los asaltantes condenados por sedición. Lo mismo que el señor Sánchez con los sediciosos del 1 de octubre. Tres. Ataques a la libertad de prensa. Cuatro. La criminalización de la oposición. Cinco. Ataques a la justicia, donde la simetría ya es total. (Libertad Digital.)
Supondré que los paralelismos son aceptables, aunque se deberían matizar. El ataque a la libertad de prensa y a la administración de justicia no son exclusiva de Trump. Los demócratas no tienen nada que envidiar a Trump. Diría que le superan, porque la infiltración de los demócratas en la administración de justicia, los medios de comunicación, el FBI, la CIA, etcétera, es muy importante. Los medios más poderosos, como el diario «The New York Times» y la revista «The New Yorker», respaldaron a la candidata del Partido Demócrata contra el republicano Donald Trump. Por ejemplo.
También en España, y otros países, la mayoría de los profesionales de la comunicación son progresistas y machacan a Trump. En España, las ‘criadas mediáticas subvencionadas’ por el ‘Caudillo Sánchez’ presentan a Trump como un monstruo y Zelenski ‘la atemorizada doncella’. ‘Zelenski insiste en dar las gracias a EE.UU. por su apoyo y se ofrece a firmar el acuerdo sobre los minerales’ (ABC)
Con sus defectos, (gorila, matón, botarate…) a Trump le votaron 75 millones de votantes, y ganó las elecciones. Sánchez no las ganó.
Hay, al menos, una gran diferencia entre Trump y Sánchez.
Sánchez vende su patria, España, a sus enemigos públicos y notorios. No solamente vende España a los golpistas catalanistas- que anuncian que repetirán el golpe de Estado que dieron en 2017-, es que los tiene de socios. También tiene socios comunistas, la doctrina más criminal- con los nazis- del siglo XX. Y Bildu- heredero político de la banda terrorista ETA- es su socio.
Sánchez es muchísimo peor que Trump. Se está cargando España y su democracia. Es un autócrata traidor, corrupto y sin escrúpulos, no un demócrata.
La diferencia más importante- insistamos- es que Sánchez vende su patria a los enemigos, para mantenerse en el sillón.
Trump pone en primer lugar los intereses de su patria, USA. Otra cosa es que alguien critique- legítimamente- sus actuaciones en defensa de los intereses patrios. Si son acertadas, desacertadas, en todo, en parte. Algunas sí, y otras no. Etcétera.
Esta diferencia (vender, o no, la patria a sus enemigos, para seguir en el sillón) es tan grave y repugnante, que justifica rechazar la equiparación entre Trump y Sánchez.
Añado unas palabras de Lord Palmerston (primer ministro inglés en dos ocasiones (1855-58 y 1859-65) que pueden ayudar a entender los diferentes posicionamientos.
‘No tenemos [los ingleses] aliados eternos, y no tenemos [los ingleses] enemigos perpetuos. Nuestros intereses son eternos y perpetuos, y nuestro deber es vigilarlos’.
Noticia de interés.
‘Pero el punto de inflexión que colocaría a Ucrania a los pies de los caballos de Moscú fue el debilitamiento del apoyo de EE.UU. promovido por el presidente Barack Obama’. (J. Benegas/TheObjective.)
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