sábado, 4 de agosto de 2012

FRIEDMAN Y LOS PROGRES

 





LA CRISIS DA LA RAZÓN A MILTON FRIEDMAN.

Uno de los economistas más influyentes del siglo pasado, nacido en 1912, fue Milton Friedman, quien obtuvo el Premio Nobel de Economía en 1976.

Friedman, a diferencia de la mayoría de los premios Nobel, supo comunicar sus tesis a un público muy extenso. Para algunos es un extremista del mercado, que representa al "neoliberalismo"; pero su sentido común y la confirmación por la realidad de sus tesis, lo convirtieron en uno de los economistas con más influencia en las políticas públicas de varios países.

En América Latina se le atribuyen a sus tesis y consejos gran parte de la estructura socioeconómica que llevó a Chile a ser el país con la economía más sólida y progresista de la región en los últimos 40 años.

En su libro Libertad de Elegir, demuestra que las políticas económicas que permiten a los ciudadanos decidir libremente son una premisa para convertir la libertad en una realidad social. El intercambio libre y voluntario – sostiene Friedman – es el entorno que más estimula el ahorro, la inversión y, por lo tanto, el empleo productivo.

Otro de sus libros, No hay tal cosa como un almuerzo gratis, deja claro el principio económico, olvidado por muchos gobernantes, de que todo cuesta aunque lo ofrezcan gratuitamente funcionarios y candidatos. Alguien paga directa o indirectamente, a corto o a largo plazo, lo que dice otorgar gratis un gobierno.

En su discurso al recibir el Premio Nobel demostró, basándose en los resultados de varias economías del mundo, que la inflación y el déficit presupuestario no son un incentivo duradero para el empleo y el crecimiento. A diferencia de los seguidores de Keynes, que asociaban más inflación con más empleo, demostró que la inflación, cuando se convierte en una política estructural, genera desempleo. Además, popularizó el término estanflación: inflación con estancamiento económico y, por tanto, desempleo.

La actual crisis Europea valida las tesis de Friedman, ya que los países con mayor déficit son los que tienen menor crecimiento y más desempleo. Las ideas de Friedman no son de derecha, de izquierda o neoliberales, sino realistas, como lo muestran los resultados de muchas economías en la segunda mitad del siglo XX y principios del XXI.

(Luis Pazos/LD)

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Pero los progres, con su típica estupidez y sectarismo, siguen llamando 'facha' a cualquiera que no comulgue con sus ideas. De modo que el Nobel de Economía, M. Friedman, sigue siendo un 'facha'.

Hay que ser gilipollas, pero así son los progres.

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