viernes, 19 de junio de 2009

ASESINATO DE ETA.

El PSE no quiso actuar contra ETA

19.06.09 | (PD)
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(PD).- ETA ha vuelto a asesinar. En este caso ha sido a un policía en Arrigorriaga. Es el primer muerto de la era Patxi López. Quizá, si las Fuerzas de Seguridad se afanan, sea el último. Y es que el cambio del País Vasco ha comenzado por el de los propios socialistas hoy en el Gobierno. Entre 2005 y 2008, el PSE se abstuvo en el Parlamento hasta en cuatro ocasiones (más una en contra) de instar con el PP al entonces consejero de Interior del PNV para que actuara más contundentemente contra el entorno de ETA.

El cambio en el País Vasco tras la llegada a la lehendakaritza del socialista Patxi López, gracias a su acuerdo con el Partido Popular, es una realidad evidente. Tanto que afecta de manera radical a la propia línea política que han venido manteniendo los socialistas vascos, según informa el semanario Época.

En efecto: entre 2005 y 2008 el PSE/EE se abstuvo en el Parlamento de Vitoria hasta en cuatro ocasiones durante las votaciones de diferentes iniciativas parlamentarias del PP sobre manifestaciones convocadas por formaciones y grupos ilegalizados pro etarras y homenajes a miembros de la banda terrorista.

Es más: los socialistas vascos llegaron a votar en contra de una de las votaciones propuestas por los populares para impedir que organizaciones ilegalizadas “efectúen convocatorias de reunión y manifestación sorteando su declaración de ilegalidad”.

Se trata de diferentes proposiciones no de ley, consecuencia de interpelación y mociones que presentó el portavoz de Interior del PP en el Parlamento Vasco, Carlos Urquijo. Los argumentos del Partido Socialista de Euskadi para justificar su abstención fueron recurrentes y se resumen en uno sólo: “Nosotros no vamos a poner en duda el compromiso y la palabra del consejero” de Interior (entonces el peneuvista Javier Balza, que argumentaba que velaría por el estricto cumplimiento de la legalidad ante las manifestaciones de formaciones ilegalizadas).

Eso sí, añadían: “Si en algún momento pensamos que no la está cumpliendo le criticaremos, como lo hemos hecho en el pasado”, además de mostrar su total repulsa hacia estas manifestaciones y celebraciones a etarras.

El entrecomillado, ironías de la vida, responde en esta ocasión a una intervención del hoy consejero de Interior del Gobierno vasco Rodolfo Ares, quien desde que tomó posesión el pasado 9 de mayo se ha posicionado claramente en la línea de cerrar tajantemente cualquier vía de impunidad hacia ETA y sus acólitos.

Retirada de fotos

Hoy la Ertzaintza ya ha entrado en herriko tabernas como las de Miraballes, Usansolo y Galdakao para retirar fotos de presos de ETA. Se trata de actuaciones inéditas en el País Vasco, que no se producían con el PNV en el poder para esquivar el delito de enaltecimiento del terrorismo. La Policía Autónoma Vasca también ha retirado pancartas a favor de ETA en otras localidades, y las medidas se ven respaldadas desde el ámbito judicial.

En marzo la Audiencia Nacional ordenó retirar la fotografías de presos de la banda que poblaban las calles de Mondragón. El acuerdo entre el PP y el PSE/EE (Bases para el cambio democrático al servicio de la sociedad vasca) ha facilitado el cambio de postura de los socialistas.

En el mismo se establece con carácter prioritario la “determinación política para que desaparezca cualquier espacio de impunidad o intento de legitimación política directa o indirecta de la violencia”. Asimismo, se refleja el “compromiso para impedir homenajes a personas o grupos vinculados a la actividad terrorista y eliminación de cualquier simbología o apoyo relativo a la misma de los espacios públicos”.

Por otra parte, el documento establece el objetivo de la “deslegitimación política y social, en todos los espacios de la sociedad, del terrorismo de ETA y de las personas y colectivos que lo justifican y amparan”. No hay dudas en el documento.

Sin embargo, el diario de sesiones del Parlamento Vasco retrata el gran cambio que han experimentado los socialistas vascos tras las elecciones para gobernar sumando los votos del Partido Popular. Además, parte de las iniciativas contra el entorno de ETA en las que el PSE/EE se inhibió se dieron durante la negociación política que emprendieron ETA y el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero durante la última falsa tregua de 14 meses (desde el 24 de marzo de 2006 hasta el 6 de junio de 2007).

Lo que decían Ares y el PSE

A finales de septiembre de 2005 el portavoz de Interior del PP Carlos Urquijo presentaba una proposición no de ley en el registro del Parlamento Vasco para evitar que se autorizaran
manifestaciones de la ilegalizada Batasuna. En su justificación, Urquijo apuntaba que, pese a la decisión del Tribunal Supremo, Batasuna “ha venido desplegando una actividad pública inusitada sin que el Gobierno vasco haya hecho nada para evitarlo”, y añadía el hecho de que el entonces lehendakari hubiera incluido en su ronda de contactos a los portavoces de la formación ilegalizada.

Esto es, el popular apuntaba la “anuencia del Departamento de Interior” en la burla de Batasuna a su ilegalización, “cómplice” en su “desafío al Estado de derecho”.

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