domingo, 25 de diciembre de 2011

ENTRE SORBO Y MORDISCO







SE ACABA LA JUERGA.


Este jueves Cristóbal Montoro tomaba posesión como ministro de Hacienda y Administraciones Públicas. Esto significa que, en esencia, será el encargado de reducir el tamaño de la Administración y de aplicar los recortes que sean necesarios para adelgazar al máximo el déficit.

Pese a todo, en su discurso de toma de posesión el flamante nuevo ministro dijo que "estamos aquí para hacer reformas, no recortes".
En cualquier caso, si hay alguien en España que conoce bien y de primera mano la labor de "meter la tijera" al gasto público es el profesor José Barea, que fue el jefe de la Oficina Presupuestaria durante la primera legislatura de Aznar.

A sus 88 años, Barea ya pronosticó en agosto de 2007 que al Gobierno Zapatero –que por aquel entonces negaba la crisis- le quedaba "medio año para hacer aguas". No le faltó razón. Ya lo hizo una vez. El responsable de adelgazar el déficit público y acabar con el despilfarro de los Gobiernos de Felipe González ofrece en una entrevista en exclusiva con Libre Mercado las claves de la austeridad que tendrá que aplicar el nuevo Gobierno.

"Lo primero que hay que hacer es saber cuál es el déficit real" insiste una y otra vez. "Nadie sabe cuál es el déficit real que España tiene" y no sólo el del Estado, sino el de "los ayuntamientos, las comunidades autónomas y la Seguridad Social", insiste. "Hay que saberlo para poder ver qué medidas hay que tomar". En cualquier caso, en su opinión "para lograr reducir el déficit al 3% dentro de dos años" será necesario meter la tijera. "Hay que recortar año y medio cada año". Es decir, que es necesario ahorrar lo proyectado para tres años en dos. "Todos los gastos hay que revisarlos", sentencia.


Los recortes del profesor Barea-

Para empezar, "lo primero que habría que hacer es examinar los gastos superfluos que en la administración son muchos".

Segundo, alcanzar la "tasa de reposición igual a cero". Este mismo viernes, Mariano Rajoy señalaba que "se llevará a cero la tasa de reposición de personal del sector público", exceptuando el ámbito de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y los servicios públicos esenciales. Esto implica la amortización inmediata de los funcionarios públicos en el momento de la baja.

Es necesario revisar los gastos de personal ya que "en la administración ha crecido muchísimo y lo ha hecho de forma descompensada con lo que era necesario. Recordemos que antes había un millón de funcionarios y ahora tenemos tres". En este sentido, añade que también hay que estudiar todos los puestos que se han de eliminar entre "personal eventual y demás todo eso hay que eliminarlo".

En el capítulo de "transferencias corrientes" han aumentado también muchísimo los gastos "inútiles", dice Barea. Para ilustrarlo, recuerda todas las transferencias concedidas para la construcción de aeropuertos que tienen, como mucho un vuelo al día.

En cuanto a las subvenciones, únicamente habría que mantener "las que sostengan necesidades de servicios básicos o las que avalen proyectos que produzcan beneficios" pero "no todas las concesiones que se han concedido cumplen esos preceptos". Tal y como recuerda, hay "subvenciones a empresas públicas que son un desastre las pérdidas que tienen".

En resumen, "el ajuste tiene que ser muy grande y es una cosa fundamental y es algo por lo que nos está mirando con lupa la Comisión Europea". La clave de todo se encuentra, para empezar, en "que presentemos unas cuentas claras", concluye Barea. Después, reducir gastos de personal innecesario. (Mercado/Luis F. Quintero)

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