miércoles, 8 de julio de 2020

RACISMO ACEPTABLE E INACEPTABLE


RACISMO ACEPTABLE E INACEPTABLE.

El racismo, según TV3, es hablar en castellano a quien parece extranjero. El profesor Jaume Fàbrega equipara a los constitucionalistas en Cataluña con los magrebíes de Francia. Jaume Fàbrega, profesor de la Universidad Autónoma de Barcelona, historiador y periodista, ha vuelto a evidenciar el odio del separatismo al tildar de “cáncer de Cataluña” a Ciudadanos.

“Tercera generación de migrantes que nos odian, como la tercera generación de magrebíes de Francia, adeptos a la violencia y al odio al país de acogida”, ha añadido. (La Gaceta/1/Marzo/2018). Llevamos tiempo indignados por la muerte de Floyd, un negro norteamericano a manos (o rodilla) de un policía blanco. La justicia dirá. A menos que la izquierda prefiera actuar como en las películas del ‘Lejano Oeste’, y linche a los presuntos culpables.

Pero ahora no pretendo referirme a la barbarie descontrolada de la izquierda indignada y simpatizantes de progreso. Ya han demostrado, con creces, que saben saquear tiendas, quemar coches, apalizar al disidente, lanzar cócteles molotov y otras lindezas.

Ahora quiero referirme a la insoportable caradura (soy suave) de la mayoría de los medios de comunicación. A la altura, más o menos, de esta izquierda indignada y asimilados. ¿En qué sentido tienen una caradura insoportable?

En que se rasgan las vestiduras por la muerte de Floyd, pero miran para otro lado, la mayoría, cuando catalanistas agreden y discriminan a españoles no catalanistas, y vomitan odio y racismo contra España y los españoles. Claro que son españoles blancos y fachas. No es lo mismo. O sea, un racismo inaceptable y un racismo aceptable.

La izquierda, en general, hace algo parecido. Por ejemplo, siempre ha negado que hubiera discriminación lingüística en Cataluña. Era un invento de la derecha crispadora y fachorra. Además, no olvidemos que la izquierda siempre ha distinguido entre dictadores buenos (los de izquierdas) y dictadores malos (los de derechas). Recuerden las peregrinaciones para visitar al gran dictador Fidel Castro. Aquí puede pasar algo parecido con el racismo.

El racismo inaceptable es, por ejemplo, el de un blanco contra un negro. O el de un español contra un separatista catalán. O contra un separatista vasco. Esto es completamente inaceptable y debe ser duramente castigado. Por ejemplo, sancionarlo como delito de odio. Por algo la izquierda, que es moralmente superior, concede los pasaportes de facha o demócrata.

Pero si el presidente de la Generalidad catalana, Quim Torra, dice, el 19/diciembre/2012, en un artículo titulado ‘La lengua y las bestias’: "Los españoles son bestias carroñeras, víboras, hienas con una tara en el ADN", los medios de comunicación/manipulación no se rasgan las vestiduras. Es el racismo aceptable. La izquierda, calladita y sin rasgarse ni un calcetín.

Ahora imagine que el presidente de la Comunidad de Madrid dice que los catalanes son bestias carroñeras, víboras, hienas con una tara en el ADN. ¿Qué pasaría? Un escándalo de enormes proporciones. La Diagonal de Barcelona colapsada por una gran manifestación. Innumerables telegramas de apoyo de políticos de cualquier parte del arcoíris. Por supuesto, el presidente de la Comunidad de Madrid estaría dimitido y políticamente muerto. La izquierda se rasga todas las vestiduras y se manifiesta indignadísima.

Otra perla racista catalanista y la izquierda- moralmente superior- calladita. "Si usted es un matón, una prostituta, un delincuente en un programa de TV3 en catalán, es probable que hable en español". Ese es el sesgo nacionalista que, según The Wall Street Journal (TWSJ), existía en la televisión pública de Cataluña. Corría 2014 y el procés llevaba dos años en marcha. Poco o nada ha cambiado desde entonces. (Crónica Global/1/7/2020.)

¿Por qué esta gran diferencia? Porque la mayoría de los medios de manipulación/comunicación son muy sectarios. ¿Por qué es esto inadmisible? Porque una persona digna- y más si es un periodista que se dedica a informar a los ciudadanos- debe respetar un mínimo de veracidad y coherencia.

¿Cómo es que insultar y difamar a los catalanes es muchísimo más caro que difamar e insultar al resto de españoles? Se entendería si los catalanes fuesen de una raza superior. Los demás, pertenecientes a una raza inferior, les deberíamos pleitesía. Pero ¿es que lo han creído alguna vez? El profesor Francisco Caja dice, en su libro ‘La raza catalana: el núcleo doctrinal del catalanismo’, que el meollo de la doctrina catalanista es la doctrina de la raza; que el nacionalismo catalanista es una especie de racialismo.

¿Qué sucedió? Que, con la derrota de Hitler, en la segunda guerra mundial, el racismo fue despreciado y condenado, públicamente. De la raza se iba a pasar a la lengua. La lengua catalana sería el Santo Grial del catalanismo. Aunque no se abandonaría la idea de que los catalanes son superiores. Más modernos, más demócratas, más cultos, más trabajadores, más europeístas, más…

De ahí que, con la subida al poder de Jordi Pujol, que fue presidente de la Generalidad, de 1980 a 2003, se inició una nueva etapa, la construcción nacional de Cataluña. No tocaba hablar de raza. Se trataba de idolatrar a la lengua catalana.

Dicho esto, volvamos al impresentable sectarismo de indignarse por racismos, reales y supuestos, a diez mil kilómetros y no indignarse por el racismo y la xenofobia de aquí. ¿Por qué? La estupidez es, desde luego, una buena respuesta. Pero no es suficiente.

Llevamos décadas en las que, políticos y medios de comunicación, han subido a los altares- absurdamente- a las sagradas identidades periféricas. La izquierda, en general, se ha arrodillado ante ellas porque desprecia a España. Si no lo cree, lea ‘La izquierda y la nación’, de César Alonso de los Ríos. No por casualidad los separatistas antiespañoles son sus compañeros de viaje. ¡Y socios del gobierno socialcomunista!

La derecha, por simplificar, se ha arrodillado también. Porque la derecha es cobarde, con las excepciones de rigor y de Vox. Siempre ha bailado al son ideológico de la izquierda. ¡Cuidado, que no digan que somos de derechas!

Para no criticar solamente a los oprimidos separatistas catalanes, digamos algo de la otra sagrada identidad, la vasca. Recordemos que- hace un tiempo- cuando ETA asesinaba a alguien, la progresía anti hispánica, separatistas antiespañoles y cuadrilla asimilada, comentaba: "Algo habrá hecho este maketo".

O sea, el racismo aceptable. Con el visto bueno de la izquierda moralmente superior. Y de las televisiones subvencionadas y manipuladoras.

¡Pero son progresistas! Entonces a tragar, tío…


(Sebastián Urbina/MallorcaDiario/8/7/2020.)



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