miércoles, 15 de diciembre de 2021

VOX, LA CONSTITUCIÓN Y LA IZQUIERDA REACCIONARIA.

 

Vox, la Constitución y la izquierda reaccionaria

Por Sebastián Urbina

Vox y la Constitución. ElMundo/ sábado, 11 diciembre 2021-José Ignacio Torreblanca: "La nación de Vox es una amenaza a la nación política surgida de la Constitución del 78". Devolución inmediata al Estado de las competencias en Educación, Sanidad, Seguridad y Justicia, limitando en todo lo posible la capacidad legislativa autonómica, como paso previo a la creación de un Estado unitario…

Primero, haré un comentario general y, después, me referiré a cuestiones concretas. El comentario general es que el autor está terriblemente preocupado por Vox- que no gobierna- pero no está preocupado por los que sí gobiernan: socialistas, comunistas, golpistas y filoetarras.

El Parlamento europeo, el 19 de septiembre de 2019, condenó los crímenes cometidos por los regímenes nazi y comunista a lo largo del siglo XX. También recuerda que los regímenes nazi y comunista cometieron asesinatos en masa, genocidios y deportaciones y que fueron los causantes de una pérdida de vidas humanas y de libertad en el siglo XX a una escala hasta entonces nunca vista en la historia de la humanidad.

Que Sánchez gobierne con esta gentuza, no horripila a la exquisita izquierda reaccionaria. Lo grave es Vox.

El gobierno socialista de Sánchez, además de los comunistas, tiene socios golpistas. A los que indultaron. A pesar de que los golpistas catalanistas han repetido, hasta la saciedad, "lo volveremos a hacer". En catalán, que es la lengua de la libertad. Pero a la izquierda reaccionaria no le parece que tener socios golpistas tenga importancia. Lo grave es Vox.

Finalmente, sus socios filoetarras. Los herederos políticos de la banda terrorista ETA. Sánchez repitió en diversos medios de comunicación que "nunca" pactaría con Bildu. Mintió y pactó con los filoetarras. Pero esto no es importante para la izquierda reaccionaria. Lo grave es Vox.

Ahora, el artículo 3 de los Estatutos de Vox:

Artículo 3.- Fines

Vox tendrá los fines siguientes:

1.- La defensa de la indisoluble unidad de la Nación española, Patria común e indivisible de los españoles, y el reconocimiento de que la soberanía nacional es
indivisible y reside en el conjunto del pueblo español. La promoción del patriotismo en la sociedad civil.
2.- La defensa de la libertad individual, el Estado de Derecho, el imperio de la Ley, la independencia de la Justicia y el sistema democrático.
3.- La defensa de la igualdad de todos los españoles ante la Ley, con los mismos derechos y obligaciones, independientemente del lugar de origen o residencia.
4.- La defensa y promoción de la presencia activa de la sociedad civil en la vida democrática.

Etcétera. Pueden comprobarlo en internet.

Como percibe cualquier lector imparcial, esto es puro fascismo. Por eso da tanto miedo a la izquierda reaccionaria. No como los comunistas, golpistas y filoetarras, que son auténticos demócratas.

Trataré de explicar por qué ha sido posible que se digan estas barbaridades. Repetidas, sistemáticamente, por las criadas mediáticas subvencionadas como verdades progresistas indiscutibles.

Décadas de lluvia fina, combinada con algún oportuno aguacero, han trasladado el tablero en el que se juega la política cada vez más a la izquierda. Tan es así que, incluso los que creen hablar desde la derecha, están hablando desde la izquierda. El tablero no se ha movido tanto como para que un articulista de derechas escriba como si fuera un podemita. Pero casi. En resumen, ¡socorro, que viene Vox!, pero ningún aspaviento con los socios del gobierno socialista que han proclamado que nuestra constitución del 78 es un "traje viejo" y está "deslegitimada". Además de odiar a España. Pero estas cosas no deben preocuparnos. En cambio, lo de Vox es peligrosísimo. Repítalo conmigo.

Basta ver el comportamiento del Partido Popular- especialmente el PP marianista y allegados-para darse cuenta de que no se opone a los proyectos ideológicos de izquierdas. Mira para otro lado. Esto es lo que hizo Rajoy, con mayoría absoluta. Nada. Y es lo que sigue haciendo Pablo Casado. Rechazando la muy pertinente ‘batalla cultural’ para desafiar los dogmas de la izquierda. O sea, desafiar la ‘hegemonía cultural’ en manos de la izquierda, que ha seguido -más o menos- las directrices del comunista Gramsci. En resumen, la 'derecha popular’ se acomoda a los proyectos ideológicos de la izquierda. Es una rendición política y moral en toda regla. Nosotros a lo nuestro, ‘la gestión’ y la ‘prima de riesgo’.

En este ambiente, tan políticamente correcto, no debería extrañar que se demonice a los discrepantes del progresismo dominante. Ahora me referiré a la ‘Amenaza a la nación política’, y el ‘paso previo a la creación de un Estado unitario’.

¿Qué es- o qué significa- España como nación política? La ‘nación política’ es un concepto ligado al concepto de ‘soberanía’, que reside en los ciudadanos libres e iguales. Soberanía, que es una e indivisible. El artículo 1.2 de nuestra Constitución dice: "La soberanía nacional reside en el pueblo español, del que emanan los poderes del Estado". Soberanía que ya se reconocía a la nación española en la Constitución de 1812.

¿Por qué un Estado unitario sería una amenaza a la nación política? ¿Significa que el pueblo soberano no puede optar por un Estado unitario? Claro que sí.

El Estado unitario concentra las funciones Ejecutivas, Legislativas y Judiciales, pero es compatible con, poca o mucha, descentralización administrativa. Lo que daría lugar a Estado unitarios puros o Estado unitarios desconcentrados.

A partir de ahí, recordemos que, en múltiples ocasiones, destacados articulistas, tertulianos, etcétera, han dicho que los separatistas tienen derecho a la independencia. ¡Faltaría más! Pero, eso sí, siguiendo los cauces legales establecidos. ¡Pero no a un Estado unitario! ¡Noooo!

Resulta que el 'espíritu’ de la Carta Magna no sería contrario a que nos convirtiéramos en ‘los Balkanes’, (siempre por los cauces legales), pero sí a que nos convirtiéramos en un Estado unitario. ¿Y eso?

También resulta que sería progresista y coherente con el ‘espíritu’ de la Carta Magna, que haya gobiernos socialistas apoyados por comunistas, golpistas y filoetarras. Socios que proclaman, públicamente, que nuestra Constitución es un "traje viejo" y está "deslegitimada". Paso previo a su eliminación o desfiguración radical. ¿Con qué objetivo? Para evitar que la soberanía resida en el pueblo español. ¡Con lo bonito que sería que la soberanía residiera en cada una de las Autonomías! Especialmente en Cataluña, País Vasco y Galicia, naciones superiores por derecho natural. Esto sería progresista y coherente con el ‘espíritu’ de la Constitución de 1978. Es decir, compatible con la liquidación de España.

Pero no sería compatible con el Estado unitario que propugna Santiago Abascal. ¡Qué cosas! Además, casi nadie tiene Estado unitario. Sólo unos pocos ejemplos de Estados unitarios: Chile, Corea del Sur, Portugal, República Checa, Francia, Grecia, Irlanda, Uruguay, Italia, etcétera. O sea, se trata de fascistas sin escrúpulos. No como aquí, que se puede linchar a un niño de cinco años- como los nazis a los judíos- por pedir que le enseñen un 25% en castellano, según sentencia del Tribunal Supremo. ¡Todo esto en la España progresista no unitaria! Pero el peligro es Vox. No lo olvide.

¿Cómo ha sido posible tanta idiotez? Mi opinión es que proviene de la ‘siembra envenenada’ del bipartidismo PP/PSOE. Llevan décadas sin defender a España porque es de fachas. Lo progresista era- y es- defender a los enemigos de España. Incluso parece normal que los enemigos de España den un golpe de Estado y sean indultados. Y digan que repetirán el golpe y no pasa nada. Y, encima, son socios de gobierno de España. ¡Cuánto aborregamiento suicida!

Lo que no es normal (en este ambiente políticamente idiotizado) es que el ‘facha’ de Santiago Abascal quiera impedir que los enemigos declarados de España la sigan destruyendo. ¡Noooooo! ¡Hay que dejarles que sigan su labor de demolición! ¡Nada de Estado unitario!

¡Ilegalización Vox! ¡Ya!

 



(MallorcaDiario)

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