sábado, 1 de noviembre de 2014

INMADUREZ POLÍTICA



 (Es perfectamente comprensible la indignación de millones de españoles con el fracasado bipartidismo PP/PSOE. Yo también estoy indignado.


Pero una típica muestra de estupidez es que para castigar a unos impresentables -PP/PSOE- también me castigue a mí mismo. Y hay que ser muy fanático, o ignorante, para no darse cuenta de que 'Podemos' es heredero intelectual del comunismo. ¿Qué esperan de ellos?


Una persona indignada, pero no estúpida, puede castigar al PP/PSOE sin poner en grave riesgo su libertad y bienestar. Dado que abstenerse me parece, en estas graves circunstancias, una irresponsabilidad, sugiero que se vote alguna de las opciones que no ponen en peligro- dentro de la inevitable incertidumbre humana- el sistema de libertades típico de los sistemas democráticos.


Me refiero a una opción socialdemócrata- UPyD-, una opción liberal-consservadora- VOX-, y una opción intermedia, que no sabría calificar con más precisión, Ciudadanos.

Si usted quiere castigar a PP/PSOE y, de paso, pegarse con un martillo en la cabeza, vote a Podemos.)









PODEMOS ESTAR FATAL.

Si no hay una reacción, los que han gobernado sin creer en nada van a ser laminados por los que creen demasiado
NO hace falta siquiera conocer las intenciones y los planes reales de los líderes de Podemos, que son las de unos comunistas muy clásicos que hoy no creen aún conveniente exponerlo, para saber que en los próximos meses España se puede jugar su destino para un par de generaciones. España se jugará su democracia y lo que en sectores de ese nuevo movimiento se llamarían las «libertades burguesas», es decir la libre expresión, el libre movimiento, la libre asociación, el libre comercio, el libre culto y tantas otras libertades individuales y civiles que estas fuerzas emergentes quieren ver convenientemente «matizadas».

 Lo sabemos por sus padrinos, esos regímenes latinoamericanos que han tenido a sueldo a la mayoría de los dirigentes de Podemos y que no por casualidad son algunos de los estados más corruptos del mundo. Resulta un obsceno sarcasmo que los adalides del movimiento de indignación ante la corrupción política en España sean gentes que han vivido del mismo fondo de rapiña oficial del que han salido los aviones privados del narcotráfico de generales chavistas, las fiestas neoyorquinas de la familia de Chavez o las compras inmobiliarias multimillonarias en España de potentados del chavismo. 

¿Resulta chocante que un país del Primer Mundo reaccione como un pueblo primitivo e infantil a la llamada a la venganza con las únicas perspectivas de futuro realistas del fracaso, la escasez, mayor corrupción y falta de libertad? No. Pasó en países más cultos y desarrollados, menos dóciles y más valientes. En realidad, unos meses bajo estos «leninistas amables» serían instructivos. Una estupenda lección. Pero poco práctica y muy peligrosa. 

Porque los comunistas saben llegar al poder, pero se les da mal dejarlo. Igual que no existe un régimen comunista que no haya reprimido a los discrepantes y los haya matado cuando lo ha estimado necesario, no hay ningún régimen comunista que no aspire a perpetuarse. Y la vocación de Podemos es crear unas condiciones que hagan muy difícil perder tras una legislatura y absolutamente imposible perder tras la segunda. Parece por los sondeos que hay millones de españoles deseosos de darle el poder a Pablo Iglesias y Juan Carlos Monedero para que «limpien» esto, y si no cumplen con sus promesas de quitarnos a todos de trabajar con un buen sueldo social con lo que les quiten a los ricos, echarlos dentro de cuatro años. Esas cuentas no salen.

Si recorren mentalmente la situación de los principales países miembros, comprenderán que la UE puede no existir en unos años. No hay mayor necedad que decir que «a estas alturas» no puede pasar esto o aquello. Porque a estas alturas precisamente, puede pasar cualquier cosa. 

No estamos en 1934. Pero estamos en 2014 y, en Europa y en el mundo, no se dan señales menos inquietantes que en aquel remoto año de entreguerras. Que el éxito de unos es el fracaso de los otros es evidente. Y pocas cosas hay tan claras como el histórico fracaso político de los dos grandes partidos españoles. La tragedia que supuso el paso de José Luis Rodríguez Zapatero por la historia de España ha tenido perfecta continuidad con Mariano Rajoy. 

No ha habido corrección, ni regeneración, ni ley, ni autoridad, para lo que había poder y mandato inequívoco de los españoles. Ahora, si no hay una reacción llena de coraje y determinación -para muchos no ya improbable sino impensable-, los que han gobernado sin creer en nada van a ser laminados por los que creen demasiado. Y los españoles se verán arrollados a la anomalía para décadas
 (Hermann Tertsch/ABC)

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Lo que pasa es que hay muchas personas que lo han perdido todo y quieren una especie de bomba atomica para empezar todos de nuevo desde la miseria, total no pueden estar peor o eso creen. Cuando se den cuenta del error ya será demasiado tarde

Sebastián Urbina dijo...

Esperemos que se den cuenta antes de las próximas elecciones.