martes, 22 de mayo de 2018

MUJERES INTELIGENTES Y VALIENTES









JUEZA ALAYA Y LA MANADA.
(Mujeres inteligentes y valientes.)

Mercedes Alaya, la jueza más mediática de España, analiza en una entrevista concedida a ABC el caso de la Manada y la derogación de la prisión permanente revisable, así como la necesidad de reformar el Código Penal para que no se dé el caso de que una violación pueda estar castigada con más penas que un homicidio o de que tres robos con violencia cometidos por una misma persona puedan estar penados con más penas que una agresión sexual. No obstante, Alaya pide serenidad para abordar ese debate en frío y aclarar una laberíntica legislación sobre los delitos contra la integridad sexual.

La sentencia de la Manada ha convulsionado España. Unos consideran que los hechos debieron ser condenados como violación, otros como abuso sexual. ¿Cuál es su posición, dado que enjuicia actualmente muchos casos de delitos contra la integridad sexual?

A diferencia de muchos medios de comunicación, y no sé si del propio ministro de Justicia, yo sí he leído la sentencia y tengo que decir que la sentencia mayoritaria y el voto particular están extremadamente fundamentados en Derecho, con un análisis exhaustivo de la prueba, sobre todo el voto particular.

En la sentencia mayoritaria y en el voto particular se pone de manifiesto que la víctima en el acto de juicio cambió su versión inicial ofrecida tanto en Policía como en sede de instrucción judicial, donde ya la suavizó un poco, aunque siguió manteniendo el empleo de violencia e intimidación. Después, ya en el juicio, se desdijo de eso. Teniendo en cuenta lo anterior, con el Código Penal en la mano jamás pudieron condenarse los hechos como agresión sexual, es decir, como un delito de violación.

 En nuestro Código Penal está establecido que sólo se considera violación cuando existe agresión sexual con penetración de cualquier miembro corporal o de cualquier instrumento, existiendo intimidación o violencia. Es decir, el término vulgar de violación no coincide con el término jurídico de violación. 
El ministro de Justicia, Catalá, ha levantado una polvareda al criticar al juez que dio su voto particular en la sentencia Manada. ¿Podía opinar como ciudadano o tendría que haberse mordido la lengua como ministro?

Por el Ministerio Fiscal, Catalá tuvo que tener conocimiento de que la víctima había variado su versión, por lo que efectivamente la condena por agresión sexual no resultaba posible, al menos en aquel juicio. Tuvo mucho tiempo, desde que se celebró el juicio hasta que se dictó la sentencia, para preparar una respuesta sosegada a la sociedad para tratar de explicar que efectivamente el problema no era de la sentencia, sino del Código Penal, al tiempo que podía haber planteado una reforma de futuro del Código Penal en los términos que él considerara necesario. Además, refiriéndose al voto particular fue a machete y llegó a humillar y a vejar, a ese magistrado, que ha hecho un trabajo en Derecho especialmente motivado, sin que yo pueda afirmar si tiene razón o no porque no estuve en el juicio. Con sus palabras, Catalá ha instigado a la sociedad civil en contra del poder judicial.





 (Maria Jesús Pereira/ABC.)

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