lunes, 11 de junio de 2018

TROPEZAR DOS VECES ...










TROPEZAR DOS VECES…



Un refrán español dice: ‘El hombre es el único animal capaz de tropezar dos veces con la misma piedra’.



El sectarismo y el autoengaño juegan un papel importante en la vida. Más en unas personas que en otras. Veo lo que quiero ver, lo que facilita tropezar. Un ejemplo, es el ‘flechazo’. El enamorado no ve lo que los demás ven. La primera vez que sucede este trastorno mental transitorio, tiene un pase. Pero, si hay un segundo enamoramiento, se repiten los mismos errores. No se aprende nada.



Esto tiene una dimensión personal, pero también hay trastornos mentales y sectarismos de carácter político, que afectan a millones de personas. Tomemos un ejemplo.



La Primera República Española fue el régimen político vigente en España desde su proclamación por las Cortes, el 11 de febrero de 1873, hasta el 29 de diciembre de 1874, cuando el pronunciamiento del general Martínez Campos, que dio comienzo a la restauración de la monarquía borbónica.



En un artículo es difícil hacer un profundo análisis de esta
tragicómica experiencia política, que duró menos de dos años. En este corto período de tiempo, hubo cuatro presidentes y tres conflictos armados. La tercera guerra carlista, la sublevación cantonal y la guerra de los diez años cubana.


Tal vez sea mejor un resumen de la pluma de uno de los más notables escritores españoles. Así narraba Benito Pérez Galdós el clima parlamentario de la I República:



‘Las sesiones de las Constituyentes me atraían, y las más de las tardes las pasaba en la tribuna de la prensa, entretenido con el espectáculo de indescriptible confusión que daban los padres de la Patria. El individualismo sin freno, el flujo y reflujo de opiniones, desde las más sesudas a las más extravagantes, y la funesta espontaneidad de tantos oradores, enloquecían al espectador e imposibilitaban las funciones históricas.



 Días y noches transcurrieron sin que las Cortes dilucidaran en qué forma se había de nombrar Ministerio: si los ministros debían ser elegidos separadamente por el voto de cada diputado, o si era más conveniente autorizar a Figueras o a Pi para presentar la lista del nuevo Gobierno. Acordados y desechados fueron todos los sistemas. Era un juego pueril, que causaría risa si no nos moviese a grandísima pena’.


Con la guinda de Estanislao Figueras, Presidiendo un Consejo de Ministros, que harto de debates estériles, gritó: «Señores, ya no aguanto más. Voy a serles franco: ¡estoy hasta los cojones de todos nosotros!



No insinúo que los españoles, unos 140 años después, hayamos tropezado con la misma piedra.  Pero, al menos, una parecida. Porque no parece que hayamos aprendido mucho.



Una cuestión central, que explica el fracaso de la Primera República- aunque no sea la única- es la incapacidad de los políticos para alcanzar acuerdos que vayan más allá de su sectarismo enfermizo y sus intereses de partido. Y sus intereses personales. Cuando esto sucede, un Parlamento se parece más a un gallinero que a otra cosa. Hay gallineros que no hacen tanto daño porque no tienen capacidad para decidir los destinos de la nación. Lo grave es que hay gallineros- llamados Parlamentos- que toman decisiones que afectan gravemente a la vida y hacienda de millones de personas.



¿Hay algún paralelismo entre la tragicomedia de la Primera República y el Estado de las Autonomías? Hay importantes diferencias. El nivel de vida, el sistema educativo, los servicios sociales, los recursos tecnológicos, la imbricación de España en la Unión europea…



Sin embargo, hay cosas que perduran a pesar de los cambios y tiempos. El filósofo David Hume, conocedor de la historia del imperio romano, decía que no había diferencias significativas entre los romanos y los escoceses de su tiempo, del siglo XVIII. ¿En qué sentido? En las pasiones humanas. Y son las pasiones humanas las que pueden hacer fracasar un proyecto colectivo. Más que los ordenadores, o los aviones.



Dentro de su teoría de las pasiones humanas, únicamente mencionaré su idea de que la razón es instrumental respecto a las pasiones. Sólo señalaría los medios adecuados para alcanzar los fines, que serían establecidos por las pasiones.


Algunas pasiones son caracterizadas, por Hume, como “violentas”. Sentimientos como “el amor y el odio, la alegría y la tristeza, el orgullo y la humildad”. Me centraré en dos, el odio y el orgullo. Y en un problema que puede dar al traste con la paz y prosperidad que ha tenido España desde la Constitución de 1978. Me refiero al golpe de Estado en Cataluña.



Hagamos referencia al fracaso histórico del PP y PSOE. ¿Por qué? Porque los separatistas antiespañoles, por sí solos, hubiesen sido incapaces de llevarnos a esta gravísima situación. La ruptura ilegal y violenta de España. Ha sido necesaria la estúpida permisividad y, a
veces, la suicida complicidad de PP y PSOE.


En esta actitud, cobarde e irresponsable de PP/PSOE, destacan las transferencias educativas, especialmente a Cataluña y País Vasco. Nunca se controló su correcta aplicación.   Después de décadas de adoctrinamiento y manipulación a generaciones de catalanes y vascos en el odio a España, y en el supremacismo (xenófobo), tenemos este resultado. Por eso me centro en dos pasiones violentas de Hume, odio y orgullo.



Dado el fracaso político de PP/PSOE, el PNV y Bildu, apoyados por compañeros de viaje (básicamente, separatistas catalanes y Podemos), anuncian un referéndum soberanista ilegal para noviembre 2018.


¿Tropezamos, de nuevo, con una tragicomedia parecida a la 1ª República?

 El xenófobo presidente de la Generalidad catalana, Joaquim Torra, ha escrito: ‘Los españoles sólo saben expoliar’; ‘Vergüenza es una palabra que los españoles hace años que han eliminado de su vocabulario’. Entre otros insultos y ofensas. Y los nacionalistas vascos, traidores y sanguijuelas no mejores que Torra.

 Estamos en manos de esta gentuza antiespañola gracias al fracaso histórico de PP/PSOE. Ellos nos han traído a esta dramática situación.



PD. Moción de censura. Sánchez (PSOE) pacta con golpistas, separatistas antiespañoles, comunistas antisistema y herederos de ETA. Es Presidente, gracias al apoyo de los enemigos declarados de España.


¿Por qué será?

Sebastián Urbina. 

(Publicado en El Mundo/Baleares 8/6/2018.)

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