miércoles, 15 de abril de 2020

NO HAY PEOR CIEGO...

 

 (¿Será verdad? Si lo es, es tristísimo.)

Bienaventurados y malaventurados

 
Actualizado
 
El autor contrapone el ejemplar comportamiento ante el virus de determinados colectivos, como el personal sanitario, frente a quienes se dejaron llevar por la indolencia y la frivolidad, como el Gobierno y sus socios.

2 comentarios:

Arcoiris dijo...

Se dice que después de esta pandemia descubriremos un mundo nuevo. Ojalá sea eso cierto y, soñando utopías, quiera Dios que desaparezcan profesiones onerosas, peligrosas e inútiles, como la profesión política, es decir, gentes que viven, y muy bien, por cierto, de predicar a sus corrillos clientelares las ideas que les son gratas,charlatanes que propalan idearios, y se considerara, social y retributivamente como realmente les corresponde, a profesionales que sin duda lo merecen y que sólo alcanzan la categoría de héroes por la peligrosa ineficacia de los gobernantes. Quizás llegue un día en que las naciones no hayan de dedicar ni un minuto de su trabajo para alimentar a esa tropa de lactantes (por no llamarles mamones).

Sebastián Urbina dijo...

No creo que suceda si duran las democracias. Lo que podríamos- y deberíamos tener- son políticos parecidos a los de Dinamarca. Me refiero al nivel de honestidad pública. Esto sí que sería importante. Es difícil pero más dificil es prescindir d elos representantes políticos, si sigue habiendo democracia. Con todos sus defectos.