(IMAGINEN LA REACCIÓN DEL ROJERÍO, SI LE HUBIERA PASADO A TRUMP.)
La semana pasada, cerca del pueblecito de East Palestine, en Ohio, descarriló un tren liberando a la atmósfera su carga de 300.000 litros de cloruro de vinilo y otras sustancias tóxicas y provocando así un desastre medioambiental en lo que se ha dado en llamar ‘un Chernóbil norteamericano’, y no solo por sus dimensiones.
Mientras, los grandes grupos de comunicación parecen absortos en el derribo por la fuerza aérea de objetos voladores no identificados en el espacio aéreo de Canadá y Estados Unidos y en el resultado de la Super Bowl y curiosamente desinteresados por esta catástrofe.
Es poco lo que se sabe, porque las autoridades han impuesto un muro de silencio mediático tras emitir una orden de evacuación de las personas que residen a un kilómetro y medio del accidente.
Así, un reportero fue derribado, esposado y arrestado mientras cubría una conferencia de prensa sobre el descarrilamiento. NewsNation publicó un video del arresto del corresponsal Evan Lambert el miércoles en el gimnasio de una escuela primaria en el este de Palestina donde el gobernador Mike DeWine estaba dando una actualización sobre el accidente.
(Carlos Esteban/LaGaceta/18/2/2023.)
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