ENFERMEDADES PREOCUPANTES.
Hablaré, brevemente, de una enfermedad que no se cura en los ambulatorios. Diría que hay tres aspectos que la configuran, sin pretensiones de exhaustividad: ‘el victimismo, la mentira y la pedagogía del odio’.
Tenemos que decidir, en primer lugar, si la enfermedad afecta a sectores minoritarios de la sociedad catalana (los radicales independentistas) o afecta a la mayoría de la población. Las quejas que, en privado, suelen hacer personas moderadas (con ‘seny’) en el sentido de que ciertas discriminaciones y coacciones no expresan el sentir mayoritario de los catalanes, choca con los resultados electorales.
El Tripartito que gobierna es el que permite (de momento no diremos que fomenta) los atropellos y mentiras de los que luego hablaré. Dado que estas vergüenzas no son de hoy, la mayoría de los catalanes podrían haber evitado esta bochornosa situación votando a otros partidos que defienden, por ejemplo, el bilingüismo y el no nacionalismo obligatorio. O sea, el PP y Ciutadans. Pero no han querido. Por eso pienso que la enfermedad se ha extendido y ya no es sólo de minorías catalanistas.
Victimismo.
Todos los nacionalismos son victimistas. No sólo el catalanista. En todo caso, los nacionalismos periféricos han venido distorsionando, gracias a su deslealtad constitucional, el Título Octavo de la Constitución (De la Organización Territorial del Estado), en el sentido de hacer que el ‘Estado de las autonomías’ fuese un modelo siempre inacabado. Un modelo en permanente construcción.
En realidad, debería decirse en permanente ‘destrucción’, porque destruir es el objetivo de los nacionalistas. Los planteamientos, ya claramente soberanistas, de PNV y CIU son ejemplos de deslealtad y de violación de la legalidad constitucional. Aparte de su clara inconstitucionalidad, rezuman odio a España. Y este odio enfermizo, fomentado en los ‘territorios comanches’, está mezclado con victimismo. ¡Estamos oprimidos! ¡España nos roba!
Se trata de repetirlo hasta la saciedad, hasta que empape las mentes. Es lo que han hecho durante los últimos treinta años. Y han copado la enseñanza, las radios, televisiones y prensa subvencionada. Pero incluso en las mejores familias hay ovejas negras. En una editorial de La Vanguardia (24/9/2007) se denuncia, sin ambages, el victimismo catalanista. Pero ‘una flor no fa estiu’, y todo sigue igual. ¡Faltaría más!
El otro victimismo tiene que ver con ‘la pela’. ‘Madrit nos roba’. Lo último son las balanzas fiscales. Sin negar que pueda mejorarse la fiscalidad actual, lo que ahora interesa es mostrar las diferentes reacciones a la solidaridad interterritorial. Los madrileños (ya que ‘Madrid’ no paga impuestos) son los que más aportan a la solidaridad /3.247/ euros, mientras que los catalanes (no Cataluña) aportan a la solidaridad /1.489/ euros. Los baleares aportamos /1.222/ euros. El País Vasco y Navarra reciben más de lo que aportan.
Parece que los madrileños deberían ‘llorar’ más. Pues no. Los que más lloran son los catalanistas. ¿O los catalanes? ¿Por qué lloran? Porque les han repetido, desde hace más de treinta años, que España les explota y les oprime. El que no se lo crea es un mal catalán, un anti-catalán, un españolista, un facha. O sea, todo para nosotros. O bien, ya diremos lo que aportamos, si aportamos algo. Somos soberanos ¿no?
Mentira.
Para justificar el esperpento hay que mentir sistemáticamente. Primero está la cuestión del ‘origen’. En Baleares (les Illes, según los catalanistas) tenemos que soportar la mentira de los nacionalistas, ayudados o ‘comprendidos’ por PSOE y PP. Penoso. Quieren endosarnos la peregrina idea de que éramos, más o menos, un pueblo de salvajes (que hablábamos por señas, o balbuceábamos el árabe en el mejor de los casos) hasta que llegaron los catalanes en 1229, y se hizo la luz. Nos catalanizaron y nos cristianizaron. Es falso, pero lo repiten. Tienen la ayuda de curillas, maestrillos y plumillas orgánicas bien dispuestas a trabajar para la liberación de la ‘patria oprimida’. Pero Mallorca fue romana durante más de mil años y el latín fue evolucionando (como tantos otros territorios) hacia modelos romances o pre-romances.
Otra de sus grandes mentiras es la no discriminación del castellano en Cataluña. Pero el líder de los populares en Cataluña, Daniel Sirera acaba de mostrar un vídeo (en el que una ciudadana llama al Departamento de Educación de la Generalitat) cuya conversación pone de manifiesto la imposibilidad de recibir ni una clase en castellano. ¡Facha el que lo diga! La enfermedad es ya tan grave que esta vergonzosa y antidemocrática realidad no hará mella en la conciencia de la mayoría de ciudadanos. ¿Ciudadanos?
Para manipular las mentes, como hace con maestría el nacionalismo, es muy conveniente controlar (o ser capaz de influir en) el proceso educativo y los medios de comunicación. Y lo han hecho. Han conseguido, entre otras cosas, que muchos catalanes-catalanistas respondan automáticamente y con desprecio a ciertas palabras o expresiones: España, lengua española, historia de España y similares. O sea, la catequesis nacionalista. Es muy preocupante que las jóvenes generaciones educadas (?¿) en el resentimiento y el desprecio a España, vayan a ser las que ocupen la Generalitat.
Pedagogía del odio.
¡España, caña! Terra Lliure amenazó de muerte a Albert Rivera (Presidente de Ciutadans) mientras la prensa progre y subvencionada, como El País, censuraba a esta formación su lema ‘Cataluña es España’. Ahora han recibido amenazas sus padres. Han escrito a las puertas de su negocio ‘fora faixistas’. O sea, los fascistas catalanistas llaman ‘fascistas’ a los que defienden la libertad y el pluralismo. Y, por desgracia no son los únicos que han sufrido agresiones, amenazas e insultos. Hay muchos más.
¿Por qué lo hacen? Aparte de por ser fascistas, porque esperan que surta los efectos deseados. Se trata de amedrentar a la población. El mensaje es: ¿Ves lo que pasa por ser un mal catalán y decir ciertas cosas? Por supuesto, lo de ‘mal catalán’ lo deciden ellos, los que dan certificados de buena conducta.
Mientras tanto ¿qué hace el Tripartito? Calla. Es lo que puede esperarse de su excelencia moral. ¿Qué hacen los demás partidos, excepto el PP y Ciutadans? Callan. ¿Qué hacen los catalanes, en general? Callan. Silencio. O sea, no hay problemas en el Oasis catalán, salvo los que provoca la puta España. ¿Están enfermos de nacionalismo?
Últimas Noticias. El Conseller Joan Puigcercós dice: ‘España nos expolia el doble que hace diez años’. Un médico, por favor.
Sebastián Urbina.
3 comentarios:
¿¿¿Que Mallorca fue romana durante mil años??? Ahhh o sea, ud. también defiende lo de que el mallorquín es anterior al catalán... Me puede explicar de donde vienen muchos de los apellidos tan comunes en Mallorca, como Ripoll, Cervera/Servera, Rosselló,etc? Ahh, que son catalanes, que cosas.
Por lo visto el Imperio Romano perduro en Mallorca una vez hubo caido Roma...vaya tesis mas surrealista.
¿Y los árabes? ¿Quien dice que eran bárbaros? En muchas cosas estaban más avanzados que los cristianos, pero nos guste o no, los cristianos catalanes vinieron posteriormente a partir de la conquista de Jaume I.
Vaya decepción, Sr.Urbina,¿pero en que historiadores se fundamenta ud?
No debería adoptar una actitud tan displicente, máxime siendo 'anónimo'.
1. Muchos de los apellidos que usted menciona y otros como Ferrer, Durán, Ballester, Amat, etcétera, eran comunes no sólo en Navarra y en Aragón sino, también, en Francia.
2.Cataluña se constituye geopolíticamente en el siglo XIV. Era un feudo de Francia que formaba parte de los Condados Carolingios. También conocido como Marca Hispánica.
3. Ni Álvaro Santamaría, ni Sánchez Albornoz, ni Madariaga, y otros, están de acuerdo con sus planteamientos.
4. Si, Mallorca fue durante más de mil años romana y sufrió una intensa romanización. Con Cecilio Metelo llegaron unos cinco mil colonos romanos.
5. Nadie ha dicho que los árabes fueran bárbaros, pero jamás los musulmanes fueron superiores numéricamente a la población no musulmana.
6. El contingente de catalanes que llegó en 1229 se calcula habitualmente en un 13 por ciento, aproximadamente.
7. Mallorquines, valencianos y catalanes se entienden porque hablan lenguas romances que provienen del latín. En aquel entonces, en Cataluña, se hablaba una lengua romance derivada del provenzal francés, llamada 'llemosí'.
Lamento haberle decepcionado aunque no deseo seguir con esta polémica.
Muy bien dicho, Sr Urbina!!!
Este anónimo es el fiel retrato de la actual campaña educativa: mucho desprecio a quien no piensa como él, pero ningún argumento sólido.
Dentro de unos años, si nadie lo remedia, ese puede ser el componente del puelo catalán, mallorquín, vasco, y demás nacionalismos en vigor... un montón de gente que no sabe nada del pasado pero se siente sumamente orgullosa de sus limitaciones tanto culturales como intelectuales.¡Qué pena!
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