EL IDIOTA MORAL.
Leo en la Prensa que
uno de cada siete jóvenes británicos admite tener una "visión
favorable" hacia el Estado Islámico (IS), según un sondeo de Populus
difundido por el diario The Times. El 14% de la población entre 18 y 24 años en
Gran Bretaña confiesa que el IS le inspira una "sensación cordial".
Por desgracia, no creo que estos repugnantes y peligrosos resultados sean muy
diferentes en el resto de los países europeos.
En primer lugar,
digamos algo del Estado Islámico (IS). Surgió como una organización
terrorista próxima a Al Qaeda para hacer frente a la invasión de Irak de 2003,
y estuvo dirigida por Abu Musab al Zarqaui. Esta organización se caracteriza
por su severa interpretación del Islam y su brutal violencia contra los chiitas,
ya que ellos son miembros de la fe suní.
Precisemos que su
violencia brutal no sólo se dirige contra los sunitas. Hemos podido leer en la
prensa que en zonas cercanas a la ciudad siria de Kobani, los yihadistas del
Estado islámico enterraron vivas a muchas personas que no quisieron convertirse
al Islam. Aparte de innumerables violaciones, torturas y degüellos. Todo esto
debería ser más que suficiente para mirar con horror al Estado Islámico.
Entonces ¿por qué uno de cada siete jóvenes británicos tiene una ‘visión
favorable’ hacia estos criminales sin escrúpulos?
Esta miseria
moral no es exclusiva de los británicos. Un estudio del gobierno vasco (de principios de 2011)
muestra que algo más de la mitad de los jóvenes de 15 a 29 años rechazan, por
igual, a un vecino etarra, que a un vecino víctima de los etarras. La
proporción es, aún, más repulsiva si nos limitamos a jóvenes entre 15 y 17
años. ¿Qué ha pasado?
Ha pasado
que después de más de treinta años de lavado de cerebro, gracias a las
competencias educativas transferidas, una parte importante de los jóvenes
vascos dice que rechaza por igual a un vecino terrorista que a un vecino
víctima de los terroristas. Claro que también han ayudado mucho la radio,
prensa y televisión subvencionadas por PNV y amigos. Y el miedo a las pistolas
de ETA.
¿Es que acaso les
enseñan lo mismo a los jóvenes británicos que a los jóvenes del País Vasco? No.
En vez de la España opresora que subyuga las libertades vascas, los británicos-
como los europeos, en general- reciben una similar formación progresista. ¿En
qué consiste?
Aquí tenemos que hacer
referencia al relativismo, el multiculturalismo y a la sociedad occidental. En
la mayoría de los países europeos, por no decir todos, se enseña una materia
parecida a la ‘Educación para la Ciudadanía’. Aunque hay matices diferenciales
entre unos y otros hay, también, elementos comunes. Entre ellos, una defensa,
más o menos clara del relativismo y del multiculturalismo. Y una crítica, más o
menos intensa, del mundo occidental.
Gracias al
relativismo podemos dudar, por ejemplo, de que esté mal que en Arabia Saudí
prohíban a las mujeres que conduzcan. ¿Está mal? Son sus costumbres. Y si en
Irán cortan la mano a los ladrones, es lo mismo. Costumbres que debemos
respetar. Como lo de sajar el clítoris a las niñas. ¿Son los terroristas
'grandísimas personas'? Depende. Para ti, que no comprendes la lucha del pueblo
vasco oprimido, no lo son.
Y el
multiculturalismo dice que hay que blindar las formas de vida porque todas son
igualmente respetables. O sea, que nadie tiene derecho a criticarlas y que
todas son igualmente dignas. Por eso, según los multiculturalistas- progres- hay que
aceptar cualquier costumbre de los inmigrantes en vez de inculcarles y
exigirles el respeto por la Constitución y los valores democráticos que
encarna.
De ahí que en
muchas ciudades europeas haya guetos en los que se aplican costumbres que
violan derechos fundamentales de la persona. Por ejemplo, casar a niñas con
adultos. Guetos en los que apenas se aplica la ley, y en los que la policía
evita entrar. Sin embargo, cuando nosotros- blancos occidentales- vamos a sus
países de origen tenemos que amoldarnos a sus costumbres y pasar
desapercibidos. No hay reciprocidad.
En España, uno de los
libros de Educación para la Ciudadanía es el de C. Fernández, P. Fernández y L.
Alegre, editorial Akal. ¿Qué nos dicen estos profesores para educar a nuestros
retoños?
"El capitalismo es
como un tren sin frenos que se acelera cada vez más... Lo que está fuera
de control es, precisamente, el capitalismo, y el socialismo no es otra cosa
que el freno de emergencia... Es la única esperanza que le queda a la humanidad
para pararle los pies al capitalismo... lo bueno que tiene el comunismo es,
precisamente, que no tiene porqué ser competitivo...
Ahí tienen el caldo de
cultivo para que muchos jóvenes, y no tan jóvenes, se convenzan de que
Occidente es criminal y que toda ‘buena persona’ debe ponerse de parte de los
que luchan contra la opresión occidental-capitalista. Convendría que las personas
responsables- políticos o no- se tomaran muy en serio el adoctrinamiento
ideológico que reciben las jóvenes generaciones en las escuelas. Luego no se
quejen de que millones de españoles se queden fascinados por las
milagrosas recetas de ‘Podemos’. O que
un sector de la juventud tenga simpatías por ETA, o por los terroristas del
Estado Islámico.
En todo
caso, la basura que alimenta el odio a Occidente no es de hoy. En 1925, el
conocido poeta, novelista y comunista francés, Louis Aragon, pronunció una
conferencia en Madrid, ante una asamblea de estudiantes:
‘Venceremos.
Y en primer lugar arrasaremos esta civilización que tanto queréis, a la que os
habéis amoldado como los fósiles al esquisto... el Mundo Occidental está
condenado a muerte... Somos los que darán siempre la mano al enemigo’.
Así
es el idiota moral. Y está entre nosotros.
Sebastián
Urbina.
(Publicado en El Mundo/16/1/2015.)
2 comentarios:
Mi sincera felicitación por el artículo. No conocía la cita de Aragon, pero es antológica, impagable, porque da la clave auténtica del asunto: el odio a la civilización occidental, porque ésta es la civilización de la libertad, fruto de una cultura de raíces cristianas; por eso son cristófobos, porque odian la libertad. Para erradicarla se aliarán con quien sea. Un dato revelador, aparentemente contradictorio, es el gran número de conversos al islam que son de origen comunista. Todo un dato.
Un saludo y gracias de corazón por su labor.
Muchas gracias por sus palabras. Vienen muy bien los ánimos.
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