sábado, 18 de mayo de 2019

ESPAÑA ESTÁ ENFERMA


 (Es, por supuesto, una manera de hablar. Si lee la información de este post, se dará cuenta- en realidad, ya lo sabrá si ha querido enterarse de lo que pasa- de que 'España está enferma'.


Y esto significa que la gran mayoría de los políticos son- o se han comportado como- una cuadrilla de cobardes y mediocres. Ellos son los mayores responsables de esta situación vergonzoza, peligrosa e injusta. Además de ilegal.


España es un país más inmaduro- al menos políticamente hablando- que Francia. Por poner un ejemplo. En las encuestas más recientes, Le Pen tiene tanta intención de voto que todos los partidos de izquierda juntos. Si España no explota antes, veremos algo parecido.


Repito, rotundo fracaso de los partidos políticos tradicionales. Merecen todo mi desprecio. Porque- a menos de ser imbécil de libro- ya se podía esperar el comportamiento de los separatistas antiespañoles. Antes, nacionalismos periféricos. O sea, mentiras, victimismo, deslealtad y chantajes.)

 




 ESPAÑA ESTÁ ENFERMA

Un joven con cara de niño pero las ideas muy claras prefirió lanzar una pregunta al público antes que hablar. Josep Lago, presidente de S'ha Acabat!, la única asociación constitucionalista formada por jóvenes en Cataluña, sabía la respuesta que le daría el público y, por eso, tenía preparado el «contraataque». «¿Qué genera en Madrid el independentismo catalán?». Un participante se animó a hablar y solo pronunció una palabra: «Hartazgo». «El problema es que si lo que pasa en Cataluña provoca hartazgo e indiferencia ganan los independentistas», espetó Lago.


Este alumno de la Universidad Autónoma de Barcelona presentó junto con Nuria Plaza Carrero, de la asociación Impulso Ciudadano y Ana Losada, presidenta de la A samblea por una Escuela Bilingüe (AEB) una demoledora exposición sobre la instrumentalización de las escuelas de manos de los independentistas con la connivencia de las autoridades educativas y hasta de los padres durante el referéndum ilegal del 1 de octubre; el adoctrinamiento en las aulas; el silencio al castellano a través de la inmersión lingüística y el boicot y la violencia que sufren los alumnos universitarios que dicen en voz alta y clara que son constitucionalistas.

 «Este problema no es de Cataluña, sino de toda España. La realidad catalana es esta, no la que exhibe la ministra de Educación, Isabel Celaá, cuando dice que el castellano ya es lengua vehicular en Cataluña. Necesitamos que en Madrid transmitáis este mensaje», rogó Losada.
Losada recordó que el único camino que tienen los padres para que sus hijos estudien en lengua castellana es recurriendo a la justicia. Concretamente, al Tribunal Superior de Justicia de Cataluña que obliga a los centros a impartir, como mínimo, un 25% de horas en castellano en los grupos-clase de los alumnos demandantes.

 Es decir, si los padres lo solicitan, el TSJC obliga a que se imparta esa cantidad de horas a toda la clase. De acuerdo a los cálculos de Losada, gracias a las sentencias del TSJC solo 900 niños podrían estar recibiendo clases en castellano en toda Cataluña.

La idea del debate entre la AEB, Impulso Ciudadano y S'ha Acabat!: «¿Qué está pasando en la escuela catalana?», que tuvo lugar ayer en la Facultad de Educación de la Universidad Complutense de Madrid, era exponer la realidad del independentismo fuera de Cataluña para que el resto del país conozca mejor la situación. Plaza Carrero hizo una minuciosa exposición en la que empezó relatando, con apoyo de un informe del año pasado elaborado por la AEB, cómo el independentismo instrumentalizó las escuelas catalanas antes, durante y después de la celebración del referéndum ilegal del 1-O. 

«Los centros educativos fueron instrumentalizados, con la connivencia de las autoridades educativas y no pocos miembros de los clautros de profesores, así como de las asociaciones de madres y padres de alumnos (AMPAS) y la inacción de la inspección educativa». 

Plaza Carrero expuso cómo se instrumentaliza la educación a través del monolingüismo obligatorio en catalán y la exclusión del castellano, el uso de determinados libros de texto y manifiestos con signo político así como el uso del espacio escolar con objetivo político. «En las aulas se transmite una versión sesgada y manipulada de la imagen de España, sobre la que sea crea una desafección, se usan conceptos positivos pero que aislados del contexto conducen a la manipulación: se transmite que la democracia, la libertad y la paz son patrimonio del independentismo mientras que la idea de España se relaciona con la injusticia, la falta de democracia. El mensaje es: España nos roba, ejerce la violencia sobre nosotros y no nos permite votar».


Plaza Carrero recordó cómo la exconsejera de Educación, Clara Posantí quitó la responsabilidad de todos los centros escolares a sus directores y se erigió ella como única responsable hasta el lunes siguiente a la celebración del referéndum. También lamentó la inacción de la inspección educativa y la labor de «correa de transmisión» de los sindicatos «asumiendo el monolingüismo y agitando contra la legalidad en las escuelas». 

Una urna del referéndum para almacenar material escolar.

 

También destacó el papel central de las AMPAS como Escola Catalunya de Sant Cugat del Vallés que condenó el encarcelamiento de Romeva. O el apoyo por parte de directores y docentes, como es el caso del instituto Carlos Vallbona «que condenaron la aplicación del 155». Además, recordó la participación de menores en las manifestaciones posteriores al referéndum ilegal, el uso de lazos amarillos en las escuelas y hasta de una urna del referéndum para almacenar material escolar.


En cuanto al adoctrinamiento en las aulas recordó algunas informaciones publicadas por este periódico como el libro de cuentos del preso Junqueras que la Generalitat aconsejó como lectura escolar o las notas a pie de página de una agenda escolar con consignas contra España y los Borbones. Esto, «por no hablar de los despropósitos realizados con el consentimiento de los docentes como el cartel en el colegio Ramon Llull de Barcelona en que rezaba: "España es ese maltratador que te pega porque te quiere"».


Posteriormente, le tocó el turno a Josep Lago que se refirió a la situación vivida en las universidades pero antes, hizo varias advertencias: «Pese a que no percibamos el riesgo de golpe o de independencia, se está preparando el terreno para cuando sea posible, en 10, 15 o 20 años». «Nos hemos de preocupar porque os quieren hacer parecer extranjeros en vuestro país y a nosotros nos quieren quitar del resto de España», aseguró. 


El presidente de S'ha Acabat! mostró su preocupación por «ese 60 por ciento de nuevos votantes que elige a los independentistas» y relató cómo los miembros de su asociación han sufrido toda clase de boicots en la universidad. Lago también explicó que los independentistas penetran en la universidad por dos vías: la violencia y el alineamiento que consiguen de los rectorados. «Todas las universidades están adheridas al Pacto Nacional por el Referéndum, son muchas actitudes que demuestran que no está claro quiénes son los agresores y quiénes los agredidos». 


Lago recordó que en su universidad se envió una carta a todos los alumnos «pidiendo disculpas por haber tenido que borrar murales separatistas tras la orden de la Junta Electoral».

«El único camino que nos queda es la justicia».

 

Por último, intervino Ana Losada que contó el camino de la inmersión lingüística en Cataluña. «Empezó en 1983. En el curso 83-84 en Cataluña se aplica la ley de normalización lingüística con el objetivo de normalizar el catalán en las escuelas. Se empezó con una asignatura en catalán y luego se fueran añadiendo más. De hecho, en 19 escuelas de Santa Coloma de Gramenet, donde entre el 70 y el 100% de los alumnos era castellanohablante decidieron impartir todo en catalán», relató Losada quien señaló que si en 1984 las escuelas en catalán representaban el 9%, diez años después esa cifra ascendío al 75%.


Losada señaló que actualmente los niños de 0 a 3 años y de 3 a 6 (Infantil) tienen cero horas de castellano, mientras que los de 6 a 12 (Primaria) tienen dos, los de 12 a 16 (ESO), suben solo a tres. Sin embargo, recordó que la sociedad catalana es bilingüe y mientras el 31% tiene como lengua materna el catalán, asciende al 55,1% el que tiene el castellano como lengua materna.


«El único camino que nos queda es la justicia. Si eres padre y no aceptas que la inmersión sea legal y quieres que tu hija estudie en la dos lenguas tienes que pagar un peaje. Por ejemplo, unos padres en Mataró pidieron mas castellano en la escuela y los profesores, las AMPAS y hasta los partidos políticos nacionalistas salieron para decir que ni hablar y que la sentencia no se debía cumplir». 

(Josefina G. Stegman/ABC/18/5/2019.)

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