Intelectuales españoles exigen la liberación de los presos políticos en Cuba
Diversos representantes de la cultura española como Fernando Savater, Elvira Lindo, Antonio Muñoz Molina o Juan Marsé se han unido a una campaña lanzada este viernes para reivindicar la liberación de todos los presos políticos en Cuba y exigir al Gobierno de Raúl Castro que ponga fin a la eliminación de opositores pacíficos.
La esposa del disidente Guillermo Fariñas le traslada a un hospital al sufrir un desmayo por su huelga de hambre. / Efe
Madrid.- Diversos representantes de la cultura española como Fernando Savater, Elvira Lindo, Antonio Muñoz Molina o Juan Marsé se han unido a una campaña lanzada este viernes para reivindicar la liberación de todos los presos políticos en Cuba y exigir al Gobierno de Raúl Castro que ponga fin a la eliminación de opositores pacíficos.
La iniciativa Orlando Zapata Tamayo: Yo acuso al Gobierno cubano se dio inicio este viernes en un blog homónimo en el que se incluye una carta para solicitar la liberación de todos los disidentes que se encuentran encarcelados en Cuba.
En su primer día de existencia, la misiva ha sido firmada por más de 1.300 personas de diferentes países, entre ellas intelectuales españoles como los mencionados o Rosa Montero, otros escritores latinoamericanos como Álvaro y Mario Vargas Llosa e incluso disidentes cubanos como la bloguera Yoani Sánchez.
La campaña trata de presionar a las autoridades cubanas para que excarcelen a todos los presos de conciencia y de opinión, delitos por los que varios disidentes han sido condenados a penas "de hasta 28 años en prisión".
El periodista opositor Guillermo Fariñas se encuentra hospitalizado en un centro médico de Villa Clara debido al débil estado de salud en el que se encuentra como consecuencia de la huelga de hambre y sed que inició hace dieciocho días, tras la muerte del preso disidente Orlando Zapata Tamayo, para reivindicar también la puesta en libertad de los 26 disidentes que se encuentran encarcelados en la isla.
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HAY GENTE DECENTE.
No todo intelectual es 'intelectual orgánico'. Entre la tribu de la 'ceja' y los intelectuales a la violeta que ponen paños calientes cuando hablan de 'dictaduras buenas' (de izquierda) no se agotan todas las posibilidades. Afortunadamente.
Hay gente decente que piensa por sí misma y no se deja engatusar ni chantajear por la dictadura de lo 'políticamente correcto'. Hay gente que no lleva en su cuerpo el odio enfermizo a 'la derecha', a la 'economía de mercado', a la 'propiedad privada', a 'USA', y a la retahíla de tópicos ridículos de la izquierda realmente existente. Hay que ser tonto (y lo son) para actuar como ellos lo hacen.
Como decía Ortega y Gasset en 1937: "Ser de izquierda es, como ser de derecha, una de las infinitas maneras que el hombre puede elegir para ser un imbécil: ambas, en efecto, son formas de hemiplejia moral'.
Solamente las personas simples políticamente, o las más sinvergüenzas, siguen como si tal cosa. Dividiendo el mundo político en buenos (izquierda) y malos (derecha). Claro que esto es posible debido a la profunda ignorancia política de gran parte de la sociedad española.
De todos modos, los principales responsables son los que saben la inanidad de estas distinciones maniqueas y, sin embargo, las elevan a rango de categorías políticas básicas. Las siguen utilizando para dividir y enfrentar, con demagogia y sectarismo.
Hemos podido escuchar, repetidamente, a destacados políticos socialistas hablar, con desprecio, de 'la derecha extrema' o, simplemente, 'la derecha', excusando cualquier otra explicación o justificación. ¿Por qué? Porque suponen que hay una comunión entre su mensaje de buenos y malos y millones de ignorantes súbditos 'progresistas' de nuestra democracia.
Algo así como: 'No me cuente más, que les conozco bien. Son la esencia de todos los males'.
Mal presente y mal futuro nos espera con este penoso nivel de comprensión de la realidad y este sectarismo enfermizo.
Ya sé que no tengo pruebas científicas sino que es una opinión, pero creo que la izquierda española, en términos generales, (en contra de lo que pensaba J.F. Revel) es la más troglodita y sectaria de Europa. Y sigo pensando que, como ya ocurría en la II República, los mejores socialistas son marginados. Entonces, Julián Besteiro. Ahora (aunque tal vez no tengan su categoría moral e intelectual), Almunia o Fernández Ordóñez, entre otros, que representan lo más inteligente del socialismo español. Sus propuestas de política económica así lo indican.
No solamente no les hacen caso. Es que les insultan. Recordemos las palabras de uno de los sindicalistas más cercanos a Cándido Méndez, comentando las recomendaciones de reforma del mercado laboral expuestas por el Gobernador del Banco de España: '¡Que se vaya a su puta casa'!
¡Qué harán con los adversarios políticos del PP! Rectifico, con sus enemigos, porque, para ellos, los populares son sus enemigos. Para ellos, el batasuno Otegui era, al menos, 'un hombre de paz'.
Sebastián Urbina.
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