sábado, 31 de julio de 2010

DIFICULTADES EN EL OASIS.





DIFICULTADES EN EL OASIS.

La Generalitat de Cataluña tiene problemas de tesorería para hacer frente a sus pagos comprometidos.

El síntoma más evidente de esta situación son los retrasos constantes que tiene el departamento de Sanidad en el pago de las facturas a los centros hospitalarios concertados y cuyo importe asciende a unos 600 millones de euros.

De estos 600 millones, 440 corresponde al abono de facturas por prestación de servicios de hospitales concertados. Desde el pasado mes de abril, estas facturas han sufrido retrasos en los pagos. Además de las facturas, Sanidad también aporta otros 170 millones de euros mensuales en concepto de complementos salariales al personal sanitario.

En una reunión celebrada el pasado miércoles, la Generalitat también anunció el aplazamiento a 60 días de los pagos. Hasta ahora el abono se hacía con un plazo de 30 días. Esta medida puede generar un profundo malestar entre los profesionales del sector aunque los hospitales tienen la obligación legal de hacer frente al pago de las nóminas.

Desde abril

Las dificultades de financiación de la administración catalana se arrastran desde abril. En esas fechas y ante las dificultades que ya existían en los mercados financieros occidentales, el consejero de Economía catalán, Antoni Castells, emprendió una gira por Japón para tantear una emisión de bonos samurai (títulos emitidos en yenes por una entidad extranjera).

No se fijó una cantidad al tratarse ésta de una decisión inmediatamente anterior a la emisión. La operación, prevista para unas semanas después, no se ha llevado a cabo debido a que la agencia de calificación Fitch rebajó el nivel de la deuda catalana. Además, en aquellas fechas, la Unión Europea obligó al Gobierno español a aplicar un severo plan de ajuste para garantizar su solvencia.

En los tres primeros meses de 2010, Cataluña había conseguido colocar hasta 2.150 millones de euros en bonos. Lo hizo en las dos primeras operaciones de una serie que a lo largo de todo este año deberían alcanzar los 9.000 millones, cifra necesaria para hacer frente a las necesidades de tesorería. El precio pagado en las emisiones fue de entre el 4,95 y el 3,87%.

Tanteó a los bancos

Ante el cierre de los mercados y para hacer frente a sus pagos, la Generalitat sondeó a las principales entidades bancarias españolas. La intención era firmar un crédito sindicado de 1.000 millones. La mala acogida también ha paralizado esta operación. Según algunas fuentes sólo La Caixa y Caixa Catalunya estaban dispuestas a aportar una parte de ese préstamo.

Para hacer frente a los pagos más inmediatos, a principios de mes el departamento de Economía colocó pagarés por un importe de seis millones, en una subasta ordinaria cuya única adjudicataria fue La Caixa. Cuatro millones de euros se lanzaron a tres meses, con un tipo marginal del 1,41%; un millón de euros más a seis meses a 1,84%, y otro millón a 12 meses al 3,3%. (El Economista).

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Tal vez deberían crear más Embajadas.

3 comentarios:

filósofo dijo...

Los proyectos totalitarios irrealistas como el catalán tienen su talón de aquiles precisamente en la realidad. Se les ha acabado la plata y ahora tienen dos opciones: reducir el gasto y admitir que hay que apretarse el cinturón o seguir en la irrealidad victimaria de mira tú que mala es España. Los catalonazis han elegido seguir la vía del victimismo, es decir: más de lo mismo, radicalizando hasta el extremo sus premisas: el problema es que el pueblo o una parte del pueblo se lo crea y les siga, porque con el cuentillo de nosotres soms una nació nadie se plantea de que hay que reducir embajadas, coches oficiales, y otras parafernalias porque "son necesarias para cualquier nación". Es decir, la villanía de sacarle los cuartos al pueblo es mayor y la justifican más, cuanto más se radicaliza la independencia.

Aurora dijo...

¡¡Anda y que se estrellen!!!

Son como esos adolescentes que reniegan de papá, le desprecian, quieren ser independientes, le gritan a la cara que ellos son libres... pero luego le piden dinero, y dinero, y dinero para poder seguir saliendo de marcha y haciendo botellón.

Y ahí veremos la inteligencia del padre: Unos padres, sensatos, reducen al mínimo las subvenciones al hijo díscolo, para que se entere de que la verdadera independencia empieza en el bolsillo y conlleva eso de ganarse el pan con el sudor de su frente.

Otros padres, en cambio, son tan gilipollas que siguen dando todo el dinero que les piden para no tener problemas, porque en el fondo tienen miedo de ese hijo.

Y me temo que ese es el caso de papá ZP, que hoy en día tiene a España en sus manos: les dará a los catalanes todo lo que pidan con tal de que le sigan votando... hasta que el resto de los hermanos se harten, le hagan un plante al padre cobarde y le obliguen a meter en cintura a ese hijo tirano y caradura.

¿¿¿ Cuando empezaremos a rebelarnos los que siempre pagamos, y a exigir que los catalanes se atengan a las consecuencias de la actuación de esos políticos insensatos que ellos mismos han votado???

Anónimo dijo...

EL dia que qualsevol foraster pagui tants peatges com paguen els catalans, ja em parlarem.