sábado, 21 de julio de 2018

PABLO CASADO, UN FACHA






(La izquierda reaccionaria, o sea, mucha, descalifica a Pablo Casado por ser un 'facha'.

¿Por qué? Porque no pide perdón, como Rajoy o S3. Es decir, procurando mirar para otro lado y no enfadar a la izquierda. Hablar muy poco de política y mucho de la prima de riesgo. Ya se sabe que la política, como la enseñanza y los medios de comunicación, son monopolio de la izquierda.

La primeras calificaciones, o sea, descalificaciones, de Casado han sido: 'facha', 'ultraderecha', 'ultracatólico' y alguna más que no recuerdo. Imagino que 'extrema derecha'.

España no será un país 'normal', dentro del ámbito de las democracias occidentales, si hay partidos con millones de votos que descalifican- como fascistas, o sea, antidemócratas- a partidos que no piensan como ellos pero que respetan- mucho más que ellos- la Constitución democrática que tenemos.

España, por ahora, es un país agilipollado de progreso, en parte, responsabilidad del Partido Popular. Cobarde, mal comunicador e incapaz de un debate ideológico serio con la izquierda. En este sentido, Rajoy ha sido el peor.

 Es hora de cambiar. Sin complejos.
No se ponga a la altura de la 'izquierda reaccionaria'.)

 (NO SOLAMENTE SON 'IZQUIERDA REACCIONARIA' - NO EN VANO APOYAN A MADURO Y ORTEGA, ENTRE OTROS DICTADORES- SINO QUE SON, ADEMÁS, TOTALITARIOS. ESTAS DECLARACIONES DEL PODEMITA SON UNA FORMA DE 'CORDÓN SANITARIO'. O SEA, ECHAR DE LA VIDA POLÍTICA A LOS QUE NO PIENSAN COMO YO. GENTUZA TOTALITARIA.)

 Y desde Podemos, su secretario de Organización, Pablo Echenique, ha lamentado hoy que con la victoria de Pablo Casado, que será el nuevo presidente del PP, España ha pasado a tener "tres partidos de extrema derecha".

(LD) 

PENSAMIENTO ÚNICO: NUNCA MÁS.

Lo más trasnochado y cavernícola que hay en el panorama político español es la supuesta superioridad de la izquierda. Vamos, que están como para dar lecciones de cultura y democracia Sánchez, Carmen Calvo o Pablo Iglesias. Algunos de ellos rozan los estándares elementales en cuanto a crédito y práctica democrática.

 Ya no digamos de talante y tolerancia. Supongo que la misma ley y consenso político que sirve de paraguas para que independentistas y filoetarras digan lo que dicen también nos amparan a quienes creemos en la vida, en la unidad de España, en la libertad, en la economía libre de mercado, en la propiedad privada, en el esfuerzo personal y en el valor de la lengua común. 

Digo yo que podremos decirlo, o ¿ya nos van a meter en la cárcel por ello? Tratar de descalificar a Pablo Casado por defender esos principios sí que es antidemocrático y cavernícola. Estamos empeñados –o mejor dicho, están– en presentar la democracia al revés. Las sociedades avanzadas tienen que favorecer un contraste de opiniones civilizado y sereno. Y no parece el caso. Insisto, están como para dar lecciones.

(Bieito Rubido/ABC) 

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