miércoles, 11 de enero de 2023

REYES MAGOS ¿ESTUPIDEZ O TOLERANCIA?

 

Reyes Magos, ¿estupidez o tolerancia?

Por Sebastián Urbina

La cabalgata de los Reyes Magos de Sineu tuvo ayer por la noche un final inédito hasta la fecha. Cuando la comitiva real llegó a la parroquia de Santa María, donde finalizaba el recorrido previo por las calles de la localidad, la persona que ejercía de rey Baltasar comunicó a las autoridades y organizadores de la cabalgata que no pensaba entrar en la iglesia debido a su condición de creyente de la religión musulmana, por lo que los tres magos de Oriente se quedaron en el exterior del templo para recibir y fotografiarse con los numerosos niños y niñas que les esperaban con una gran ilusión.

(Diario de Mallorca/8/1/2023.)

La reciprocidad está relacionada con la correspondencia. Pongamos un ejemplo. Se encuentran dos amigos por la calle. Los llamaremos Antonio y Luis. Van caminando y deciden, al pasar por un bar, sentarse a tomar un café. Después de un rato de conversación, piden la cuenta al camarero. Antonio se adelanta y paga los cafés. Si se ven otro día- o quedan para dar una vuelta- y toman café- o algo parecido- correspondería pagar la cuenta a Luis. Esto es reciprocidad, esto es correspondencia. Sin embargo, la reciprocidad no tiene que ser un 50/50. La reciprocidad no exige tanto. Aparte de esto, hay excepciones, como suele suceder en la vida social.

Por ejemplo, si Antonio va sobrado de dinero y Luis pasa un mal momento, porque ha sido despedido del trabajo, la reciprocidad, que se cruza con la amistad, exige que Antonio pague. No obstante, deben evitarse las asimetrías excesivas, lo que supone interpretación del caso concreto.

En el caso citado al principio de este artículo, no se trata de dos amigos. Resulta que, en la Cabalgata de los Reyes Magos, el rey Baltasar- representado por un musulmán negro- (se supone que decir que un musulmán negro es negro, es racismo; pero decir que un musulmán negro es ‘de color’, ya no es racismo) se niega a seguir la tradición cristiana y rechaza entrar en la Iglesia, debido a su condición de creyente de la religión musulmana.

Me pregunto, en primer lugar, qué pensaban los organizadores de la cabalgata. ¿No se les ocurrió que esto pudiera pasar? Han mostrado muy poca sensatez. Por parte del rey Baltasar, muy poco respeto por las tradiciones cristianas. Y de ahí, pasamos a la reciprocidad.

Imaginen que estamos en un país musulmán. Se organiza una festividad religiosa musulmana. Se invita a un cristiano a tener un papel protagonista en esta festividad religiosa. Yo no creo que le invitaran. ¿Lo cree usted? Vamos a suponer que le han invitado. En el momento de entrar en un recinto religioso musulmán, siguiendo la tradición, el cristiano se niega. ¿Qué pasaría?

¿Creen que el resto de protagonistas de la ceremonia religiosa musulmana seguirían al cristiano? Yo creo que no. Además, creo que harían bien. A diferencia de los dos reyes cristianos Melchor y Gaspar (meapilas acomplejados), que actuaron como el creyente musulmán y no entraron en la iglesia. Aunque, insisto en lo que dije antes, no habrían invitado al cristiano a participar en la ceremonia religiosa musulmana.

Resumiendo, no hay reciprocidad. ¿Por qué no hay reciprocidad? ¿Acaso el rey Baltasar musulmán es menor de edad, o sufre alguna minusvalía psíquica? No. Entonces ¿por qué se acepta este rechazo a la reciprocidad?

Resumiré alguna de las razones que creo que se utilizan.

Una de las razones es la cobardía. Muchos- incluyendo a los organizadores- tiene miedo a que el transgresor de nuestras tradiciones cristianas se enfade y nos llame ‘fachas’, o ‘racistas’. Y además de él, los que le apoyan. Podrían romper algo, o manifestarse. Es mejor callar. Total, no tenemos convicciones firmes, como las tiene el rey Baltasar musulmán. Por otra parte, tener ‘convicciones firmes’ es de fachas. En el caso de que las tengamos nosotros. En cambio, ellos sí pueden tener convicciones firmes, y debemos respetarlas. Nosotros no nos respetamos a nosotros mismos. ¿Cómo quieren que los demás nos respeten?

Antes de que se me olvide. El rojerío (incluyo a los separatistas antiespañoles) iría a favor del rey Baltasar musulmán y en contra de la cabalgata cristiana. Son así de impresentables. ¡Y les votan! El PP diría ‘tengamos la fiesta en paz’. El único que protestaría es Vox, que no se arrodilla, ni se baja los pantalones. O sea, fascista de libro.

En relación a este penoso suceso, la única situación que me merece respeto es la de la santidad. O sea, ante un santo de verdad, de los que ponen la otra mejilla, me descubro. Aunque no esté de acuerdo, me quito el sombrero.

Pero no son santos el 99% de los cristianos que participaban en la ceremonia religiosa ¿O era una fiesta pagana? No había santidad, sino baja autoestima, mediocridad y cobardía. Sugiero que, la próxima vez, se arrodillen todos ante el rey Baltasar musulmán. ¿Por qué? Por los infinitos abusos del hombre blanco heterosexual. El satanás de Occidente.

Esto no es tolerancia, es estupidez y cobardía.

Última Hora. El alcalde Tomás Mulet (PP) anuncia que el rey musulmán no repetirá. Esperemos que Alberto esté de acuerdo.

 

(MallorcaDiario.)

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