miércoles, 20 de septiembre de 2006

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Leo (ElMundo/Baleares/20/9/2006) unas declaraciones de Pepu Hernández, el seleccionador nacional de baloncesto que nos llevó a conquistar el campeonato del mundo.



¡Había más patriotismo que nacionalismo ... Para mí, personalmente, es complicado definir patriotismo, pero por primera vez he tenido la sensación de estar en la selección y representar a un país, y lo hemos vivido intensamente ... El equipo ha dado una imagen de trabajar unidos por un objetivo: hacer feliz a todo un país.'



Aclaro que este país era (y es, todavía) España. ¿Qué ha pasado para que Pepu, Gasol, Garbajosa, Calderón .... hayan dicho bien alto que estaban orgullosos de defender a España y conquistar el mundial para satisfacción de los españoles? Han pasado diversas cosas.

¿Recuerdan que en Octubre de 2002 se puso una gran bandera española en la plaza de Colón de Madrid, a iniciativa del Ayuntamiento y del Ministerio de Defensa?


Pues bien, el diputado del PNV, González de Txabarri dijo literalmente que 'este tipo de gestos retrotraen a situaciones militaristas'. No podía faltar la parida catalanista. El diputado de ERC. Joan Puigcercós calificó este hecho de 'provocación innecesaria'.




Tampoco podía faltar la parida socialista o, para ser más exactos, pseudosocialista. El profundo y reflexivo progresista, Jesús Caldera ( el ministro de los éxitos inmigratorios) dijo: 'Hay que ser muy cuidadoso con el uso de los símbolos para evitar un deslizamiento hacia comportamientos que puedan herir las sensibilidades de Comunidades Autónomas con símbolos que merecen el mismo respeto.'


Lo de menos es la cursilada de 'las sensibilidades'. Lo de más es que un supuesto socialista, o sea, del PARTIDO SOCIALISTA OBRERO ESPAÑOL, piense que la bandera de España puede herir sensibilidades.

En primer lugar, si hay algún (que lo hay) cretino que se siente ofendido porque ondea la bandera de España en la plaza Colón, que le zurzan. Sólo faltaría que, en España, se tuviera que esconder la bandera nacional. En Europa están que se tronchan. ¡Lo nunca visto! ¿Se imaginan que algún político de Francia dijera que le ofende la bandera francesa?

En segundo lugar, los nacionalistas periféricos han difundido con habilidad la mentira de que ¡España' es equivalente a 'España franquista'. No debe extrañar porque los nacionalistas periféricos han ganado todos los campeonatos mundiales de mentira y victimismo. Son verdaderos maestros. En este bajeza moral han tenido el apoyo inestimable de 'la izquierdona', avergonzada de ser 'española'. Por cierto, me olvidaba del Gran Llamazares que dijo (pobrecito, no quiero ser cruel con este índice de inteligencia) que 'era una irresponsabilidad política'.


Pues bien, esta situación chantajista, basada en la mentira, está cambiando. Ya hay menos gente que cree en la (falsa) identificación entre 'España' y 'España franquista'. Es cierto que, todavía, mucha gente lleva los dodotis puestos pero hay menos complejos que antes. Más gente se sorprende que los franceses, ingleses, italianos, etcétera, puedan ondear su bandera y nosotros no. ¿Por qué?

Hasta ahora, solamente los catalanes y vascos podían alardear de bandera y de sentimientos patrios. Los españoles debiamos avergonzarnos de ser españoles y de pertenecer a España. Esto es lo que está cambiando. Lentamente, porque los medios de comunicación están (mayoritariamente) en manos del rojerío y de los nacionalistas. Lentamente, porque muchos 'profes' (no maestros) son 'progres' y se ríen con Rufianes (perdón, quise decir Rubianes) y con todo lo que sea despectivo o hiriente para España o sus símbolos. Y transmiten esta cultureta a sus alumnos. Pero no te rías de sus símbolos porque se ponen furiosos y se indignam muchísimo. Este es el personal.

Pepu Hernández no se atrevía a definir 'patriotismo'. Yo tampoco, pero diré algunas cosas. Mientras que el patriotismo es un sentimiento de pertenencia a un conjunto heredado de historias, narraciones, instituciones y experiencias, el nacionalismo supone la politización de estos sentimientos. Pero no sólo supone su politización sino, además, su carácter excluyente. Véase la actitud de los nacionalistas vascos y catalanes y su desprecio por los maketos y charnegos. El nacionalismo exige la diversidad (los nacionalistas periféricos la exigen desde hace treinta años a la democracia española) pero rechazan la diversidad en su interior. Porque son excluyentes.

Ahí están los 'buenos vascos', o los 'buenos catalanes' frente a los 'malos', típico de las mentalidades totalitarias. También con Franco se fomentaba el 'buen español', o sea, el que respondía a los parámetros oficiales. En conclusión, el que no responde a los parámetros que nosotros (franquistas o nacionalistas) imponemos, lo marginamos. Pero es más grave en el caso de los nacionalistas porque dicen que son demócratas. Dicen.


Enhorabuena al entrenador y a los jugadores del equipo que ganó, para España y para los españoles, el campeonato del mundo. Y otra enhorabuena por estar orgullosos de vestir la camiseta nacional y representar a su país, España. Sin complejos. Ya era hora.



Sebastián Urbina.

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