Al final cantaron las cifras. He dedicado tantos artículos a denunciar el derroche de Montilla y Carod Rovira que he perdido la cuenta.
Montilla lo aprobaba todo con un “ya pagará Madrid”; Carod Rovira despilfarraba a manos llenas el dinero público, desde sus pintorescas embajadas para colocar en ellas a sus parientes y amiguetes hasta los incesantes viajes gratis total y las subvenciones en favor de los idiomas más insólitos del mundo. Un escándalo que afecta a la mayoría de las partidas presupuestarias de la Generalidad.
El déficit acumulado por Montilla y Carod Rovira se aproxima a los 8.000 millones de euros, rebasando en un 50% el establecido por el Consejo de Política Fiscal y Financiera.
Se comprenden los recelos de Merkel y Sarkozy ante la situación española. La Cataluña de Montilla y Carod Rovira se lanzó desde el primer momento al desenfreno en el gasto público y ahí está los resultados. Artur Mas ha denunciado la situación y se va a esforzar ahora por reconducir el gasto desbocado del cuitado Montilla y el manirroto Carod Rovira.
Montilla, por cierto, se ha retirado con compensaciones, en emolumentos, automóviles, escoltas, secretarios, asistentes y oficinas, dignas del expresidente de los Estados Unidos de América. Tal vez el primer recorte que debería hacer Artur Mas sería suprimir a Montilla todas las mamandurrias que se ha adjudicado para vivir un retiro opíparo después de haber arruinado a Cataluña. (El Imparcial)
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