sábado, 6 de agosto de 2011

NUEVA HISTORIA DE ESPAÑA




NUEVA HISTORIA DE ESPAÑA.


Sr. Moa,
He aprovechado el mes de julio para leer con atención su "Nueva historia de España". Confieso que la compré hace meses con mucha prevención, porque ya el título me parecía pretencioso, pues ¿cómo, a estas alturas, se puede escribir una historia de España realmente nueva? Permítame que le diga lo que pienso después de haber leído y releído el libro en un mes de playa y descanso: el título refleja plenamente el contenido. Me ha sorprendido la cantidad de enfoques originales y bien explicados, su potencia lógica y clarificatoria. He sido profesor de historia de la ESO, estoy jubilado y voy a recomendarlo calurosamente a colegas con los que conservo trato y a mis ex alumnos. Por su claridad expositiva puede servir para alumnos jóvenes, aunque creo que es en la universidad donde cumpliría su mejor papel. Yo resaltaría, entre sus muchas novedades:







a) Su idea de la sociedad humana, la cultura y la civilización, y de la relación entre la religión y el resto de la cultura, que echan abajo las ideas utópicas. Yo le animaría a desarrollar sus conceptos, porque resultan muy sugestivos, sin duda, pero están expuestos de manera demasiado sucinta o elemental. Claro que el tema del libro no es ese, pero, le insisto, creo que usted tiene ahora la obligación de desarrollar esas ideas.







b) La importancia decisiva de la II Guerra Púnica en la formación no solo de España, sino de Europa. Nunca había leído una interpretación tan precisa, que saca a la luz una evidencia que nadie había visto, por lo menos que yo haya leído. Solo este hallazgo ya coloca su libro entre lo mejor que pueda leerse sobre historia de España.







c) La concepción de España como primera o una de las primeras naciones de Europa, y su habilidad para hacernos “revivir” la España visigoda, que en todas las historias que conozco queda en una exposición superficial y muy pobre: el libro supera el supuesto de Julián Marías de que, por desgracia, la España visigoda nos llega como algo muerto, por falta de literatura. Usted consigue superar ese handicap (perdón por el anglicismo). También sus puntos de vista sobre la “Tres Europas”.







d) La evolución de las regiones de más peso cultural y económico de la península, que desde Tartesos hasta muy avanzada la Reconquista usted supone que fue el Valle del Guadalquivir, para luego pasar a la meseta y actualmente a la periferia, en especial la catalana-valenciana y la vascongada, aparte de la excepción de Madrid. No recuerdo haber leído nada sobre esa evolución histórica. Me parece muy sugestiva y que quizá usted debiera dedicarle una monografía, y perdone por que le esté cargando por las buenas de trabajo.







e) La concepción de España como nación europea, con sus profundas diferencias y sus semejanzas con el resto. Porque, por cierto, casi todas las historias de España tratan a nuestro país como algo aislado del resto de Europa y del mundo, y eso que fue el primer país de en la historia que creó un imperio intercontinental.







f) Su concepción de la Reconquista y Al Ándalus en mi opinión supera la célebre disputa entre Sánchez Albornoz y Américo Castro, que es, como usted sabe, la polémica más importante del siglo XX sobre el origen y naturaleza de España. Usted señala puntos débiles de uno y otro. Su exposición me ha parecido mucho más sintética y lógica que la visión de los dos ilustres historiadores.







g) Su consideración del Siglo de Oro. Desde hace muchos años, la mayoría de los historiadores, y, como usted sabe, tanto de derechas como de izquierdas, se han empecinado en destacar la supuesta pobreza, las hambres, las crisis y bancarrotas, el expolio y genocidio de América, etc. cuando lo fundamental es algo muy distinto: el florecimiento cultural, el poder político y militar, el enorme balance civilizatorio por medio mundo. No he visto exposición que tire mejor por tierra la Leyenda Negra, de forma más clara y crítica y sin retórica







h) Su idea de la Ilustración me ha parecido más convincente que la de Julián Marías. Creo que para compensar el desprecio hacia el Siglo de Oro y su decadencia, muchos autores reivindican excesivamente la Ilustración, pero usted explica que fue en España bastante mediocre, aunque matiza que no desdeñable.







i) La importancia que usted da a la enseñanza como factor enormemente importante, por ejemplo, en el siglo de Oro, en la decadencia o en los siglos XIX y XX y sus crisis. Su idea remite, me parece a mí, a la que usted expone sobre el carácter de la civilización.







Estas son solo algunas de las novedades que he encontrado en su libro y que ahora mismo se me vienen a la cabeza. No quiero seguir, porque en relación con el siglo XX tiene usted libros mucho más detallados. Por sí solas, esas novedades lo convierten en un libro excepcional y necesario, absolutamente necesario para cualquier profesor de historia que no esté obcecado por ideologías. Y en otros puntos, sin ser original, usted sigue a especialistas de primer orden, que no rompen la lógica de los sucesos históricos.







En fin, señor Moa, después de leer y repasar su libro, he querido mandarle esta carta a Libertad Digital, esperando que le llegue, como muestra de agradecimiento y ánimo a que siga usted con su valiosa labor.



Anselmo L. R., Valencia.

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EL 'MALDITO' MOA.

 


Me alegra mucho que el sr. Valencia, un profesor de Historia jubilado, como él dice, haga una exposición tan brillante del importante libro de Pio Moa, 'Nueva Historia de España'.


No solamente me alegro porque un compatriota haga una aportación tan destacada a nuestra historia, que desde luego me alegro. La alegría es doble porque Moa ha sido, y es, descalificado, insultado y menospreciado por la gran mayoría de la izquierda española. Incluidos periodistas y profesores de Historia. Es una auténtica desvergüenza pero no una sorpresa, o excepción, en el comportamiento de la izquierda española.


El que Moa se haya atrevido a desafiar (con documentos y razones) los grandes mitos de la izquierda sobre la II República y la Guerra Civil, es imperdonable. Ellos, la izquierda, tienen el monopolia de la verdad. El que la desafíe es un 'facha'. Este es el argumentario.


Termino citando a Stanley Payne: 'He oído muchos insultos contra Moa, pero pocos argumentos'.

Enhorabuena al historiador Moa.

Sebastián Urbina.

1 comentario:

Eduardo García dijo...

Si le gustan las ideas originales, a ver qué le parece esta: "el problema de España es que los españoles somos feos". Igual que los alemanes tuvieron un complejo de superioridad enfermizo debido a su aspecto, los españoles arrastramos un complejo de inferioridad enfermizo debido a nuestro aspecto. En un momento de la historia tuvimos que pasar de usar el músculo con razas más feas que nosostros (musulmanes e indios)a usar el cerebro con razas más guapas que nosotros (europeos del norte). Lo explico en mi web:
http://elproblema.webs.com