martes, 30 de agosto de 2011

SOCIALISMO Y DESPILFARRO









¿POR QUÉ EL SOCIALISMO NO QUIERE LÍMITES AL DÉFICIT?

En estos minutos de la basura del zapaterismo, el aún presidente del Gobierno está corriendo en dirección contraria a la que ha venido corriendo durante los pasados ocho años. Lo más curioso es que, cuando le preguntan, responde que lo hace por responsabilidad. Que lo hace por España. Sus asesores le habrán aconsejado que repita esa coletilla creyendo que le da dimensión de hombre de Estado. Sin embargo, no contaron con una duda que asalta a quien escucha el comentario: si ahora hace esto por el bien de España, ¿por qué antes hacía lo contrario?







La reforma constitucional para incluir un límite al déficit público en la más alta instancia legislativa ha sido un duro golpe para las aspiraciones socialistas en las próximas generales. Es como si Zapatero, inconscientemente, hubiera plantado explosivos en los pilares del PSOE. Ahora se ha desatado la carrera por desactivarlos antes de que el partido sea demolido. Es por eso que, como cuenta El País, una vez que Rajoy y Zapatero habían pactado incluir en la Constitución un déficit máximo del 0,35%, Rubalcaba bloqueó la negociación diciendo: "No quiero ni una cifra en la Constitución".

Y sólo ha decidido apoyar la reforma una vez que el límite constitucional al déficit no incluye dicho límite. Es decir, cuando esa reforma ha dejado de tener sentido.


Dicen que no hay mayor arma de destrucción política que la división interna. Esta sombra sobrevuela actualmente el PSOE. A las lamentables perspectivas electorales y al cambio de discurso dado por el Gobierno al comprobar que estábamos al borde de la suspensión de pagos, se le suma ésta última iniciativa.


Sobre el papel, a los ojos de cualquier ciudadano de a pie, la propuesta es razonable: tras ver que una mala gestión de las cuentas públicas ha provocado una gigantesca crisis sobre la economía española, tiene sentido enmendar el error y tratar asegurar legalmente que nadie pueda volver a incurrir en un despilfarro tan dañino.


Entonces, ¿por qué el socialismo, incluidos partidos, sindicatos y candidato a la presidencia, se ha revuelto con tanta virulencia ante la reforma? ¿Por qué Rubalcaba dijo que "es una barbaridad"?


Sencillamente porque piensan que lo han hecho bien. Creen que durante una crisis económica, en la que lo que hay que hacer es reducir la deuda contraída durante la expansión crediticia y reestructurar los factores productivos, lo que debe hacer el Estado es gastar cuanto más dinero mejor. Que da igual en qué.


Lo importante es que los políticos sigan teniendo el inmenso poder de gastar el dinero de los demás en lo que quieran y sin límite, llevando a un país hasta la suspensión de pagos si hace falta. Y que es así como se sale de la crisis.


Da igual que tengamos que ser rescatados, pues entonces dirán que no se ha gastado suficiente. Por eso es que el socialismo se revuelve ante un límite en el déficit público. Porque trastoca el principal pilar de su política económica: el despilfarro.




Ignacio Moncada es ingeniero industrial por ICAI y trabaja como analista financiero de inversiones en Nueva York.

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LA CARADURA SOCIALISTA.


Fin de semana a la espera de lo que pueda suceder mañana en las reuniones que Alfredo Pérez Rubalcaba mantendrá con los barones del PSOE y los diputados socialistas en el Congreso ante la votación del martes para aprobar la proposición que supondrá la reforma de la Constitución para establecer un límite al déficit público. Sin una cifra concreta, por empeño del candidato socialista a la Presidencia del Gobierno.







Precisamente, según fuentes del PP consultadas por este diario, Rubalcaba “ha hecho uno de esos ejercicios de cinismo político al que tiene acostumbrados a los españoles”. Ayer sábado, el candidato socialista a la Presidencia del Gobierno afirmó que “incurrir en el déficit público no es de izquierdas”.

Los mismos medios señalan que es una “auténtica paradoja oir estas palabras precisamente de un hombre que ha formado parte de los Gobiernos que más han endeudado a España en los últimos tiempos, los de Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero”.

Y más cuando “se ha opuesto de firma taxativa a que el acuerdo entre el PSOE y el PP para limitar el déficit público incluyera una cifra concreta en la Constitución, como querían y veían absolutamente necesario José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy”.






Rubalcaba llegó a decir ayer que España debe tener “unas finanzas estables y una deuda pagable” porque un país pierde su autonomía política cuando está en manos de aquellos a quien debe dinero. “Lo de la deuda hay que medirlo”, subrayó. “Fácil es ahora decirlo cuando el Gobierno del que ha formado parte no ha tenido ningún problema para endeudarse en los últimos años, en contra del criterio del PP y de la propia Unión Europea”, señalan las fuentes consultadas, que recuerdan que “la propuesta que se votará el martes en el Congreso viene de las exigencias de Francia y Alemania y del propio Banco Central Europeo”.






En su tono demagógico de las últimas semanas, Rubalcaba llegó a decir que endeudarse no es una cuestión de derechas o de izquierda, sino de la diferencia está en cómo se gasta el dinero y “por la justicia social”, que ésta última trata de imprimir a sus acciones. “¿Quién ha dicho que sea de izquierda endeudarse”, se preguntó. Fuentes del PP señalan que la respuesta es rápida y muy fácil: “Felipe González y Zapatero, que dejaron y dejan las cuentes del Estado como están, mientras que los Gobiernos de José María Aznar apostaron por una política de austeridad que no provocó recortes sociales y llegó a poner a España como una de las locomotoras de la economía europea y mundial”.






Hoy domingo, en la misma línea demagógica, como se denuncia desde el PP, el ministro de Fomento y portavoz del Gobierno, José Blanco, ha retado a los populares a subir los impuestos a los ricos en su programa electoral para los comicios del 20 de noviembre, tal y como ha propuesto Rubalcaba. Desde el PP se señala que las cortinas de humo que el PSOE va a lanzar durante esta semana “para tapar sus problemas internos provocados por la reforma constitucional, van a estar a la orden del día”. De Hecho, mañana lunes los msocialistas frontan una de las jornadas en su plano interno desde hace muchos año, con Rubalcaba intentando convencer a los barones y a los diputados del partido de la bondad de establecer un límite déficit público en la Constitución, aunque sea sin una cifra concreta que quedaría fijada en una próxima Ley de Estabilidad Presupuestaria.






El candidato socialista a la Presidencia del Gobierno evitó que el acuerdo entre Zapatero y Rajoy incluyera el tope del 0,35 del PIB al déficit público en la Constitución, pero dirigentes socialistas insisten en que la reforma de la Carta Magna debe hacerse por referéndum y no a través de un proceso parlamentario. Fuentes socialistas consultadas por este diario señalan que Rubalcaba explicará a los barones, diputados y senadores la bondad del acuerdo y la flexibilidad que da al Estado para hacer frente a situaciones de crisis no previstas, sean económicas o de otra índole, como catástrofes naturales.






Desde CiU, Josep Antoni Duran i Lleida, portavoz en el Congreso, también ha puesto sus condiciones para apoyar la modificación constitucional. Los nacionalistas quieren que una futura ley orgánica establezca un tope máximo del 4 por ciento de déficit fiscal entre las comunidades autónomas y el estado, al estilo de lo aprobado en Alemania. Si esta propuesta sale adelante, las autonomías tendrían una mayor capacidad de endeudamiento que el propio Estado. (Manuel Abizanda/El Imparcial)

1 comentario:

Anónimo dijo...

Algunos representantes de la izquierda (dicen ellos..) manifiestan su descontento con establecer un control del déficit público del estado y tratan de correlacionarlo con una caida en la inversión de carácter social. Lo que no dicen es cuanto de ese déficit se gasta símplemente en pagarles a ellos y a su círculo más cercano unas rentas que tratan de escapar al control de la justicia.

No es ceptable aumentar la carga de la déuda pública para financiar la "corrupción", la malversación y el amiguismo. Éste es nuestro verdadero problema y tiene pinta de que lo seguirá siendo tras el cambio de gobierno.

Monetarismo más especulación igual a pobreza.
http://www.temarium.com/wordpress/?p=164