domingo, 17 de abril de 2016

LA JUSTICIA EN ESPAÑA.


(NO SE OLVIDEN DEL MUY HONORABLE PUJOL.)








 IMPUNIDAD PARA OTEGUI, POPULISMO JUDICIAL EN GRANADA.


En una comparecencia ante los medios de comunicación celebrada este viernes en Bilbao, donde mantuvo una reunión con representantes de EH Bildu, Arnaldo Otegi ha asegurado que será "el lehendakari más peligroso para los intereses del Estado". Otegi, condenado por colaboración con banda terrorista, ha vuelto así a la arena política con las mismas convicciones totalitarias de las que siempre ha hecho gala como líder del mundo proetarra.
 
El dirigente batasuno reafirmó ayer su voluntad de concurrir a las elecciones vascas, a pesar de la inhabilitación que pesa sobre él como pena accesoria de su más reciente condena. Pero junto a esta declaración pública de su intención de cometer un delito, Otegi explicó cuál va a ser la estrategia que va a llevar a cabo en caso de que las urnas le sean propicias. Se trata, en pocas palabras, de iniciar también en el País Vasco una operación secesionista como la que han desatado en Cataluña las fuerzas separatistas.

Las palabras de Otegi constituyen un nuevo desafío al Estado, aunque las instituciones que deben garantizar la vigencia de nuestro sistema constitucional prefieran no darse por enteradas. Sin embargo, esas mismas instituciones que eluden su responsabilidad en un caso de extrema gravedad como el desafío proetarra, actúan con una dureza injustificada en casos de mucha menor relevancia como hemos visto con la detención ilegal del alcalde de Granada, arrestado con un despliegue de medios inusitado y a las pocas horas puesto en libertad sin que nadie, ni él mismo, sepa de qué se le acusa.

Esta doble vara de medir convierte la Justicia en España en un plató de televisión como el que la cadena nacional abiertamente podemita pondrá a disposición de Otegi este mismo fin de semana, en horario estelar, con una entrevista hecha a su medida. Cuando las instituciones judiciales se prestan a realizar escarmientos populistas, mientras toleran delitos flagrantes por ser de carácter ideológico, el Estado de Derecho se convierte en una herramienta bastarda en beneficio de los poderosos. Esta semana hemos tenido un ejemplo palmario de ello.

(Edit. LD.)

No hay comentarios: