lunes, 3 de noviembre de 2008

EDUCACIÓN


Conselleria de la merma educativa

Jorge Arturo Muñoz

El Bachillerato ha muerto. ¡Vivan las rebajas educativas!

Era la útima frontera, pero ha dejado de serlo. Desde que la LOGSE impuso la falacia de las buenas intenciones en el mundo educativo, quedaba la etapa de bachillerato como símbolo de una formación más rigurosa para los jóvenes que supuestamente afrontarían unos estudios universitarios o profesionales con garantías. La línea a partir de la cual en algún momento del proceso educativo se debían introducir unos mínimos criterios de selección, ha quedado desdibujada. De nuevo un gobierno socialista, espoleado por la necesidad de corregir las cifras de fracaso escolar, y con la inestimable colaboración de la Conselleria de Educación de las Islas Baleares, ha dado el último paso que convierte el bachillerato en una vulgar prolongación de la ESO, en la que los adolescentes que no muestren interés o aptitudes para estudiar, puedan prolongar su infancia. También en el mundo educativo se recurre al maquillaje para disimular la realidad.

El Real Decreto de noviembre de 2007 por el que se regulaba el bachillerato a partir del curso 2008-09 introducía, con el eufemismo de flexibilidad, la posibilidad de que los alumnos que hubieran suspendido hasta 4 asignaturas en 1º, se matricularan de las pendientes y hasta de 3 asignaturas de 2º, en una especie de curso-puente entre los dos cursos. En la práctica, esto implica acomodar los criterios de promoción a quienes, por los motivos que sea, menos se esfuerzan y peores resultados obtienen, ya que hasta ahora, hubieran tenido que repetir curso. La maniobra que subyace a esta medida es que si estudiar y esforzarse para aprobar y pasar al curso siguiente puede producir frustraciones, basta con bajar el listón.

Pues bien, nuestra Conselleria, a la espera del decreto autonómico definitivo, ha rematado la faena. Abre la posibilidad de flexibilizar la flexibilidad: establece en la instrucción 23 para la implantación del nuevo bachillerato-LOE, que los alumnos que así lo decidan, puedan acogerse a un plan para cursarlo en tres años (tres bloques de 6 asignaturas al año) en lugar de dos.

Extiende así a todo tipo de alumnos el plan específico para deportistas de élite en el que fue pionero el IES Son Pacs, que por primera vez en Baleares, hizo compatible el entrenamiento intensivo con los estudios de bachillerato, más exigentes que la ESO.

Como consecuencia de esta medida, la organización horaria de los cursos de bachillerato se complica: hay que hacer compatibles grupos de quienes hacen el bachillerato en dos años con quienes lo hacen en tres, de forma que ciertas materias de cursos diferentes no podrán ser impartidas a la misma hora, pues habrá quien tenga signaturas de 1º y 2º. Además, habrá alumnos que se examinarán en Selectividad de asignaturas que hace un año que no estudian (es el caso de inglés o filosofía que no figuran en el programa del tercer bloque). También se cortará la continuidad entre el 1º y el 3º año de algunas asignaturas en las que esta variable es importante. Si tenemos en cuenta que son los alumnos menos brillantes los que principalmente se acogerán a este plan, son secuelas a tener en cuenta. Como colofón, se podrá pasar de un bloque a otro…¡sin aprobar las seis asignaturas! Además, las instrucciones determinan que los centros habilitarán espacios donde los alumnos de este plan puedan permanecer supervisados por un profesor: han nacido las guarderías para estudiantes de bachillerato (con el gasto que eso implica). ¿Habrán contemplado que la biblioteca puede cubrir esa función?

Definitivamente, las autoridades educativas no muestran voluntad alguna para reconocer los efectos deletéreos que para la calidad y el nivel de la educación secundaria española ha tenido la teoría comprehensiva que acentuó el PSOE. Extenderla al bachillerato es perseverar con un marco teórico que ya ha fracasado. La responsabilidad, el afán de superación, la autoexigencia y la competencia y por qué no, la productividad, son también valores que la enseñanza debe imprimir desde la escuela. Sin ellos, no hay posibilidad de estimular a los niños para sacarlos de la condición natural de indolencia acomodada. Hay quienes afirman que estos valores “mercantilizan” la educación y la someten a “parámetros neoliberales” (STEI). Y sin embargo, basan su discurso sobre los males de la educación en la simpleza economicista de pedir más gasto público sin vislumbrar apenas si las leyes educativas son parte importante del problema.

Ya no cabe duda alguna de que la LOE ha cogido el testigo de la LOGSE en el proceso de idiotización de una juventud que retrasará por más tiempo el desarrollo de actitudes maduras que les permitan tomar las riendas de su propia vida. La realidad es contraintuitiva: quien más habla de educación puede ser quien procede a destruirla.

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